Aaron Sorkin y su redacción de noticias han vuelto a las pantallas de HBO para dar el pistoletazo de salida a la segunda temporada de The Newsroom. La serie, que se ha convertido en un ejemplo de hate watching (ayer ya se veía por las redes sociales cómo los más duros con la producción afilaban sus cuchillos); está generando un ruido que solo lo producen las grandes series, y eso se debe a la conjunción de Sorkin, HBO y hablar de los medios de comunicación.
La temporada comienza (tras unos créditos iniciales renovados) con Will McAvoy enfrentado a un equipo de abogados para dar su versión acerca de una noticia sobre la Operación Genoa, en la que se acusa a los Estados Unidos de usar gas nervioso. Esta escena sirve para introducir la trama sobre la que parece que girará la nueva temporada y presentar la nueva estructura de producción que tiene la serie para la nueva entrega: los flashbacks. Ese recurso de guionista que, bien usado, hace las delicias de los espectadores pero que, si se utiliza de forma errónea, nos hace pensar que están rellenando metraje sin más. No parece que la segunda opción vaya a ser el caso de The Newsroom, ya que la mayor parte de la acción se desarrolla durante los mismos.
El flashback nos lleva al 23 de octubre de 2011, que retoma la acción justo donde la dejamos la temporada pasada. Will tiene que enfrentarse a unas declaraciones que realizó en su programa, en las que calificó al Tea Party (movimiento político conservador de EEUU al que Sorkin atizó bastante el año pasado) como los "talibanes americanos". La respuesta del grupo político no se hace esperar y Reese Lansing, presidente de AWM, es expulsado de la reunión en la que se discute la ley SOPA (antipiratería), que afecta directamente a los beneficios económicos de la empresa y, evidentemente, hace enfadar muchísimo a los altos dirigentes.
Mientras, en News Night se tratan las noticias de la muerte de Gadaffi y el escándalo de Strauss-Kahn (no sin graves problemas técnicos y de comprobación de noticias), y Neal comienza a dar pinceladas sobre el movimiento Ocuppy Wall Street, en el que seguro nos adentraremos más adelante. Tras el accidentado programa, Charlie Skinner le comunica a McAvoy que, por sus declaraciones sobre el Tea Party, no presentará en aniversario del 11 de Septiembre en ACN. Will parece aceptarlo sin más, pero en realidad está muy cabreado por que dejen fuera a la cara visible de la cadena (inclusive le piden quitar su nombre del programa) en una fecha tan señalada.
En el apartado de relaciones personales en la redacción, tenemos varios cambios. Jim, tras la relación de amor imposible que nos contaron la temporada anterior, no soporta estar al lado en la redacción de Maggie y le pide a Mac que lo envíe a cubrir el autobús electoral de Romney en New Hampshire (en el que las delcaraciones de Will tampoco le serán de ninguna ayuda). Poco después vemos como la marcha de Jim no habría sido del todo necesaria, ya que Don, actual novio de Maggie, encuentra un enlace en YouTube en el que su novia confiesa estar enamorada del novio de su amiga (su amiga Lisa estaba con Jim), en aquel guiño absoluto a Sex and the City. La salida temporal de Jim provoca que, desde Washington, llegue Jerry Dantana (Hamish Linklater, Los 4 Fantásticos), personaje nuevo que apunta a ser clave para esta temporada.
El "nuevo" provoca, junto con Sloan, que en el programa se hable de la política antiterrorista de la Administración Obama, en la que se usan drones para interceptar los objetivos enemigos. Para ello, incluye a un experto, ex capitán, que se comporta de forma tan vehemente que no le gusta a Mackenzie, quien decide incluir para próximos debates a los expertos que manejaba Jim. El ex capitán decide compensar a Jerry ofreciéndole una pista en una historia "de las que hacen carrera y finalizan presidencias": Genoa. A partir de esto girará la trama central de toda le temporada. Veremos como sustentan los guionistas toda una temporada en torno a una noticia.
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The Newsroom ha vuelto, y la verdad es que lo ha hecho bastante bien. Hemos podido comprobar que se han pulido algunos fallos, al menos en el comienzo, como rebajar —un poco— el nivel de histeria de los personajes femeninos y reducir en nivel de sermón al que nos tiene acostumbrados Aaron Sorkin. Un servidor ha echado de menos ese punto de moralina, ya que, como dijo Alberto Rey, si Sorkin adoctrina es porque puede y, en muchos casos, debe. Y a mí que me adoctrine cuanto quiera.
Sin embargo, la serie sigue reincidiendo negativamente en puntos tan básicos como el humor. Los intentos de realizar gags se han quedado en eso, en intentos, y no han tenido el resultado cómico esperado. Solo se puede destacar esa brutal metarreferencia sobre los nerds que hace Sloan. También me han resultado raros algunos efectismos del guión que, supongo, se han introducido para agilizar las tramas pero que chocan (Neal en la redacción sin acreditación pero sale a la calle con ella puesta, por ejemplo).
En cuanto a audiencia, el estreno de la segunda temporada anota una subida de un cuatro por ciento con respecto al de la primera, y se estrena con 2.2 millones de espectadores en los domingos de HBO (bajas si se comparan con el monstruo televisivo en el que se ha convertido Game of Thrones). Ha perdido solo una décima con respecto al final de temporada pasado, que marcó récord de la serie. Y a ti, ¿Qué te ha parecido el regreso de Will McAvoy y su equipo de periodistas?
Will McAvoy cantando el Friday de Rebecca Black unos días después de que saliera a la luz... PUNTAZO
ResponderEliminarAlgo que me encanta de esta serie, es el sello distintivo de Sorkin. The Newsroom es diferente a sus trabajos previos en muchos aspectos, pero en otros se pueden distinguir las tendencias tan propias del director, además la historia es interesante y llena de matices que pude atrapan al espectador.
ResponderEliminarSeré que no tengo criterio pero le sigo sin ver esos errores de los que todo el mundo habla
ResponderEliminarLa serie tiene algunos fallitos, la mayoría detalles casi insignificantes. Pero algunos le hacen un examen tan exhaustivo a la serie que, claro, hace que los cuestiones todo. Pero, sin embargo, a otras series le pasan fallos mucho más graves. No sé, creo que muchos se la tenían guardada a Sorkin y están aprovechando ;)
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