Breaking Bad S05E12. Rabid Dog

No tengo muy claro cómo acabará nuestro corazón y nuestros nervios cuando finalmente acabe Breaking Bad el 29 de septiembre, pero de momento no le está haciendo ningún favor a nuestra salud. Creo que desde hace tiempo no hemos visto una serie que se haya tomado tan en serio su propio final, y la de Vince Gilligan está dispuesta a atar todos y cada uno de los cabos sueltos, cerrar todas las tramas y ofrecernos un final digno de sí misma, nos guste o no.

Rabid Dog ha dado un paso más hacia ese final, quizás sorprendiéndonos con una serie de alianzas más o menos previsibles pero que han sido chocantes por la velocidad con la que han surgido ante nosotros. Quien tuviera quejas sobre el ritmo de Breaking Bad, ya sabe dónde está la puerta.

Además, ¿a quién no le ha podido gustar la estructura en dos partes del episodio?

"We've come this far. For us. What's one more?"

Sabíamos que Jesse Pinkman no iba a quemar el hogar de los White por lo que pudimos ver en el flashforward, pero en ese caso, ¿qué iba a suceder? 

La tensión se masca durante unos minutos mientras Walt inspecciona su casa, sin encontrar ni rastro de su antiguo discípulo. Visto que no puede hacer nada para encontrarle, pone a Huell en su búsqueda y trata de arreglar el desaguisado de la gasolina en su suelo, sin mucho éxito. Una vez más, el torpe mentiroso de Walter White reaparece ante nosotros y volvemos a ser testigos de su proceso de mecanización de sus mentiras. Siempre será interesante y divertido ver las maquinaciones que hace para lograr que sus huellas sean borradas. En esta ocasión, la única intención de ocultar sus mentiras es la de tranquilizar a su familia, pero sin duda el golpe de gracia de todo este asunto es ver cómo un ridículo Walter no es descubierto por Skyler, sino por su propio hijo, que le pide que diga la verdad de una vez (ya lo hizo Jesse en el episodio anterior).

Con la excusa de la gasolina, Walt propone alegremente ir a un hotel, y vemos en la cara de Skyler, a pesar de su aceptación, que no hay manera de que se trague la historia de la gasolina. Ya en el hotel, Walt vuelve a mentirle a la cara, y Skyler le echa en cara con total impasibilidad que le haya vuelto a mentir. Es curioso ver hasta qué punto ha llegado la relación del matrimonio White, un punto en el que él confía en ella pero no quiere hacerla partícipe de su propio camino, el cual es inevitable para ambos. Y eso Skyler lo sabe.

Nuestra Skyler, copa en mano (grande), le exige que le cuente la verdad. Rendido, Walt le habla de Jesse, de que va tras él por algo que hizo en el pasado por una buena razón (no le dice exactamente qué) y que tratará de reunirse con él para hablar y así tranquilizarlo. "Eso debe ser un eufemismo", piensa Skyler. Con un par, la señora White sabe que ya no se pueden andar con chiquitas, que deben tomar las riendas de la situación, que deben matar a Jesse. Walt no se lo puede creer, pero nosotros sí. Sorprendentemente, él es el único que aún no ha entendido que a la altura en la que estamos, no se puede andar con "medias tintas".

Como le decía Saul momentos antes, Jesse es ese "perro rabioso" del que deben deshacerse. Es duro, pero hay muchas personas involucradas en la operación, existe un gran riesgo, y sin duda Jesse se ha convertido en un problema. Pero como todos los perros, los amos se encariñan con ellos, y decirles adiós es más que complicado.

"Mr. White... he's the devil"

El segundo acto de Rabid Dog nos golpea con más fuerza aún si cabe, que el primero. De golpe y porrazo, descubrimos dónde se había metido Pinkman y por qué Saul y los suyos no pudieron encontrarle. A punto de quemar la casa de los White, Hank hace acto de presencia pistola en mano para detener al joven Pinkman, y entre ambos se establece una complicidad que solo podía darse por el odio que ambos sienten hacia Walter White. Aunque su alianza es débil, como no podía ser de otra forma (hay muchos rencores entre ambos), ambos están decididos a hundir al antiguo capo de Albuquerque.

Marie vuelve a hacer acto de presencia (dónde se había metido estas cinco temporadas) en su consulta con su terapeuta, donde se muestra furiosa aunque taciturna, desvelando el odio que siente hacia su cuñado (aunque no le diga a su terapeuta quién es) y pensando en cómo podría acabar con él sin que se diera cuenta. Creo que es una revelación, teniendo en cuenta de que nada en Breaking Bad ocurre al azar, de que la señora de morado tratará de hacer una maniobra contra Walter en solitario, o al menos le satisface saber que podrá acabar con él.

Es incluso divertido ver la reacción de Marie cuando descubre que Hank ha llevado a Pinkman a su casa. Aunque no le haga la más mínima gracia, si con ello Walter saldrá herido, todo será bienvenido. También nos sorprende ver cómo Hank ha llamado a Gomez aunque no haya comenzado a actuar por las vías oficiales, para que colabore con él en la captura de Heisenberg.

De nuevo nos encontramos ante una cámara de vídeo, en una grabación en la que desvela toda la verdad acerca de Heisenberg y, aunque no tiene pruebas contra él, es suficiente para que Hank y Gomez comiencen a actuar. Walt llama poco después, todavía convencido de que puede apaciguar a Jesse, ofreciéndole la posibilidad de una tregua y de volver a reunirse para hablarlo todo. Jesse cree que es una trampa, Hank dice creer que es honesto, y como es quien lleva las riendas lleva a Jesse a la reunión con un micrófono debajo de la ropa.

¿Y si es de verdad una trampa?, le pregunta Gomez. Aquí, el puño de la verdad vuelve a golpearnos cuando Hank desvela que no le importa un ápice lo que le pase a Pinkman mientras puedan capturar a Walter. Como siempre, Jesse es simplemente un muñeco en manos de hombres poderosos.

Pero Jesse conoce mejor al señor White que su propia familia y, cuando se acerca y ve a un hombre calvo con pinta amenazante cerca de su antiguo maestro, queda convencido de que ha ido a esa reunión a morir. Se da la vuelva, se acerca a un teléfono público y llama a Walter para decirle que el juego se ha acabado.

No corría peligro, pero eso no lo sabía. No obstante, ese alarde de poderío del joven Pinkman le saldrá muy caro. Mientras Jesse elabora un nuevo plan con la ayuda de Hank, Walter llama a Todd para pedirle que su tío le haga "otro de sus trabajitos. Corre, Pinkman, corre.

Anotaciones sobre el color

Rabid Dog no nos ha dejado con nuevos detalles relativos a los colores de los que siempre hablamos. Walter y Skyler siguen en sus tonos blancos y beige, Marie ha vuelto al morado (aunque casi negro) y Hank vuelve a utilizar el azul al que ha estado recurriendo estos últimos episodios. ¿Os habéis fijado en algo más?

Promo S05E13. To'hajiilee