A un episodio del ansiado final de Breaking Bad, Granite State nos ha traído otro conjunto de ataques al corazón reforzados por multitud de revelaciones y de asentamientos sobre los que se basará el guión de Felina, el último episodio de la serie.
Granite State ha sido un episodio diseñado como nexo de todo lo que hemos visto durante las últimas semanas y el esperado desenlace que podremos ver (disfrutar) la semana que viene, y aunque obviamente no ha mantenido el frenético ritmo de las últimas entregas, me ha dejado totalmente satisfecho. Si seguís leyendo os digo el porqué.
"Why are you still alive?"
Estaba claro que la despedida de Walter White no iba a ser más que un viaje de ida y vuelta al purgatorio. Eso ya lo sabíamos, pero no conocíamos los detalles. Walter White iba a regresar a su ciudad para atar todos los cabos sueltos porque no podía ser de otra forma.
Abandonado a su suerte en una cabaña en un terreno gélido, esperando que llegue su hora y con la única compañía de un hombre que tan solo se mantiene a su lado por un puñado de dólares (¡y de dos copias de Mr Magorium y su tienda mágica!), Walter White se descubre de nuevo ante nosotros como un hombre repleto de misterios. Un hombre que siempre ha sido más complicado que lo que hemos podido ver; un hombre que no puede ser definido por un sombrero ni por una enfermedad. Una enfermedad que, por cierto, le absorbe las fuerzas día tras día, impidiendo que lleve a cabo cualquier plan que su mente prodigiosa esté uudiendo para encontrar la solución que dé fin a todos los problemas que ha causado. Débil, solitario y calculador: ese es el nuevo Walter White.
Desde la lejanía, la racionalidad de Walter vuelve a vivir una dura prueba y pone en relieve la falta de realidad (y de tacto) del antiguo cocinero, que trata de confiar en su hijo para hacerle llegar a su familia un dinero que ya nunca les volverá a hacer felices. Walter esperaba otra reacción de su hijo, pero la que hemos visto era previsible. Walter Jr., espectador de esta historia que no conoce más que los detalles más públicos, testigo de la trágica pelea entre sus padres, actúa inconscientemente y le pide a su padre que finalmente se muera, que desaparezca. Y es lógico.
Anna Gunn haciendo valer su Emmy
Pero sabemos que Walter no morirá hasta que Skyler haya salido indemne de las consecuencias de sus actos, porque la familia es lo primero, y su mujer no es una más en el historial de Heisenberg. Tras la llamada de Ozymandias, que alivió temporalmente la posición, la señora White corre el peligro de ponerse en el centro de la investigación federal si Walter no aparece... y sería condenada si así fuera.
Así que ha llegado la hora de la acción, de solucionar las cosas, de darnos un final e, incluso, de acometer un nuevo acto de orgullo y darle su merecido a Gretchen y Elliot (las nuevas pistolitas de Chejov).
Felina, te esperamos.
"Go ahead. Do it"
No solo Walter y Skyler están, de algún modo, encerrados, sino que Jesse Pinkman verdaderamente está sufriendo una dura condena a manos de la banda de neonazis de Jack, los cuales se coronan como el verdadero peligro del que nada ni nadie de Breaking Bad podrá escapar. Incluso cuando consigue aumentar nuestro ritmo cardíaco liberándose de las esposas y escapando de su mugrienta prisión, sabemos que tarde o temprano le alcanzarán y le pondrán en una peor situación. Andrea, por la que habia sido sometido a la esclavitud del laboratorio, es asesinada ante sus propios ojos para sentar un precedente que el joven Pinkman no tendrá más remedio que acatar. Y así, Breaking Bad vuelve a traspasar el límite de lo imaginable y nos deja con el corazón en un puño.
Le rescate Walter o no (aunque no tiene motivos, es obvio que se verán las caras por última vez), Jesse no solo está encerrado por sus pecados, sino por la codicia de unos, los nazis, que podrán ganar con él tanto dinero que no sabrán ni contarlo, y de otros. Todd, que se ha coronado como el grandísimo monstruo de la serie, también ha demostrado que tiene sentimientos, y que tratará de conseguir que su amor, Lydia, esté tan feliz como sea posible, y que hará todo lo que esté en su mano (o en su pistola) para darle lo que quiere.
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Tan solo queda un episodio y esto está que arde. Podemos imaginar multitud de finales, y todos ellos podrían tener sentido, pero también debemos pensar que lo que Vince Gilligan tiene pensado está hecho para sorprendernos. ¿Qué opináis?
No puede escribir esta pobre reseña después de magnifico capítulo. Me decepcionó mucho leerte esta semana. Espero que la próxima semana recuperes el ritmo, la serie lo exige.
ResponderEliminarDisculpa mi atrevimiento, pero quizás la reseña la deberías escribir tú. La espero con ganas.
ResponderEliminarSe que esta serie siempre intenta sorprendernos, pero yo solo espero un final , el peor para Lydia ,Todd y los nazis; todo lo demás seria una decepción
ResponderEliminarNo sigas esperando porque no escribiré ninguna reseña. Mi comentario fue para expresar la baja en la calidad (a mi parecer) del producto. Toma o deja el consejo.
ResponderEliminarA mi me encantó este penúltimo capítulo!!! os dejo mi review http://salidosdetema.blogspot.com.es/2013/09/penltimo-captulo-de-breaking-bad.html
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=rMlNl0fKwxQ
ResponderEliminarPerfecto capítulo, pero tengo una duda que no me deja dormir...la escena que enfocan a la mesa de madera roja (o lo-que-sea rojo), cuando entran los policías al bar...qué significará?
Signific que Walter Withe ya no esta. Ahora solo queda Heisenberg.
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