Dads, padres que no querrás ver

Temporada de estrenos y de dar nuevas oportunidades. Tenía curiosidad por ver la primera serie “real” de Seth McFarlane, pero sinceramente no sé si después después de este desastroso piloto le daré una segunda oportunidad a Dads. Una sitcom de risas enlatadas en el que su base argumental, los padres, es lo que falla. Unos personajes de una caracterización difícil de creer, con los que no se simpatiza. Aunque tengo que reconocer que en un primer momento los hijos, los protagonistas, y su empresa de videojuegos se ganaron mi atención.

La nueva comedia de la FOX cuenta la historia de Eli (Seth Green, How I Met Your Mother) y Warner (Giovanni Ribisi, Friends -mítico hermano de Phoebe-), dos amigos de la infancia que lideran una  empresa de videojuegos cuya vida se verá complicada al tener que encargarse de sus extravagantes padres, David (Martin Mull, Two and A Half Men) y Crawford (Peter Riegert, The Soporanos).  Crawford, el padre de Warner, despilfarró toda la fortuna familiar y ahora está muy demente. Eli recibe por sorpresa a su padre David, quien se divorció y huyó del país, incluso se hizo las pruebas de paternidad porque dudaba de su paternidad al ser pelirrojo.

A pesar del difícil carácter de sus padres y lo mucho que dicen detestarlos, Eli y Warner los acogen en sus casas. Supongo que se ven obligados por su vínculo familiar pero es que la caracterización de estos padres es tan disparatada que te cuesta creer la situación, se ve forzado que los hijos se dejen mangonear por sus alocados progenitores de tal manera. Son maleducados y en ningún momento muestran ningún aprecio por sus hijos. Son personajes que funcionarían en una alocada serie de animación, como la divertida Family Guy, pero no en la vida real.

Eso sí, si tengo que destacar algo bueno de la serie es el lado profesional de sus protagonistas. La idea de que sean desarrolladores de videojuegos me ha gustado, algo que no se había visto antes en el mundo de las series. También el personaje de la secretaria, Veronica (Brenda Song, The Social Network), aunque de ahí saquen algunos chistes sexistas que son permisibles. Pero no compensa a los padres, sobretodo porque en teoría éstos deberían ser el punto fuerte de la comedia de carne y hueso de McFarlane. 

Pero el caso es que en tan solo 20 minutos llegué a aburrirme. Algo difícil en mí ya que he llegado a seguir series malas, malísimas, consideradas grandes fracasos del mundo seriéfilo, pero Dads ha podido conmigo. Puede que sean sus chistes malos con ese humor negro racial y/o sexista que no me hacen sacar ni una mueca, pero veo American Dad y Bender de Futurama es uno de mis personajes favoritos, así que creo que no es el caso. Que simplemente estamos ante uno de los peores estrenos de la temporada. 

Y vosotros ¿habéis probado suerte con Dads? Si es así no dudéis en comentar aquí abajo.