Ray Donovan: todo queda en familia

Si no has visto la primera temporada de Ray Donovan no sigas leyendo

Ray Donovan ha tenido la posibilidad de ser una de las series del verano, pero se ha encontrado solapada con los finales de Breaking Bad y Dexter, lo que ha hecho que su repercusión en las redes sociales y en la crítica especializada se haya reducido casi al cero absoluto.

Ha sido la serie más en forma de Showtime durante este verano (Sí, Dexter Morgan, este dardo envenenado es para ti). La producción nos presentó a Ray Donovan, que se encarga de solucionar los problemas de distintas personalidades de Los Angeles. Y es muy bueno en su trabajo. Uno de los grandes puntos de Ray Donovan es que los casos no han sido semanales, ni se han comido el resto de la historia; lo que ha evitado que se convirtiera en un procedimental más de los muchos que abundan en la parrilla estadounidense.

Porque, como reza el título, lo importante aquí es la familia. Como bien dice la sociología, es uno de los agentes más importantes en la vida de las personas, y cada familia determina de forma crucial la personalidad de sus componentes. Por ello, su mujer y sus hijos aún conservan la cordura, pues la señora de la casa está medianamente bien mentalmente para ocuparse de sus hijos y de ella misma. Por cierto, espero no ser el único al que el comportamiento de Abby Donovan le ha recordado al de Skyler en la maravillosa Breaking Bad. Lo que lastra a esta trama es la poca intensidad de la misma, en la que solo podemos destacar la relación entre la hija y el rapero.

Como contrapunto, tenemos la disfuncional familia Donovan, la de Ray y sus hermanos. Con una madre y una hermana difuntas, un padre alcohólico y problemático y diversos traumas en lo alto, es normal que los Donovan hayan salido así. Jon Voight, el padre de los chicos, se ha comido literalmente la pantalla y ha dejado algunas escenas para el recuerdo. Pero estaba acaparando demasiados minutos, y los guionistas decidieron explorar a otros personajes. Así, hemos conocido en profundidad a Bunchy, que fue abusado sexualmente por un cura y, desde entonces, no se ha conseguido recuperar. Su espiral autodestructiva, tras incendiar su casa y coquetear con el suicidio, le lleva a disparar al que le perpetró semejante atrocidad, en uno de los mejores episodios de la temporada.

Como hemos dicho antes, esta temporada ha estado copada por el enfrentamiento entre Ray Donovan y su padre. Hemos descubierto que Ray también fue víctima de los abusos del cura, y que su padre no solo no lo creyó, sino que lo apaleó por mentiroso. Por eso, y por abandonar a su mujer y a sus hijos por otra, odia tanto a su progenitor. Tanto, que incluso llega a ordenar su muerte. La situación da un giro y el sicario, viejo conocido por ambos, se vuelve en contra de Ray. Sin embargo, Mickey dispara al asesino y salva a Ray de un escenario en el que, sí o sí, iba a salir perdiendo. Una vez más, todo vuelve a quedar en familia.

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Renovada por una segunda temporada, los guionistas se enfrentan a la difícil tarea de abrir nuevas tramas que mantengan la frescura inicial de la primera tanda de episodios. Y encontrarle una nueva historia a Jon Voight, para que no se perpetúe en el cargo de villano de la serie ad infinitum. Y a ti, ¿qué te ha parecido la primera temporada de la serie?