5 razones para ver Pretty Little Liars

Pretty Little Liars es una serie que, incluso tras llevar cuatro temporadas a sus espaldas, sigue siendo todo un fenómeno hoy en día, y más ahora que ha estrenado su propio spin-off, cuyo piloto ya hemos podido disfrutar: Ravenswood. Son muchos los que se confiesan seguidores de las aventuras y desventuras de Aria, Hanna, Emily y Spencer, aunque traten de justificarse alegando que consideran a la serie todo un guilty pleasure (qué poco me gusta ese concepto y qué poco sentido le veo) y afirmando que "es imposible tomársela en serio". No voy a negar que la serie tenga algunos argumentos cogidos con pinzas, pero yo soy de los que piensan que Pretty Little Liars es una serie tan válida como la que más, y que puede tomarse en serio —la mayoría del tiempo—. Por tanto, en esta entrada compartiré con vosotros cinco razones por las que creo ver Pretty Little Liars merece la pena.

1. Es una serie feminista

Las cuatro protagonistas principales de la serie son mujeres, y a lo largo de las temporadas han sufrido el acoso incansable de A. Y, si bien en varias ocasiones han contado con el apoyo de sus novios u otros amigos, la mayoría del tiempo han tenido que enfrentarse ellas mismas a los problemas. Hay que reconocerlo: son unas chiquillas muy apañadas. No tienen inconveniente en ir a investigar ellas solas al bosque, a cabañas solitarias, a tiendas siniestras o a sótanos lúgubres muy poco recomendables. Tampoco lo tienen en coger todo tipo de armas y en perseguir al A encapuchado de turno con ella. Ahora mismo, por ejemplo, me viene a la memoria Aria dando unas patadas que ya quisiera Jackie Chan, y Emily llegando al extremo de asesinar a un chico en defensa propia. Ellas rompen con el arquetipo —todavía, aunque parezca mentira, arraigado en ciertos lugares y en ciertas mentes— de que las chicas son débiles y necesitan a un hombretón que las proteja. Y eso mola.

2. Tiene continuidad

Que sí, la tiene. Quizá en determinadas ocasiones se olviden de algunos pen drives o de algunos portátiles, pero la trama general, analizada con perspectiva, se sostiene. Pretty Little Liars es una serie que juega con un número elevado de personajes, y las historias de cada uno de ellos están bien llevadas. Aunque cierto personaje tarde varios capítulos en aparecer, siempre suele ser mencionado aunque no haga una aparición física, y en todo momento sabemos qué le está pasando a cada uno. Además, aunque se saquen alguna historia nueva de la manga de vez en cuando, se esfuerzan por hacerla encajar en la trama de forma coherente. Tampoco hay que perder de vista el hecho de que la serie está inspirada en unas novelas y, por tanto, muchas historias ya están planeadas desde el principio. 

3. Es muy entretenida

Esta quizá sea una de las razones más importantes para ver Pretty Little Liars y para ver, de hecho, cualquier serie. Con Aria y compañía uno se lo pasa pipa, y esto es así. Tendrán algunos capítulos más aburridos y flojos que los demás, pero la mayoría son muy amenos. Las muchachas tienen sentido del humor —soy muy fan en especial del ácido sentido del humor de Spencer— y suelen soltar con bastante regularidad one-liners que son dignos de ser recordados. Además, ver cómo A les hace la vida imposible a las muchachas es muy divertido.

4. Sus personajes están bien definidos

Puedes quererlas u odiarlas, pero lo cierto es que cada una de ellas tiene una personalidad y un desarrollo claro y preciso. Por un lado está Aria, pequeña pero matona, fuerte, buena amiga, siempre dispuesta a ayudar, y con un mal gusto para la ropa que raya en lo perturbador. Luego está Hanna, que es torpe, con una inteligencia elementalmente práctica, dulce, compasiva y muy determinada. También está Emily, que es sensible y dura a la vez, con una valentía y un potencial interior que ella misma desconoce. Y, cómo no, Spencer, ácida, falta de amor, incansable y muy luchadora. La serie le tiene muy bien pillado el punto a sus personajes, y eso se nota. Además, a lo largo de las temporadas cada una de ellas va creciendo interiormente y van aprendiendo a descubrir lo lejos que son capaces de llegar, y lo que son capaces de mentir y soportar, con tal de conseguir sus objetivos. A, sin pretenderlo, las hace más fuertes cada día. 

5. Transmite mensajes positivos a la juventud

Obviamente, las partes en que las muchachas cogen rastrillos y persiguen furiosas a A, o las incontables ocasiones en que mienten a sus padres, no son situaciones de las que los adolescentes deberían tomar nota, pero hay otras historias que sí que transmiten mensajes tolerantes a la sociedad que se agradecen bastante. Podríamos hablar de la historia de Emily, del miedo que tenía a mostrarse tal y como era, y de cómo finalmente tuvo que afrontar sus miedos y superarlos para sentirse bien consigo misma. Esa era la única manera. Porque, a pesar de que hubo personas que no se lo pusieron nada fácil al principio, lo que la serie viene a decirnos es que, la gente de tu vida, si realmente te quiere, te aceptará tarde o temprano. También podríamos hablar de Aria y de su historia de amor, de todas las dificultades a las que tuvo que enfrentarse para estar con la persona que quería. Lo que pretendo decir con todo esto es que muchas personas pueden verse reflejadas o empatizar con algunas historias de la serie, y la forma en que las tratan puede ayudarles en cierto sentido. Lucha por lo que quieres. Muéstrate tal y como eres. Confía en tus amigos, aprende a distinguir cuáles son los de verdad. 

*

Ya lo habéis visto, hay muchas razones para ver Pretty Little Liars, y no he mencionado ni una sola vez que una de ellas sea porque es una mamarrachada muy divertida, porque son muchachas encantadoras o porque sea un guilty pleasure con el que pasar un buen rato. Y vosotros, ¿por qué veis Pretty Little Liars?

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