Poco a poco Homeland va encaminando la temporada, que se acerca peligrosamente al ecuador de su tercera entrega y que por ahora se ha centrado sobre todo en Carrie y Saul. Una vez más, Brody vuelve a estar ausente, pero esta vez no importa. Los guionistas vuelven a hacer de las suyas con el inesperado giro de guión del capítulo anterior. Yo personalmente me quedé de cuadros. A pesar de ser un giro bastante interesante e inteligente teniendo en cuenta la trama que tenían entre manos, no me termina de convencer. Me parece demasiado precipitado, con muy pocas explicaciones, como si fuera así de evidente. Huelga decir que los guionistas de Homeland son bastante dados a este tipo de giros argumentales, pero quizás por ser ya su tercera temporada, esperaba algo un poco más elaborado.
Una vez descubierta que toda la pantomima del centro psiquiátrico y la traición de Saul es un plan de ambos para conseguir lo que esperaban: que la inteligencia iraní se reuniera con Carrie e intentara reclutarla, la trama se simplifica bastante. Ahora el objetivo es el jefe iraní, quien no duda en ir a EEUU a reunirse con Carrie. Parece que le ha picado bastante la curiosidad, y quiere saber en persona si nuestra agente es capaz de cantar a los cuatros vientos.
Por otro lado, Saul pone a Quinn al día en cuanto al plan y el pobre se queda igual que nosotros, "Fuck me. And it's working?". Pues por ahora sí. Él será el encargado de vigilar a Carrie, dado que los iraníes han empezado a hacer lo mismo. El personaje de Quinn está empezando a coger bastante carga esta temporada, y no voy a negar que me gusta. En la temporada pasada no me terminaba de convencer del todo, pero en esta tercera se está afianzando como uno de los mejores secundarios.
En un arrebato de drama familiar, Jessica visita a Carrie, suplicándole su ayuda para encontrar a Dana, sobre todo después de haber descubierto el oscuro pasado de su acompañante. Evidentemente, Carrie no puede negarse y ahí es cuando empiezan los problemas. Poniendo en un compromiso la misión que está llevando a cabo, se la juega y realiza el "Yoga Plan", un inteligente movimiento en el que con la ayuda de Virgyl y Max, se podrá poner en contacto con un ex compañero y avisarle sobre el asunto de Dana.
Mientras tanto, la pareja de tortolitos sigue su camino hacia tierras prometidas, libres de la tiranía de sus padres y del centro. Pero una noticia sobre su desaparición en una gasolinera alertará a Dana sobre que quizás su amorcito no le esté contando toda la verdad. Provocarán un leve accidente de tráfico, pero lo suficiente para que la policía aparezca y lleve Dana de vuelta a su casa. Trama absurda donde las haya, y que pide a gritos que termine de una vez. Estamos más que cansados de la familia Brody y de que se rellenen minutos de más con esto.
Asimismo, Saul acude a una reunión de altos cargos de la que espera salir siendo nombrado presidente de la CIA. Ironías de la vida, Saul no será el elegido, sino el senador Lockhart, que seguramente nos traerá bastantes quebraderos de cabeza en un futuro. La decisión parece mosquear bastante a Saul, que no dudará en utilizar los diez días que le quedan de mandato para llevar a cabo la misión que se trae entre manos y que seguramente no apruebe el nuevo jefe.
El capítulo termina con otro giro final de infarto, que podía intuirse según avanzaba la trama. Un preocupado Quinn vigila la casa de Carrie, sin darse cuenta de que un grupo de encapuchados asalta el edificio, despierta a Carrie, la desnuda y la obliga a vestir como ellos, para más tarde sacarla por la fuerza. Cuando Quinn se decide a entrar en la casa es demasiado tarde. Alerta a Saul, quien no parece muy preocupado. Al fin y al cabo, ella siempre ha jugado sola. Y a vosotros, ¿qué os ha parecido el capítulo?
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