Este jueves Scandal remontó su audiencia con este emocionante capítulo a lo Asalto al Poder, que empieza con nuestra protagonista observando a Jake cómo duerme e intentando mantener una conversación con Huck, quien está ausente desde que descubrió lo del padre de Olivia.
En la Casa Blanca, Cyrus intenta convencer a Mellie y Fitz de que vayan a Camp David a promover su amor y su renovada relación después del incidente. Mientras tanto, en la OPA una cliente llamado Mary puedes salvar a nuestros abogados favoritos de su crisis económica. Cuando hay un problema con el cheque, Olivia va al Capitolio en busca de su nueva cliente y la encuentra en el despacho a lo Homeland, con un chaleco bomba preguntando por la muerte de su hijo Chris, que fue asesinado en Chicago por el FBI.
Por si fuera poco, también hay un hombre en la Casa Blanca que quiere hablar a toda costa con el presidente sobre la Operación Remington -todavía no sabemos qué es- y la CB es evacuada. Olivia, como siempre, toma el mando de la situación y consigue quedarse a solas con el senador y Mary.
Los de la OPA investigan el caso de Chris pero todos los informes están clasificados. Quinn se cuela en el ordenador de Huck porque pretende hackear al FBI y Abby va a ver a David Rosen. Sin embargo, es Harrison el que descubre la verdad por parte de una agente del FBI: el hijo de Mary era un terrorista.
Abby descubre gracias a David que la agente no es realmente una agente del FBI y Olivia le pide a David que investigue. Este visita a Cyrus y descubre que el grupo de agentes que mataron a Chris fueron recompensados en gran medida después del incidente, por lo que sospecha que pudieron ser pagados para no decir nada. Rosen va entonces a ver al Presidente y este llama a Olivia y le confirma que Chris Lawrence no era un realidad un terrorista, sino que era de la CIA. A Olivia se le prohibe contarle la verdad a la madre ya que los otros agentes de la CIA que estaban infiltrados en Al-Qaeda serán torturados.
Finalmente, tras un momento de duda, Olivia miente para salvar a los demás agentes y Mary se queda desolada. La peculiar cliente de Olivia consigue quedarse sola en el despacho y detona la bomba.
Alejado de todo el asunto de la bomba, Huck sigue a Eli Pope y le apunta con una pistola. No sabemos nada más hasta el final, cuando Olivia le encuentra en su despacho. Tras un flashback descubrimos que Huck no mató al padre de Olivia, ya que este sigue ejerciendo poder sobre él y consigue que Huck mate a un hombre de nuevo.
Al final del episodio, Olivia vuelve a casa con Jake y le interroga sobre cómo ha podido ser soltado, ya que no entiende cómo sigue vivo todavía. Jake asegura que nunca pensó que saldría del agujero. Olivia concluye que su padre aún es dueño de todos y los controla porque pueden serle útiles.
Un capítulo muy intenso que destapa al padre de Liv como el verdadero mal, el que controla a todos. Y seguimos sin saber qué pasó en la Operación Remington y por qué es tan importante que nadie descubra nada. De todas maneras, el capítulo de la semana que viene parece de relleno, con un caso "normal" (entre comillas porque aquí no suele haber nada normal). Eso sí, diversión y adicción como siempre.
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