The Walking Dead, expectativas y riesgos de la cuarta temporada

The Walking Dead regresa esta noche a AMC (y al día siguiente a FOX España) con la ventaja de contar con una verdadera masa de seguidores incondicionales pero también con una serie de retos y mucho que demostrar. Scott Gimple, tercer showrunner de la serie que anteriormente fue productor y guionista de la segunda temporada (de hecho, firmó el guión de un gran número de episodios, lo que inspira cierta desconfianza a una gran parte de los seguidores), tiene la responsabilidad de mantener vivo el entusiasmo y la expectación en torno a la serie. No lo tiene difícil: sorprendentemente, una de las grandes sorpresas que nos ha dado The Walking Dead es que, a pesar de las críticas, sigue siendo una de las series más admiradas de los últimos años como demuestran sus potentes ratings.

Lo cierto es que, a pesar de las "diferencias creativas" de Glen Mazzara con el creador Robert Kirkman, con el que aparentemente es muy difícil trabajar (de hecho, famosos guionistas como Shawn Ryan o Kurt Sutter no se cortaron en señalarlo como culpable), el segundo showrunner de la serie consiguió mantener vivo un proyecto que quedó muy maltrecho tras la salida de Frank Darabont tras la primera temporada. Si bien el rumbo de The Walking Dead (ni de ninguna serie en realidad) lo marca un único hombre, reemplazar al famoso Darabont era una hazaña muy difícil de realizar y posiblemente tuviera que ver con la incierta e irregular segunda temporada de la serie.

La tercera entrega, en mi humilde opinión, consiguió en cierto modo calibrar las expectativas y necesidades de unos espectadores que demandaban sangre y vísceras con la verdadera intención de The Walking Dead de contar un drama humano repleto de cuestiones morales e incluso filosóficas, lo cual es de agradecer (y voy a obviar a aquellos que requieren que se siga los acontecimientos de los cómics, porque no hay mucho que se pueda ni se deba hacer sobre ello). Como siempre he dicho, el gran problema de The Walking Dead siempre ha sido su promoción como algo que no es, o que es "a medias". 

Volviendo al tema: a pesar de que el gran villano que se introdujo en The Walking Dead en su tercera temporada, el Gobernador, no me gustó lo más mínimo y que David Morrisey me parece que es demasiado elegante para ese papel; y que la serie conscientemente y a mala sangre decidió estropear a uno de sus personajes estrella, Andrea, y acabar irremediablemente con ella porque no podía recibir redención posible, creo que eligió un camino correcto y bastante satisfactorio que, además, dejaba las puertas abiertas para potenciales mejoras en próximas entregas. Y aquí es donde empezaremos a partir de mañana.

Gimple, al parecer, quiere mantener ese rumbo pero también ha tomado decisiones bastante arriesgadas, como la de darle a cada personaje una trama fija pero que tampoco se desvíe mucho de la de los otros, lo que posiblemente agrade a los fanáticos de ciertos secundarios que pedían algo más que acción y monosílabos. No obstante, puede que aquellos que ven The Walking Dead solo por los zombis se lleven un chasco cuando descubran que la cuarta temporada se adentrará aún más en la personalidad de los personajes y en sus complicados dilemas morales, lo que seguramente (aunque no tiene por qué) reduzca en cierto sentido las escenas de acción. Además, la cárcel será el escenario principal en el que transcurra la temporada, lo que a mi parecer es tanto un alivio como un peligro para una historia que puede llegar a pecar de aburrida en ciertas ocasiones. Aun así, agradezco que se tomen la molestia de descubrirnos totalmente a sus personajes, y hay algunos fichajes muy interesantes esta temporada que pueden dar mucho juego.

Sea como fuere, nosotros estaremos allí. Todas las semanas podrás encontrar nuestros análisis semanales de The Walking Dead, participar en nuestros debates y ofrecer tu opinión al resto de lectores. Os esperamos.

Por cierto, os esperamos también mañana en el #TheWalkingDeadDay en Madrid a las 20:00 en la Plaza de Callao. Allí podréis ver en pantalla grande el primer episodio de la cuarta temporada justo después de un prometedor coloquio con diferentes bloggers y periodistas especializados en series.