La serie nos sitúa en los años cuarenta, con flashbacks que nos remiten a los años veinte. Hablamos de mafia, de policías, de corrupción. De blancos, negros y grises, de esas zonas difusas entre el bien y el mal., y que es lo que domina. En realidad, no hay ningún personaje específicamente bueno o malo, como tampoco existe una verdad absoluta. Sí vemos una sociedad violenta y corrupta, elementos básicos de este cine "noir".
Los dos episodios vistos hasta ahora (de un total de seis, a emitir de dos en dos) tienen una factura muy lograda y una banda sonora que acompaña perfectamente en esos escenarios de cabaret y de cigarros. La trama, resumida en pocas palabras, es el enfrentamiento entre el jefe de policia, William Parker (Neal McDonough) –al que llaman "Boy Scout" Parker– ayudado, entre otros, por Joe Teague (Jon Bernthal), un ex marine que comparte amistad y pasado con Ned Stax (Milo Ventimiglia), en las filas de Mickey Cohen (Jeremy Luke) –el mafioso (que existió en realidad) que empieza su andadura en estos turbios mundos a la tierna edad de 10 años– y Bugsy Malone (Edward Burns). Y, por supuesto, también tenemos a la femme fatale, Jasmie Fontaine (Alex Davalos), que esconde tras ella secretos que, seguro, nos sorprenderán.
La voz en off que nos acompaña es la de Joe Teague, quien nos va narrando los hechos, presentándonos a los personajes. Él es quien nos pone en sobre aviso de las tonalidades cromáticas del bien y del mal, y donde se posiciona él.
Los dos primeros episodios me han gustado, aunque he de reconoceros que no soy ninguna especialista en cine negro, a pesar de que me gusta. Alguna de las críticas negativas que he leído estos días han sido, precisamente, que no es una serie para los amantes del "film noir".
Creo muy oportuno que hayan optado por un formato de seis capítulos y, si me preguntáis, os diré que sí, que os la recomiendo. Estéticamente está muy conseguida, capta esos ambientes cargados y turbios de los bares de esa década de los 40 –así como lo era la moral de aquellos años–, con esa música de jazz fantástica y melancólica, interpretada por maravillosas voces femeninas. Nada es claro y límpido en Mob City. Más bien al contrario: el claroscuro está presente, tanto a nivel visual como en los matices morales.
Sí, me la quedo. Ya nos contaréis qué os parece a vosotros...
Los dos primeros episodios me han gustado, aunque he de reconoceros que no soy ninguna especialista en cine negro, a pesar de que me gusta. Alguna de las críticas negativas que he leído estos días han sido, precisamente, que no es una serie para los amantes del "film noir".
Creo muy oportuno que hayan optado por un formato de seis capítulos y, si me preguntáis, os diré que sí, que os la recomiendo. Estéticamente está muy conseguida, capta esos ambientes cargados y turbios de los bares de esa década de los 40 –así como lo era la moral de aquellos años–, con esa música de jazz fantástica y melancólica, interpretada por maravillosas voces femeninas. Nada es claro y límpido en Mob City. Más bien al contrario: el claroscuro está presente, tanto a nivel visual como en los matices morales.
Sí, me la quedo. Ya nos contaréis qué os parece a vosotros...
Es muy buena, yo la empecé a ver porqué leí que estaba basada en el videojuego L.A Noire.
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