The Good Wife ha celebrado su episodio número 100 con un capítulo divertidísimo, lleno de pequeños detalles y guiños, en el cual hemos podido disfrutar de casi todos sus personajes, así como de varios secundarios que tantas veces nos han hecho reír. Y es que no podría haberlo hecho mejor. A modo de fiesta navideña, un capítulo genial para una celebración tan especial.
Y es que no todas las series pueden presumir de llegar al capítulo 100 con la frescura y la elegancia tan típicas de las primeras temporadas. Evidentemente, The Good Wife sí que puede presumir de eso, y de muchas cosas más. Cinco temporadas y con unos capítulos tan deliciosamente brillantes que a estas alturas, es imposible no caer rendido a sus pies. Dosis de drama y comedia a partes iguales, manteniendo las tramas y la tensión temporada tras temporada, pero sabiendo dónde hacer hincapié, para convertirse, caso tras caso, en una de las series más actuales.
The Decision Tree se convierte en una pequeña joya, un temprano regalo de Navidades, que nos deja con la miel en los labios y un parón infinito de por medio. Lo bueno se hace esperar, y eso es lo que nos toca a todos los espectadores, sufrir el terrible parón navideño. Pero a cambio, nos brinda una pequeña reunión, donde rescatamos una vez más a un estupendo John Noble, que nos regala una vez más lo que mejor sabe hacer: cogerle un cariño tremendo a todos sus personajes.
El episodio comienza con una espectacular Kalinda, que nos recuerda de lo que era capaz en las primeras temporadas, una de las secundarias más queridas. En su aventura por descubrir el pasado y el presente de Damian Boyle, tendrá que hacer gala de sus mejores dotes al volante. Evidentemente, el irlandés no va a ponerle las cosas fáciles, siempre con una bobalicona sonrisa en la cara. Pero esta vez, el cometido del nuevo socio de L.G. será el de devolverle a Alicia su capital invertido en el bufete, a cambio de firmar un acuerdo en el que deje atrás cualquier tipo de retribución económica que pueda estar ligada a su antiguo trabajo.
Es aquí cuando las cosas empezarán a ponerse interesantes, a raíz de que Alicia descubra gracias al acuerdo que un antiguo cliente suyo, Matthew Ashbaugh, le ha dejado doce millones de dólares en su testamento. Una suma bastante suculenta. Así que, manos a la obra. Cary y el fideicomisario serán los encargados de representar a Alicia en su derecho a ese dinero, mientras que Will y Damian estarán al frente, junto a la viuda del difunto magnate. Las cosas no estarán fáciles para ninguno de ambos bandos, y es que los dos lucharán con todo lo que tienen para intentar ganar el caso.
Es aquí cuando las cosas empezarán a ponerse interesantes, a raíz de que Alicia descubra gracias al acuerdo que un antiguo cliente suyo, Matthew Ashbaugh, le ha dejado doce millones de dólares en su testamento. Una suma bastante suculenta. Así que, manos a la obra. Cary y el fideicomisario serán los encargados de representar a Alicia en su derecho a ese dinero, mientras que Will y Damian estarán al frente, junto a la viuda del difunto magnate. Las cosas no estarán fáciles para ninguno de ambos bandos, y es que los dos lucharán con todo lo que tienen para intentar ganar el caso.
Como ya sucediera en el decimoctavo capítulo de la temporada pasada, Death Of A Client, la presencia de Noble nos servirá para dar paso a diferentes flashbacks, en los que Will y Alicia compartían algo más que trabajo. Y es que para la pareja, cualquier tiempo pasado fue mejor. Recuerdos dolorosos que nos dejarán una de las mejores escenas de la temporada, e incluso de la serie, a manos de Will, que planeando el interrogatorio de Alicia, no será capaz de evitar que los recuerdos le jueguen una mala pasada. Una escena brillante, en la que los dos tendrán que hacer frente a sus emociones pasadas y presentes.
Finalmente, se descubre que Ashbaugh tenía en su haber otros cuatro testamentos diferentes, en los que les dejaba los doce millones de dólares a cuatro mujeres diferentes. Pero eso no es impedimento para que aún así, tengamos la oportunidad de ver a Alicia y Will enfrentados cara a cara. Qué sorpresa la mía al ver que Alicia mantenía la compostura y una frialdad casi alarmante en cada momento, a cada pregunta, y que terminó de hundir a Will, quien llevado por la emoción del momento, del dolor compartido, no supo ver que en realidad era Alicia la que le controlaba pregunta tras pregunta. ¿Volveremos a verles juntos? Es pronto para saberlo.
Por otro lado, la fiesta de Navidad en Florrick & Agos es inminente. Queriendo impresionar a todo Chicago, Cary invitará a Peter, a pesar de la oposición de Alicia. Pero no sólo eso, sino que Eli, Jackie, y la madre de Alicia, Veronica, también se unirán a la fiesta. Por si no fuera poco, Eli tendrá que lidiar con todos los problemas que supone que a Peter le vean, y le fotografíen, con ciertos clientes del bufete de su esposa. Como por ejemplo, Sweeney o el famoso Lemond Bishop. Un aplauso para Eli, cuya reacción al final del capítulo al enterarse del nombre del bebé de Ms. Garbanza, es el broche final para un capítulo genial. Jackie tampoco se queda atrás, y es que sus ocurrencias resultan ser de lo más afiladas y divertidas, algo en lo que Veronica tampoco tiene desperdicio. En resumen, un buen puñado de brillantes actuaciones. Felicidades, The Good Wife, y que sean otros 100 capítulos más.
Maravillosa serie!!
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