Estos días, durante la gira de invierno de la TCA, las cadenas de televisión están presentando a la prensa especializada lo que, en resumen, veremos en nuestras pantallas esta temporada y la siguiente. Aunque, obviamente, estas presentaciones siempre se realizan con la intención de suscitar el interés de la crítica, lo cierto es que este año no está haciendo falta que las cadenas hagan muchos esfuerzos porque, siendo sinceros, parece que todo o casi todo lo que está por venir se vende por sí solo.
Dentro de unas semanas, cuando las cadenas terminen de pedir pilotos, os traeremos nuestro especial que venimos realizando desde hace dos años. No obstante, teniendo en cuenta únicamente aquellas series a las que se ha dado luz verde a estas alturas, podemos afirmar que lo que veremos en los próximos meses suena realmente prometedor. En el cable, las grandes cadenas apuestan este año por una renovación entre este año y el siguiente estrenarán numerosos títulos —más de veinte— que tienen muy buena pinta, aunque es cierto que, como siempre, todo suena mejor en papel.
Por otro lado, a todo esto le podemos sumar todas las series que aprobarán las networks en primavera y que conoceremos en los upfronts de mayo —muchas ya las conocemos pero es innecesario mentarlas ahora—; series que están empezando a lanzar cadenas de cable secundarias para hacerse un hueco en el mercado; e incluso esas event series —nombre "cool" que se le ha dado a las miniseries de toda la vida, pero con posibilidad de dar más temporadas— que tan de moda están como Extant, con Halle Berry o Wayward Pines y el regreso de 24 en FOX.
Esta odisea de prometedores estrenos, de despedidas de "limpieza" —que es lo que ha hecho HBO con sus principales dramas—, y sin olvidar el cambio del sistema de pilotos por parte de la FOX y que espera que sigan otras generalistas —lo que en principio supondría un salto cualitativo—, suponen que en el mercado estadounidense se está implementando un nuevo modelo de desarrollo de series de televisión destinado únicamente a obtener los mejores resultados de una industria en alza. Aunque personalmente me preocupa el hecho de que esta "burbuja" está tomando proporciones descomunales, lo cierto es que cualquier fan de las series tiene razones para alegrarse: este 2014 va a ser excepcional.
De hecho, el otro día Nacho Toribio —@Pieman815, director del podcast The Ranking Club en el que participé hace unas semanas— comentaba en Twitter que, por todo lo mencionado anteriormente, tenía pinta de que iba a cumplirse la teoría del cuatro. ¿Y qué es? Como señalaba él, se da la casualidad de que todos los años que acaban en el número 4 nacen series llamadas a convertirse en éxitos televisivos. Como digo, es una casualidad, pero ya que este año 2014 los pronósticos apuntan a que veremos algún estreno excepcional —aunque sea por descarte—, merece la pena tener en cuenta esta teoría. Y ver si se cumple.
El último "cuatro" fue en 2004, el año de la explosión; el año en el que se dice que las series de televisión tomaron una nueva consideración gracias a los grandes títulos que se estrenaron en ese año y, por supuesto, al cambio en el consumo de estas series gracias a herramientas como Internet. Lost, Desperate Housewives, Boston Legal, House, American Dad, The L Word, Entourage, Deadwood, Veronica Mars o Rescue Me se estrenaron este año. En la midseason del año siguiente —es decir, a efectos la orden es del 2004— se estrenaron Grey's Anatomy, Medium, The Office y Numb3rs. Además, todavía estaban en emisión, por ejemplo, Friends, Frasier, Malcolm in the Middle o Angel. La WB vivía sus últimos momentos de gloria con Gilmore Girls, Everwood, Smallville, One Tree Hill o Charmed. HBO se consolidaba como un referente y mantenía en antena a Sex and the City, The Sopranos, The Wire, Six Feet Under o Carnivàle. En definitiva, un buen año.
Casualmente, una década antes, en 1994, también se estrenaron grandes títulos que todavía recordamos. Friends, Babylon 5, Ellen, Sister Sister, My So Called Life, Party of Five, Chicago Hope, ER... En emisión seguían numerosas series prueba de que la sitcom vivía sus últimos años dorados, además de procedimentales realmente famosos: The X Files, Walker, Frasier, NPYD Blue, The Nanny, Melrose Place, Blossom, Northern Exposure, Family Matters, The Fresh Prince of Bel-Air, Law & Order y mil más. Sin duda, otra buena época para el seriéfilo.
Aunque habría que analizar las décadas anteriores para "validar" esta teoría, lamentablemente 1984 me queda muy lejos, pero basta anotar el estreno de Miami Vice, Punky Brewster, Night Court (Juzgado de Guardia), Murder She Wrote, V o The Cosby Show. Por supuesto, había todavía series mitiquísimas en emisión que redondeaban este año de estrenos, como Magnum P.I., Dinasty, Falcon Crest, Hill Street Blues, Cheers o Knight Rider.
En definitiva, casualidad o no, lo cierto es que el número cuatro le sienta muy bien a la televisión estadounidese. ¿Veremos repetirse el fenómeno en 2014? Todo apunta a que así será, aunque tan solo sea por el número de series que se estrenen. Alguna tiene que salir buena, digo yo.
4 8 15 16 23 42... Nunca subestimes el poder de los números. Aunque ha habido excepciones los últimos años me han parecido más flojos en cuanto a estrenos. Además he de reconocer que aunque me viene de serie, mi pasión por las series se agudizó en 2004... así que espero que tengas razón con la teoría del cuatro :)
ResponderEliminarTodo apunta a que este año veremos cosas muy interesantes
ResponderEliminar