Nos despedimos de Parenthood hasta dentro de más de una mes con un capítulo bastante trivial y aburrido, en la línea de los episodios anteriores. Los Braverman no levantan cabeza esta temporada y la desgana que me despiertan es cada vez mayor.
Kristina y Adam vuelven a poner en relieve los fallos del sistema educativo en el caso de que tu hijo tenga algún tipo de problema, con el Asperger de Max, concretamente. La solución de Kristina es la más lógica y natural en una situación tan complicada como la de su hijo: abrir ella misma un colegio para niños como Max. Después del fracaso que supuso como trama la carrera de Kristina como alcaldesa de Berkley, los guionistas han visto la luz con esta posible historia. ¿Desde cuándo Kristina vive en ese mundo de Fantasía? Una absurdez altamente ridícula que solo me lleva a desear que termine de una vez la temporada.
Sin embargo, el colmo de lo absurdo se lo llevan Julia y Joel. La primera nunca ha sido santo de mi devoción pero lo que están haciendo con la relación entre los dos y, especialemente, ese nuevo Joel que no es nada consecuente con lo que conocemos de él desde hace 5 temporadas, no hay por donde cogerlo. Sinceramente, me saca completamente de la historia y ni siquiera puedo llegar a querer comprender la situación por la que están pasando los personajes ya que lo único que pienso es: "¿pero qué les pasa a los guionistas?". La falta de coherencia por parte de Joel no se arregla con un plano de Sam Jaeger llorando antes de marcharse de su casa y una canción lenta sonando de fondo.
Por lo demás, el episodio ha sido bastante tranquilo. Zeek ha tomado finalmente la decisión de vender la casa y al darse cuenta de que tiene que hacer algo más por Camille si quiere que su relación no comience a resquebrajarse. Hank y Sarah tienen que unir fuerzas para un trabajo de fotografía, y el primero tiene que comerse sus palabras sobre trabajas con su ex novia. Ha sido divertido verlos interactuar. Por su parte, Crosby y Jasmine son tan intrasdencentes en la serie que lo más interesante que les ha pasado en semanas ha sido que tienen humedades en el techo y se ven obligados a mudarse a casa de los abuelos Braverman. Sin palabras.
Parenthood volverá el 27 de febrero (¡gracias Juegos Olímpicos de Invierno!), esperemos que en mejor forma ya que, de momento, el principal adjetivo para describir la temporada está siendo: aburrido. ¿Qué os está pareciendo a vosotros?
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