Poco a poco Shameless nos va dejando claro que esa aparente situación de estabilidad con la que nos econtramos a principio de temporada no es más que eso, una fachada. El capítulo me ha resultado un poco aburrido pero ha tocado algún tema interesante, como las adicciones de los Gallagher.
Empecemos por Deb. La adolescencia es una época difícil y la marcha de Lip e Ian, sumado a que Fiona está cada vez más ausente, están haciendo que la pelirroja se encuentre en una situación complicada. Sus amigas, aunque insoportables, me siguen haciendo bastante gracia por esa visión terriblemente distorisionada que tienen de los chicos, el sexo y el amor. Me ha gustado ver como su novio le ha parado los pies ante la perspectiva de acostarse juntos. Esta claro que el chico tiene algo raro (recordemos que él tiene 20 años y ella 13) pero ha sido un momento bonito, teniendo en cuenta que lo que Debbie necesita es recuperar esa red de seguridad que de repente ha desaparecido en su entorno familiar.
Lip sigue luchando por compaginar la vida académica y la laboral. La situación cada vez se le está haciendo más cuesta arriba y dudo mucho que pueda aguantar más. No nos han contado nada nuevo pero Jeremy Allen White es tan atractivo que me da un poco igual.
Por su parte, Frank continúa siendo Frank. Conquistar y engañar a su desconocida hija mayor no ha sido su punto más bajo en las cuatro temporadas que llevamos pero la serie no engaña: toda esa compasión que vemos no es más que otra de sus farsas, pero a mí personalmente nunca dejará de sorprenderme lo bajo que puede caer. Un aplauso para William H. Macy que está muy bien mostrando un punto de (casi) vulnerabilidad de Frank, en lo que ayuda un buen maquillaje y que el actor haya adelgazado casi 10 kg para interpretar a su personaje esta temporada. Obviamente, esta historia ha terminado con el momento bestia de la semana: Samantha lanzándose a besar a Frank sin, por supuesto, saber que es su padre.
Fiona, Fiona, Fiona... su relación con Mike estaba destinada al fracaso ¿pero tan pronto? ¿Qué puedo decir que no sea vulgar y soez sobre ese polvazo en la encimera de la cocina? Está claro que este momento va a a significar para Fiona bastantes problemas pero me gusta como Robbie le ha servido de vía de escape a esa relación tan convencional (y aburrida, al menos en los parámetros de los Gallagher) con Mike y sobre todo a dejar rienda suelta a esas adicciones a las que Robbie se refiere.
Aunque no han tenido tanto tiempo como los demás personajes, ha estado bien tener unos minutos de Sheila (sigo echando de menos a Jody) y de Mickey. Este último está más perdido que nunca y a punto de tocar fondo. ¡Queremos de vuelta a Ian!
De momento, lo único que me preocupa de esta temporada es la dispersión de los personajes. Individualmente funcionan muy bien pero cuando Shameless de verdad brilla es cuando junta a toda esa pandilla de locos que tanto se quieren, y que nosotros tanto queremos. Se echan de menos más momentos de los Gallagher juntos aunque aún tenemos mucha temporada por delante para que esto ocurra.
Pues ami me gusta la seria y como se esta moviendo .... me da pena Mickey .... pero ahi vamos lo que si me da gracia es nuestra Fiona, Fiona, Fiona... tanto tiempo me quise negar lo que era tan evidente de que nuestra querida fiona es una putilla una putasa que ni en Brazzers jajajaja y la amo .... veremos en ke termina esto...
ResponderEliminar