House of Cards regresa hoy, viernes 14, a la plataforma Netflix con su segunda temporada completa. El oscuro retrato de la política estadounidense que hace la serie de Beau Willimon nos lleva a hacer un pequeño pero intenso repaso por las mejores series que han tenido como epicentro la política, estadounidense o europea.
The West Wing
La serie política por excelencia. Si la comparamos con las demás series de las que vamos a hablar, The West Wing es, sin duda, hija de su tiempo. Aaron Sorkin retrata al presidente del gobierno de los Estados Unidos (al que conoceremos bajo el mítico nombre POTUS) y a su círculo de asesores más cercanos bajo un manto de optimismo e idealismo casi utópico, que hoy en día resulta impensable ver en un producto audiovisual. Sin embargo, es imposible negar el legado de Sorkin y como su afilada pluma y sus característicos walk and talk (gracias, también, a la mano del director Thomas Schlamme) nos dejaron uno de los clásicos de la historia de la televisión.
Veep
No todo lo relacionado con la política tiene que ser serio y Veep es la muestra de ello. La mano de Armando Ianucci está detrás de esta sátira de la política estadounidense que tiene como protagonista a Selena Meyer (una maravillosa Julia Louis-Dreyfus), la vicepresidenta del gobierno americano, una mujer malhablada y frustrada por su posición de segundona, que se rodea de un equipo de asesores tan poco estables como ella. Una comedia a la que le ha costado arrancar y hacerse notar pero que ahora mismo es de las más divertidas en antena.
Borgen
La política no podía escaparse de las punzantes garras de la televisión nórdica. Esta serie escandinava, que terminó tras su tercera temporada, persigue a la carismática política Birgitte Nyborg que se convierte inesperadamente en Primera Ministra danesa. Una mujer comprometida, que tiene que aprender que alcanzar su sueño profesional no va a ser tan fácil como podría parecer. Si todo esto no os convence, solo os diré cuatro palabras más: la Alicia Florrick europea.
Kings
La malograda serie de la NBC, que es una reimaginación de la historia bíblica del rey David, nos situaba en un reino ficticio de Gilboa, cuyo mandamás es el rey Silas. Después de que su hijo sea secuestrado y rescatado por el humilde soldado David, este se convierte en el símbolo que necesita el desmoralizado reino. Una apuesta arriesgada para una cadena generalista que fue cancelada tras una temporada pero que retrataba un interesante panorama político donde la corrupción, las luchas de poder, el chantaje y la guerra eran el pan de cada día mezclado con la soap opera más clásica.
The Good Wife
No hay mucho que se pueda decir de The Good Wife que no se haya dicho ya pero, por supuesto, merece un puesto en nuestro ranking. Aunque teóricamente sea una "serie de abogados" The Good Wife es mucho más, y el retrato que hace del panorama político de Chicago, es siempre interesante. La delicadeza de la serie se traslada aquí a la oficina del fiscal donde vemos los tejemanejes políticos con la elegancia que caracteriza a la escritura y dirección del matrimonio King y dándonos uno de los mejores personajes de la serie: Eli Gold (aunque, ¿algún personaje de esta serie no es uno de los mejores personajes de la serie?).
The Thick Of It
La segunda serie de Armando Iannucci que se cuela en nuestra lista es una sátira del funcionamiento interno del gobierno inglés, planteada como respuesda moderna a la mítica sitcom británica Yes Minister. El robaescenas de la función es Malcolm Tucker, un escocés mal hablado, interpretado por Peter Capaldi, antes de convertirse en el nuevo Doctor. Una visión llena de ironía de la política que, gracias a una realización que se beneficia del aspecto de falso documental, le da un toque de realismo al conjunto francamente descorazonador.
State of Play
Esta miniserie inglesa de Paul Abbott (Shameless) se estrenó allá por 2003 y comienza con unos asesinatos que parecen que no tienen relación entre sí pero que terminan destapando la infidelidad de un joven y ambicioso político. En seis capítulos, State of Play explora las relaciones de poder entre la prensa y la política, en las que los periodistas actúan como azote de la verdad contra la corrupción, los engaños y los trapos sucios de los gobernantes. Un reparto encabezado por John Simm, David Morrisey, Kelly MacDonald, James McAvoy o Bill Nighy en una excelente miniserie que nos ofrece una perspectiva de la política desde un punto de vista diferente.
John Adams
Viajemos al pasado para encontrarnos con el segundo presidente de los Estados Unidos y esta miniserie de la HBO que narra los primero 50 años de historia del país y el papel que John Adams desempeñó en ella. Paul Giamatti y Laura Linney interpretan a Adams y su esposa, Abigail, cuyos dramas personales forman una parte tan importante de la trama como la historia de la fundación del país americano. El resultado, ser la miniserie más premiada en la historia de los Emmy (13 premios) y mostrarnos un trocito de la historia americana siempre interesante.
House of Cards
No podemos olvidarnos de House of Cards, adaptación de la serie británica del mismo nombre (y que podríamos perfectamente incluir en esta lista... pero no hemos visto todavía) a cargo de Beau Willimon y David Fincher que puso a Netflix en el panorama televisivo el año pasado con merecido derecho y mérito. Nos cuenta la historia del matrimonio Underwood, una ambiciosa pareja de peces gordos de Washington que no dudarán en hacer todo lo que esté en su mano para cobrar su venganza y colocarse en el podio político. La crudeza de sus actos cautivó a la crítica, pendiente del estreno de su segunda temporada precisamente hoy, día de San Valentin.
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Por supuesto, no son todos lo que están ni están todos los que son. La política es un tema que las cadenas de televisión han retratado con diferentes resultados a lo largo de los años. Desde el elistismo, frialdad y corrupción de Boss hasta la memez de 1600 Penn, pasando por la insipidez de Political Animals o Commander in Chief y llegando al análisis exhaustivo de The Wire, especialmente a partir de su tercera temporada.
¿Cuáles os faltan a vosotros y cuáles son vuestras preferidas?
De las que pones, solo he visto Veep, que no está mal y The Good Wife, que me encanta, aunque no sé si la metería en el grupo de series sobre política.
ResponderEliminarPolitical Animals me gustó mucho y la que debería estar en esta lista sí o sí es Parks & Recreations.
Con Parks me pasa lo que a ti con The Good Wife. Me encanta, es de mis comedias preferidas pero nunca he pensado en ella como una serie política...
ResponderEliminarGracias por comentar!
Yo añadiría una serie más: "Boss". Protagonizado por un grandísimo Kelsey Grammer, ni rastro del entrañable Frasier. Temblad con el alcalde de Chiavo, Tom Kane.
ResponderEliminarGracias a vosotros por el blog tan estupendo que tenéis!!
ResponderEliminarSí, bueniiiiiisima.
ResponderEliminarBorgen es muy buena aunque algo despareja en la 2 temporada con algunos temas personales trillados, pero se mantiene
ResponderEliminarCoincido. Es la mejor serie política que vi en mi vida, incluso por arriba de House of Cards.
ResponderEliminarHay que ser muy miope para no ponerla en esta lista...
Faltaron dos series políticas absolutamente esenciales : por un lado, Boss, probablemente uno de los mejores dramas políticos que vi en mi vida, protagonizado por un excepcional Kelsey Grammer ; y por otro lado faltó Alpha House , una excelente comedia política con un reparto y conceptos bastante más allá de lo típico, también de lo mejorcito que vi al respecto.
ResponderEliminarTeniendo en cuenta dos omisiones tan básicas, diría que esta lista la armaron de apuro.