Bienvenidos a Mind Games, donde los hermanos Edwards van a aprovechar la ductilidad de tu cerebro para hacerte cambiar de opinión. Bajo esa hipótesis, nace el estreno de ABC en una temporada y horario dudosos e intentará ofrecernos, a priori, un entretenimiento blanco y familiar.
Ross Edwards (Christian Slater) ha pasado dos años en prisión por fraude. Al salir, ha convencido a su hermano Clark (Steve Zahn), profesor universitario que fue expulsado por tener un affair con una alumna, para fundar una empresa que ayude a las personas a cumplir sus objetivos. Lo harán aprovechando las técnicas de manipulación del primero y los conocimientos sobre la mente humana del segundo.
Tienen el poder. Concretamente, tienen el poder de hacer sus personajes creíbles. Estamos hablando, claro está, de los actores. Pasados cinco minutos ves una relación de hermanos real y convincente. Y Steve Zahn ha conseguido que su personaje te saque completamente de quicio en el buen sentido, en el sentido que te hace querer ver más. En ese momento, deseas saber más sobre la empresa de los hermanos Edwards.
Ross Edwards (Christian Slater) ha pasado dos años en prisión por fraude. Al salir, ha convencido a su hermano Clark (Steve Zahn), profesor universitario que fue expulsado por tener un affair con una alumna, para fundar una empresa que ayude a las personas a cumplir sus objetivos. Lo harán aprovechando las técnicas de manipulación del primero y los conocimientos sobre la mente humana del segundo.
Tienen el poder. Concretamente, tienen el poder de hacer sus personajes creíbles. Estamos hablando, claro está, de los actores. Pasados cinco minutos ves una relación de hermanos real y convincente. Y Steve Zahn ha conseguido que su personaje te saque completamente de quicio en el buen sentido, en el sentido que te hace querer ver más. En ese momento, deseas saber más sobre la empresa de los hermanos Edwards.
Por lo visto, no va más allá de una compañía que ayuda a sus clientes a obtener lo que desean manipulando la personalidad de otras personas. Con la ayuda de sus empleados, que se verán obligados a interpretar a otros personajes como si fueran actores en lugar de licenciados en Económicas, intentarán ayudar a desconocidos con sus asuntos personales.
Creo que el principal problema de la serie es que va a ser duro oír tantos gritos cada semana. No quisiera hablar de sobreactuación pero esa sensación que produce el papel de Zahn, pasado el ecuador del episodio ha dejado de ser placentera. Por otro lado, algo me dice que Mind Games puede convertirse en la nueva Leverage, salvando las distancias. En Leverage, personas sin escrúpulos o de dudoso proceder, como estafadores y matones, se aliaban para luchar a favor de las personas que habían sido maltratadas por las grandes empresas. Tenía ese atractivo de ver cómo algunos delincuentes luchaban contra su instinto trabajando para personas buenas. Y por cierto, los actores principales no eran tan conocidos.
En Mind Games, dos actores de bastante renombre van a intentar sacar adelante una serie que bien podría servir para dar a conocer a actores de menor categoría. No es que se les quede pequeña, es más bien sobre la costumbre que tenemos de encasillar a los actores. En ese sentido, no creo que vayamos a tener demasiados prejuicios porque, como he dicho, bastan pocos minutos para verles inmersos en el papel. Y en cuanto a la trama, a excepción de Ross (Christian Slater), todos son personas con buenas intenciones, en principio. De ahí podemos concluir que el único que pondrá impedimentos a ayudar a los más necesitados será precisamente Ross, que ya ha mostrado en el piloto que lo que más le interesa es el beneficio económico. Y supongo que va a ser difícil encontrar ese equilibrio entre echar una mano a grandes multimillonarios para que consigan sus caprichos y a personas con necesidades reales y sin dinero. Ojo, también serán él y sus pretensiones los que le den más vida a cada episodio, como ya ocurre en el primero.
Antes de poder confirmar hacia dónde se dirige realmente esta empresa, podemos disfrutar del primer caso tratado por los hermanos Edwards. La falta de financiación amenaza el futuro de la empresa y, al mismo tiempo, no es posible pedir dinero a personas necesitadas del mismo. Por eso, han decidido ayudar gratis a una madre y su hijo, con una situación grave que comprende problemas de salud y compañías aseguradoras, con la esperanza de obtener fama y, por extensión, más clientes.
Así, van a hacer que la compañía de seguros acepte financiar a la familia necesitada. Pasando por varias etapas y gracias, sin duda, a los dos hermanos y sus habilidades, la aseguradora lo tendrá difícil para llevar a cabo sus propias decisiones. Pero ni siquiera entre los hermanos va a ser fácil elegir un camino que agrade a ambos, y es que para poder llevar a cabo este objetivo que se han propuesto en la vida, primero tendrán que arreglar los problemas personales que les han llevado a donde se encuentran ahora. Los que conocen y los que no.
¿Le vais a dar una oportunidad? Yo sí. Esperemos que la audiencia mejore o lo tenemos crudo.
¿Le vais a dar una oportunidad? Yo sí. Esperemos que la audiencia mejore o lo tenemos crudo.
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