Cuatro episodios de Shameless y la serenidad de nuestra familia disfuncional favorita ha llegado a su fin. El capítulo más demoledor de lo que llevamos de temporada (imposible hacerse el duro con ese final) nos descubre a los personajes en su estado más vulnerable, cometiendo errores porque, como dice Fiona, eso solo demuestra que son Gallagher.
A raíz de este capítulo, me sorprende a ver leído algunos comentarios en Twitter deseando que Frank no encuentre solución a su delicada situación de salud. No seré yo quién defienda las decisiones del personaje, que no tienen defensa posible, pero también creo que Frank es una pieza clave en la serie, que sus manipulaciones, engaños y mentiras forman parte de la esencia de Shameless y que es algo que echaría de menos si, finalmente, muriera (algo que dudo mucho, seguro que es capaz de buscar una salida a su situación). Entiendo que es la misma historia de siempre, que la rendición no va a llegar nunca (ni debe) y que puede llegar a cansar, pero a mí me sigue gustando seguir sus ruines aventuras.
Fiona sigue tomando decisiones poco acertadas en lo que respecta a su vida amorosa. Su relación con Robbie, el hermano de Mike (que, recordemos, también es su jefe), es tan sexy como peligrosa y moralmente dudosa. Es cierto que Fiona está siendo egoísta, no solo porque va a hacer daño a Mike, sino porque de ello depende el único trabajo estable y decente que ha tenido en años, pero después de su historial con los hombres podíamos esperar algo así. Me gusta mucho que no estén intentando vendernos las excusas por las que Fiona hace esto, simplemente, necesita la adrenalina que le produce la relación con Robbie (en oposición a lo convencional que es Mike). De hecho, Veronica ha servido de voz de los espectadores en este aspecto, lo que se agradece, esto es Shameless, no necesitamos justificaciones baratas.
Mientras que Fiona decide sabotear su relación, a Debbie no le va mucho mejor. Los sudores fríos que me provocaba su relación con un chico de 20 años parece que van a llegar a su fin y, aunque haya sido a costa de su sufrimiento, me alegro que ese noviazgo haya terminado. Sus lágrimas al final del capítulo me parten el corazón pero estaba muy claro que no estaba preparada para acostarse con nadie y que la presión que puede sentir una niña de 13 años por practicar sexo es una estupidez.
Lip, por su parte, tras una serie de catastróficas desdichas no consigue llegar a tiempo a un examen que finalmente no puede hacer. Esto es la gota que colma el vaso y explota en mitad del campus. Como es un Gallagher, explotar no significa indignarse y gritar un poco sino coger una herramienta y romper los cristales de todos los coches que se le cruzan por el camino. Una actitud muy prudente y madura. Tras esto decide volver a casa, donde Kevin le pone los puntos sobre las íes acerca de su situación. Me gusta que no intenten vendernos a Lip como una víctima, tiene que aceptar su nueva situación y responsabilidades y el único responsable de que no le vaya bien es él mismo, que está demasiado asustado por un futuro incierto. Finalmente, la reprimenda de Kevin le sirve para volver a la Universidad y conseguir que el profesor le permita hacer el examen.
Como digresión, me cuesta tomarme en serio al profesor (Gideo Emery) después de verlo sobreactuar y gritar sin sentido durante media temporada de Teen Wolf.
A lo largo de los cuatro capítulos que lleva la temporada de Shameless hemos visto como la estabilidad de los Gallagher se resquebrajaba, para que, finalmente, en este capítulo tocaran fondo. Un episodio triste pero intenso y necesario en el que se agradece que haya habido más interacción entre los personajes (aunque Lip y Fiona no lleguen a verse). Me encanta que, dentro de la locura genreal de todos ellos, Kevin y Veronica funcionen como la voz de la razón que pone a los Gallagher en su sitio cuando lo necesitan. Por último, ¡Ian vuelve ya!
¿Qué os ha parecido a vosotros? ¿Echáis de menos a Ian? ¿Qué futuro creeis (y esperáis) para Frank?
Ostras, el Deucalion, ya decía yo que me sonaba el tío jajajaja
ResponderEliminarNo echo de menos a Ian, gracias. Echo de menos al antiguo Lip, que era un buenazo.
Y Fiona, a ver si creces un poco, hija, que nunca me habías caído tan mal. Y ya no es por el rubio, que me da pena, sí, es porque se está jugando su trabajo y está siendo una egocéntrica de cuidado.
Shameless us es como el buen vino, con el tiempo se vuelve cada vez mejor, excelente capitulo y excelente temporada...obviamente q frank va a lograr safar, no imagino la serie sin él, lo q le pasa a fiona es totalmente entendible su novio es tan zzzzzzz, me dio mucha pena lo de debbie (excelente actuacin, lagrimas totalmente criebles) adoro a carl y sus locuras y tb quiero q lip haga de las suyas, yo tampoco extraño a Ian...
ResponderEliminarSolo espero q Showtime pronto anuncie la renovacion para una quinta temporada, no em cansaria nunca de ver a los Gallagher