Las temporadas de The Walking Dead siguen un patrón claro y definido. Hay una primera fase, en la que se intenta restablecer el status quo tras la habitual batalla en las season o midseason finales. Después viene la típica fase de itinerancia, en la cual estamos ahora. Lo especial de ésta es que el grupo está dividido en múltiples grupos. En este capítulo, la trama se centra en las historias de Rick, Michonne y Carl, por un lado; y Glenn, Tara y sus nuevos acompañantes, por el otro.
Tras la cabecera observamos cómo Michonne se ha quedado con Rick y Carl, algo que parece que está sirviendo al chaval. La transformación de ella se ha completad: se ha convertido al fin en una persona que deja de lado a la asesina de la katana sin sentimientos que era antes. Ahora incluso ríe. Su ropa ha cambiado, llevando así una camisa blanca. Una metáfora para reflejar su paso de la opacidad a la transparencia. Michonne ha pasado página, el odio no le ha traído nada bueno. El fin de lo que fue su personaje acabó cuando eliminó a la horda de zombies en el capítulo anterior, cuando se despoja de sus nuevos caminantes sin boca ni brazos. Volver al principio finalmente le hizo huir de él. Algo perfecto para Carl, pues necesita un apoyo real para poder avanzar, ahora que da a su hermana por muerta. Juntos, saldrán adelante, pues Rick no puede darle la amistad que necesita.
Mientras ellos salen a por provisiones, Rick es interrumpido en su descanso por unos tipos que registran la casa. Y no son trigo limpio precisamente, cosa que comprobamos cuando no dudan en pelear por una cama hasta la inconsciencia (el tipo no está muerto, por cierto). El caso es que Rick tiene que hacer lo que haga falta para sobrevivir. En lo que es un experto. Su cómoda estancia debe terminar, ya no es un sitio seguro. Otra vez itinerancia.
Glenn, que estaba inconsciente, despierta en el camión militar junto a Tara, que veíamos cómo anotaba todo el camino en sus manos para que Glenn pudiera volver a buscar a Maggie. El asiático insiste en abandonar a sus nuevos compañeros. Nada le puede hacer cambiar de opinión. Ni siquiera el sargento Abraham Ford ni su misión de llevar al científico Eugene Porter a Washington, junto a Rosita Espinosa, la que faltaba por ser presentada. El caso es que lo que se traen entre manos tiene muy buena pinta. Pero, por sí alguien lo dudaba, todos acompañarán a Glenn en busca de su amada después de que el científico lumbreras dispare al tanque de gasolina del camión.
Finalmente, Rick, Carl y Michonne huyen de la casa sin tener que enfrentarse cara a cara con los invasores. Tendrán que seguir adelante. Cuando alcanzan las vías del tren, leen una pancarta que les invita a seguir hasta Terminus, lugar que servirá como punto de reunión para todos cuando acaben sus respectivos periplos. Será ahí donde se desarrolle la season finale y donde conozcamos nuevos personajes que serán su tabla de salvación y la nueva fuente de problemas a partes iguales.
Muy buen capítulo el de esta semana, tranquilo en cuanto a caminantes, pero muy completo en cuanto a personajes. Además, nos deja el misterio abierto sobre Abraham, Rosita y Eugene, personajes que no son lo que parecen. No sé sí eso es bueno o es malo, pero seguro que será divertido.
Muy buena crítica para un episodio algo flojete pero que a mí me ha encantado. Me gusta mucho el nuevo trío de personajes y el misterio que esconden, y creo que por otro lado Rick, Carl y Michonne hacen un grupo muy sencillo pero muy entretenido. Al final va a resultar que las dinámicas de grupo eran demasiado complejas para esta serie...
ResponderEliminarUn reparto coral siempre tiene la desventaja de no poder ahondar en los personajes. Le pasó a Lost cuando la acortaron.
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