Con un estreno tardío, debido a un parón para modificar guiones, Crisis bien podría considerarse un estreno estival. De momento, NBC ha confiado en este nuevo proyecto que, no es por nada, se asemeja en gran medida a multitud de películas con palabras como "poder" o "testigo" en su título y que recaudan millonadas en todo el mundo. Hay que darle una oportunidad.
Desde el minuto uno, recuerda tanto a Hostages que asusta y, sin embargo, me he arriesgado a ver el piloto entero, puesto que soy uno de los pocos atrevidos que vieron el drama de CBS hasta el final. Crisis pinta bastante mejor.
Trataré de remarcar las diferencias, que las hay. Esta vez los secuestradores están realmente preparados, lo cual es todo un detalle para el espectador, y el objetivo del secuestro aún se desconoce. Son los hijos de las personas más poderosas de Norteamérica los que han sido secuestrados y por ello sus padres estarán dispuestos a hacer cosas inimaginables. Esto es todo lo que sabemos, además de que los malos no son los malos.
Entre lo más destacable está también la credibilidad de los actores. No tiene por qué significar que estos sean mejores (o sí), pese a que nunca me creí a Toni Collette como cirujana y madre de familia (Hostages), pero desde el primer momento la relación de hermanas entre Susie Dunn (Rachael Taylor) y Meg Fitch (Gillian Anderson) se me hace verosímil. Siempre tengo presente que Rachael Taylor está teniendo muy mala suerte con las producciones en las que participa, pero no parece ser a causa de sus malas interpretaciones.
Los que llaman la atención en el mal sentido son algunos de los más jóvenes. La parte mala de hacer una ficción con muchos adolescentes en primera línea es la necesidad de encontrar a los actores adecuados. En este caso algunos, no todos, acaban sorprendiendo. Veremos cuánto aportan al resultado final.
Al comienzo, el montaje y la forma de presentar a los personajes no ayudan, el principio es de todo menos frenético. Esto debe de ocurrir durante tan solo unos minutos porque sin apenas contarte nada han pasado los cuarenta y cinco minutos y ha resultado corto, todo un logro. Se revelan algunos misterios y también hay sorpresas. El plan parece estar saliendo bien, pero Marcus Finley (Lance Gross) no está dispuesto a dejar que su primera asignación sea un desastre. Relaciones familiares complicadas y personajes más complejos consiguen hacer al piloto el detonador perfecto de la midseason.
Con el paso de los meses, irá perdiendo competencia y, si la trama no se desvirtúa en exceso, podrá ganar audiencia porque, ¿qué tiene de malo? Es atractiva. Me he arriesgado a ver el piloto y he acertado. Terminaré la temporada.
Con el paso de los meses, irá perdiendo competencia y, si la trama no se desvirtúa en exceso, podrá ganar audiencia porque, ¿qué tiene de malo? Es atractiva. Me he arriesgado a ver el piloto y he acertado. Terminaré la temporada.
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