Nuevo episodio de las aventuras de los hermanos Winchester. El episodio en sí ha estado bastante bien, aunque haya sido de relleno y haya sido algo decepcionante con ese final. Lo mejor del episodio ha sido la vuelta de esos chicos que tantas risas nos han hecho pasar en varias ocasiones en el pasado. Aun así, en este episodio risas no nos han proporcionado, sino que nos han dado la trama dramática del episodio, aunque haya sido la versión freak de la trama principal de los protagonistas. A vosotros ¿qué os ha parecido?
Lo sobrenatural está en todas partes, y cuando digo que ha llegado a todas partes es porque en este episodio ha llegado a las tecnologías. La primera víctima es una joven bastante narcisista a la que le encanta hacerse selfies con el móvil; el problema viene cuando en las imágenes aparece un hombre con la cara desfigurada que termina asesinándola. Podría tratarse de un simple slasher si no fuese porque la casa está totalmente cerrada y ese hombre desfigurado se ha cobrado víctimas en numerosos sitios. Por lo tanto, es el próximo caso de los hermanos Winchester, pero descubrirán que no serán los únicos.
En el momento de hacerse pasar por agentes federales y hablar con la madre de la víctima, los Winchester descubren que unos viejos conocidos se les ha adelantado: Ghostfacers. Sí, esos freaks que habían creado un programa sobre fantasmas, aunque se han quedado a la mitad. El caso es que los Ghostfacers no quieren dejarle el caso a los Winchester y quieren seguir aprovechándose del dolor ajeno. Los chicos descubrirán que los Ghostfacers han escrito un libro sobre Thinman: una criatura creada en internet que se dice que acecha a sus víctimas hasta que es el momento de acabar con sus vidas. Mitad humano, mitad árbol tiene la cara desfigurada y se ha cobrado numerosas víctimas, y otras tantas la han visualizado en fotografías tomadas por ellos mismos.
Pronto aparecerá una nueva víctima: el dueño de un café que ve por las cámaras de seguridad como aparece Thinman y termina con su vida. Ya en este punto, uno de los Ghostfacers empieza a echarse atrás mientras el otro se obsesiona cada vez más; hecho que le hará ir a buscarle a los bosques mientras el otro acude a Dean y a Sam. Resulta que Thinman es un invento del Ghostfacer para que su amigo no le abandone por una chica; ahora Thinman se ha vuelto realidad. En el bosque Thinman aparecerá para atacar al Ghostfacer sin llegar a matarle. Por lo tanto, su amigo se verá en la obligación de contarle la verdad creando una situación semejante a la que viven Dean y Sam.
A estas alturas del episodio, los hermanos Winchester todavía no saben a qué se enfrentan y no se darán por vencidos. En los bosques encontraron unas huellas de neumáticos que les lleva a un único coche en todo el pueblo, y al ir a investigar se descubre todo el pastel. El ayudante del sheriff –nadie sospecharía de él ya que parece el tonto del pueblo– es el responsable de todo, y sí, tiene un cómplice y no es sobrenatural. Son simplemente dos amigos que se sienten invisibles para todo el pueblo y han decidido dar vida a esa leyenda inventada. Tanto los Winchester como los Ghostfacers acabarán con ellos, pero no serán con lo único que acabarán. El haberle mentido para romper su relación y seguir juntos buscando fantasmas es algo que no se puede perdonar; es decir, los Ghostfacers han acabado su andadura por el terreno sobrenatural y el de la amistad.
COMENTARIOS