Una semana más, los hermanos Winchester vuelven a nuestros hogares para mostrarnos un avance en su complicada vida como cazadores. El episodio de esta semana ha sido bastante flojo; la promo nos mostraba un episodio bastante interesante pero en realidad se ha quedado en un incómodo wannabe. Es una pena que nos proporcionen un episodio así antes de un nuevo parón, ya que quitan las ganas de ver un nuevo episodio. Los nuevos episodios de Supernatural vuelven el próximo 15 de Abril.
Miedo
Dean ha cambiado desde la semana pasada. El hecho de tener la marca de Caín y haber cogido el famoso puñal provocó un sentimiento nada agradable. Cuando digo que no fue nada agradable me refiero a que ha provocado varios sentimientos que atormentarán a nuestro protagonista. La preocupación llega a provocar que Dean rechace enfrentarse al caso de esta semana y decida quedarse en el refugio a investigar maneras de encontrar a Abaddon. Por supuesto, se trata de una mala excusa, ya que lo único que hará es darle vueltas al asunto mientras se refugia en la bebida. Ante la ausencia de Sam, Dean recibirá la visita de Crowley que le hará ver la realidad: tiene miedo. La sensación que sintió al coger el puñal fue muy agradable para el mayor de los Winchester y sabe que está mal, pero aun así, no puede evitar desear volver a tener el puñal en sus manos. Crowley le hará ver que lo importante es acabar con Abaddon, y ya tendrán tiempo para enfrentarse la nueva adicción que sufrirá la serie.
Ejército Sin Alma
Vamos a hablar del caso que ocupa este episodio, al cual sólo se enfrentará Sam. La trama nos lleva a Illinois, donde una mujer normal y corriente ha matado a golpes a su marido. Sam acudirá a investigar y pronto descubrirá que la mujer tras ser detenida, se ha ahorcado de forma algo sangrienta. La pareja no serán las únicas víctimas, y es que Sam será testigo de cómo un chico joven cambia radicalmente y ataca a una camarera. Una pista acudirá a él cuando esté totalmente perdido en el caso: una mujer mayor acude a la policía asegurando que los demonios han vuelto a la zona. Como era de esperar, Sam hablará con la mujer para saber qué le sucede. La mujer pronto se dará cuenta de que Sam es un hombre de letras y le contará lo que sucedió tiempo atrás.
En el año 58, la mujer era una joven monja que vio como 2 hombres de letras acudían a su convento investigando un caso. Resulta que una monja, cambió de la noche a la mañana y mató a varias personas, y los hombres de letras que fueron a investigar fueron nada más y nada menos que Henry y Josie –el abuelo de nuestros protagonistas y la ahora Abaddon–. Resultó que la monja malvada estaba poseída por Abaddon y tenía a varios lacayos demoniacos poseyendo a otras monjas. Henry quedó inconsciente tras un golpe de Abaddon, y si no hubiese sido por Josie, Abaddon le habría poseído. Josie estaba enamorada de Henry, y para protegerle, convenció a Abaddon de que la poseyese a ella y no a él. De todo esto fue testigo la mujer, y tras contarle lo sucedido a Sam, este se dirige al antiguo convento. Allí se encontrará con una monja poseída que trabaja para Abaddon; su trabajo es quitarle el alma a la gente y convertirla en demonios para crear un ejército. Por supuesto, Sam acabará con ella y comprenderá que Dean tiene razón: la prioridad es acabar con Abaddon.
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