Bones no es sólo entretenimiento, eso lo sabemos de sobra. Esta semana se ha encargado de poner en discusión un tema controvertido: legalización de marihuana con fines medicinales.
Una vendedora de marihuana terapéutica, que trabajaba en una tienda establecida, ha sido asesinada. El desfile de sospechosos no fue muy amplio, pues se dio énfasis al aspecto humano de la trama. Pese a esto, por tercera vez consecutiva no acerté con quién era el asesino. Estoy en una eterna mala racha, pero no me importó porque hoy volvía Wendell, mi interno favorito.
Wendell regresa después de un intenso tratamiento contra el cáncer. Aprovechando la pertinencia con el caso policial, Bones relata lo positivo que ha sido para él la utilización de marihuana, la que lo ayuda a combatir los dolores y efectos secundarios de la quimioterapia.
Cam ha debido jugar el papel de villana esta semana, pues ha tenido que despedir a Wendell. La razón es comprendible: el desempeño del interno puede ser cuestionada ante un tribunal, sí se llegase a saber que él utiliza marihuana. Hodgins, Angela y Brennan se molestan mucho con la situación. Wendell es bueno en su trabajo y su calidad profesional no se ha visto afectada por el consumo de la famosa planta, pero Cam debe resguardar la credibilidad del Jeffersonian. Afortunadamente, las cosas se resuelven de forma positiva y Wendell es contratado como consultor externo y hasta le otorgan una oficina propia.
El cáncer de Wendell es complejo, la tasa de supervivencia es de sólo un 10% y creo que nadie está preparado emocionalmente para verle morir. Últimamente han muerto tantos personajes televisivos que no puedo dejar de pensar en una eventual partida de este chico de cara a los últimos episodios. En la sexta temporada de Bones perdimos al interno Vicent y, sin duda alguna, los fanáticos de la serie no queremos pasar por eso nuevamente.
Por otra parte, Booth tiene su examen de desempeño anual y Brennan lo invita a que compita consigo mismo para mejorar su puntaje. Ya saben cómo es él, no quiso aceptar que su esposa tenía razón y a escondidas lo hemos visto estudiar para perfeccionar su calificación a la hora de rendir su prueba. Esta trama me ha gustado bastante, porque nos recuerda que Booth es un agente del FBI sobresaliente y su dupla con la mejor antropóloga forense es imparable.
No puedo dejar de comentar que Angela tiene juguete nuevo. Al parecer el Angelatrón pronto quedará obsoleto y será remplazado por Theo, la moderna máquina 3D que hace ¿hologramas? La verdad es que ella no la usó mucho en este episodio, pero imagino que será parte importante de las próximas investigaciones. ¿Qué les ha parecido este controvertido capítulo?
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