Mientras muchas series siguen de parón, Grey’s Anatomy sigue al pie del cañón sin descansar hasta el final de temporada. El episodio de esta semana ha estado bien, mejor incluso que el de la semana pasada, o es que a lo mejor la decepción que un servidor tuvo le nubla la objetividad. El caso que esta semana ha mejorado la cosa y lo mejor de todo, es que cada vez mejora más la trama que hará que Cristina deje la serie. No sé vosotros, pero yo ya tengo ganas de ver el siguiente episodio.
Nominación
Desde hace 10 años sabíamos que esto ocurriría, aunque haya tenido que pasar tanto tiempo: Cristina es una de las nominadas para ganar el premio Harper Avery, su trabajo con la impresión 3D de conductos ha hecho que se merezca tal premio. El caso es que no es algo que alegre tanto a Cristina como todo el mundo esperaría. Cristina simplemente le quita hierro al asunto diciendo que es una simple nominación, no significa que le hayan dado el premio. Pero todo tiene una explicación, está nominada para dicho premio pero aun así no consigue averiguar qué le sucede a la familia que vimos la semana pasada. La mayor de las hijas tuvo su trasplante, a la mediana le pusieron un marcapasos que parece funcionar, pero el pequeño cada vez está peor. Aun así, gracias a su nominación, Cristina logra que un estudio le preste ayuda haciendo que el pequeño gane algo de tiempo. Por otra parte, muchos compañeros se sienten orgullosos y felices por Cristina, pero hay otros que también sienten todo lo contrario; es el caso tanto de Bailey como de Meredith. La primera, siendo mentora de Cristina ve injusto que gane una nominación y ella no; pero lo peor de todo es que Bailey está realmente estancada en su estudio, pero un comentario de Richard hará que consiga salir de ese estancamiento. Por último, Meredith evidentemente se alegra por su amiga, pero eso no quita porque sienta un poco de celos. ¿Conseguirá Cristina el premio? ¿lo conseguirán Bailey y Meredith en el futuro?
Deprimida
Tenemos que hablar de Callie. Todos sabemos que Callie es una persona muy alegre, positiva y anima a los que están a su alrededor, pero también sabemos que todo lo que ha vivido últimamente ha sido muy duro para ella. Por eso, no es de extrañar que cuando Callie y Derek prueben su nuevo “juguete” médico, los resultados indiquen que está deprimida. La máquina detecta las áreas del cerebro que funcionan cuando son estimuladas por distintas imágenes mostrando las verdaderas emociones. Todos los estímulos parecen entristecer a Callie, todos menos uno: ver a Meredith con su hijo. Pronto llegará a la conclusión de que echa de menos tener un niño pequeño en casa ahora que Sofía ya está en la guardería. Así que, tras hablar con Arizona, llegan a la conclusión de que lo único que le puede hacer feliz es un nuevo bebé. ¿Quién será la que se quede embarazada?
Aislado
Es hora de hablar de Alex; personaje que con el paso de los años es cada vez más secundario. La semana pasada, Alex recibió una interesante oferta de trabajo de una clínica privada, lo que le hará ganar mucho dinero, pero no es fácil dejar atrás el trabajo que le ha cambiado la vida. Su paciente es el mismo de la semana pasada, el niño con ese síndrome que al empeorar puede quedar condenado a vivir en una burbuja el resto de su vida. Por si no fuera poco el hecho de estar aislado –puede que para siempre–, el crear una amistad con la hermana mediana del caso de Cristina no ayuda. Deprimido, con la ayuda de la chica, conseguirá escapar de su burbuja para poder jugar. Evidentemente, Alex entra en pánico cuando ve lo que sucede y es que el niño puede que mejore su infección, pero su enfermedad está cada vez peor. Una vez el chico vuelve a su burbuja, Alex ve como Jackson paga un avión privado para ayudar a Cristina y su joven paciente. Eso le hará pensar y por primera vez verá que aceptar el trabajo es una buena idea. ¿Abandonará también el hospital?
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