El episodio comienza con Alicia llegando a la fiesta de compromiso de Sweeney con el objetivo de que el susodicho firme unos acuerdos legales. Tiene una hora y cuarto para conseguir su atención, y por si esto no fuera poco, se ve envuelta en una espiral de llamadas urgentes y temas que necesitan su atención inmediata mientras deambula por una fiesta, persiguiendo a Sweeney, en la que tanto invitados y camareros se parecen demasiado entre sí. Pero mucho. Algo que no tendría importancia sino fuera porque la aparición del cadáver de la mejor amiga de la prometida de Sweneey en el baño, llevará a Alicia a tomar cartas en el asunto como testigo.
¿Pero qué es lo que realmente recuerda nuestra abogada y qué es lo que quiere recordar? O más bien, ¿qué es lo que Sweeney quiere que recuerde Alicia? Porque, siendo sinceros, ¿quién confía en Sweneey y en su implacable inteligencia? No será la primera vez, ni la última, que el macabro personaje se la intenta tretar a Alicia (y a nosotros). Y con resultados asombrosos, claro está. La puesta en escena de este capítulo es alucinante, porque al mismo tiempo que seguimos a Alicia a través de su periplo por la casa de Sweneey, somos nosotros mismos partes de ello. Y tenemos las mismas dudas, la misma confusión que ella.
Como era de esperar, Sweneey se salvará de ser señalado como autor del asesinato (aunque no será por ganas del detective) y será su prometida la acusada. Diane será la encargada de defenderla, en un juicio en el que el shibari será el plato fuerte del día. Y donde Alicia jugará un papel muy importante para no inculpar a una mujer aparentemente inocente, pero que en realidad, no lo es tanto. Ni por asomo.
Mientras tanto, Zach será fotografiado con una pipa de marihuana, lo que traerá de cabeza a Eli Gold y la campaña antilegalización de Illinois. Por si no esto no fuera poco para el pobre corazoncito de Eli, las declaraciones de Owen tampoco ayudarán a la causa. Pero al menos, recuperamos un poco de la siempre divertida y entrañable dinámica de Alicia y su hermano juntos, que nunca está de más. El momento "Bill & Hillary Clinton" es de los mejores.
Por otro lado, Finn Polmar sigue sufriendo los abusos del fiscal del estado, que está empeñado en suspenderle de sus cargos, sino fuera por la maravillosa y creativa idea de Alicia: presentarse como candidato a fiscal del estado, compitiendo totalmente con Mr. Castro, y así evitar ser suspendido. Todo bien, sino fuera porque el pobre Finn es el candidato al cual Peter decide dar todo su apoyo, dejándole totalmente a cuadros. Una trama curiosa con un personaje muy interesante como es el de Finn, habrá que ver hacia donde nos encamina todo esto.
Evidentemente, las grandiosas artes de Diane, en las que se incluye un curioso enfrentamiento con Alicia como abogado y testigo, lograrán la inocencia de la prometida de Sweeney. Pero esa última revelación final, en la que podemos ver un poco el horror en los ojos de Alicia, deja entrever un cambio en la abogada para con su cliente. Quizás la próxima vez Alicia tome otras decisiones, quién sabe. A escasos tres capítulos de terminar la temporada, no quiero imaginarme lo que los guionistas tienen preparado entre manos para cerrar esta quinta entrega, una de las mejores temporadas de la serie sin duda. Y a vosotros, ¿qué os ha parecido el capítulo?
Esta es una de mis series favoritas, a pesar que veo las series por tandas, con ésta voy pegada capítulo tras capítulo. Es verdad que el último capítulo fue un tanto sui géneris, pero fue divertido verla en distintas situaciones y siempre siendo ella, hasta cuando deja de serla, y luego se recupera, es sensacional.
ResponderEliminarUn saludito :)