La verdad es que a muchos nos ha sorprendido la calidad que ha mostrado The Americans en su segunda temporada. La serie de FX ha ido de menos a más hasta ser brillante. Brillante en la ejecución de las tramas y subtramas y, lo mejor de todo, un desarrollo de personajes más complejo y muy realista.
Esta segunda entrega ha girado en torno a la familia principalmente. El asesinato de un matrimonio del Directorio S, junto con su hija, hace temer a los Jennings que les puede pasar lo mismo. Los problemas de pareja han quedado atrás, y Philip y Elizabeth afrontan ahora los problemas más unidos que nunca, como la idea del posible daño colateral, junto con la incipiente adolescencia de sus hijos, que empiezan a mostrar síntomas de rebeldía. Paige, en concreto, cada vez se fía menos de sus padres y sabe que esconden algo. Y ojo, porque después de ver la finale, ésta tendrá aún más cuota de protagonismo.
No podemos esperar para ver con qué nos sorprenden en la tercera temporada, pero ansiamos saber qué va a pasar con los frentes que ha dejado abierto la genial season finale. Mantener el nivel es complicado, pero Joe Weisberg y compañía ya saben el camino y no sería descabellado que, con el tiempo, se encumbrará como una de las mejores de los últimos años.
A su vecino Stan no le ha ido muy bien este año. En casa, su mujer ya ha asimilado que su amor ha muerto y nada se puede hacer para recuperarlo. Pero en el trabajo, este periodo no ha podido ser peor para él. Un nuevo personaje irrumpió con fuerza en la Rezidentura (embajada soviética), Oleg Burov, la tercera arista de un triángulo amoroso que ha resultado de lo más interesante. Burov y Nina, en su condición de agente doble, han puesto a Beeman entre la espada y la pared, y a punto ha estado de traicionar a su país por amor. Esta trama ha sido de lo mejor de la temporada, estos tres actores más Arkady, han estado fantásticos. Para muestra, el capítulo del polígrafo.
A Philip y Elizabeth, volvemos a ellos, han tenido que lidiar con muchos problemas, el principal, el Capitán Larrick, al que utilizaron para entrar en una base militar donde se adiestraba a guerrilleros nicaragüenses para iniciar la revolución. De ahí nacen los hechos que desembocan en la season finale. El militar busca venganza por la muerte de varios de sus compañeros y se lleva por delante a Kate, el enlace que sustituyó a la gran Claudia, George, el telefonista (quería saber más de él) y una joven espía del país centroamericano llamada Lucía.
La Guerra Fría no es lo más destacado de The Americans, o sí. Da igual el punto de vista desde donde lo miremos, ya que las tramas van desembocando unas en otras sin darnos cuenta. El trabajo en los guiones da sus frutos cuando esas subtramas que considerábamos tangenciales acaban convirtiéndose en claves, y las que creíamos más importantes, lo siguen siendo también. Otro de sus méritos es haber sido poco predecible, pues semana a semana iba tumbando teorías que surgían por la red, haciendo muy difícil la labor de los reviewers.
Quizás se le pueda echar un poco en cara la falta de tensión que tienen sus guionistas para resolver los clímax del último capítulo de la temporada. The Americans no busca ser efectista, eso es cierto, y es bueno, aunque al espectador le gusta un poco de más acción para resolver esas tramas que han ido generando expectación durante muchos episodios.
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