El lunes se emitió en Estados Unidos la finale de la sexta temporada de Castle, una temporada marcada por episodios decentes y otros bastante flojos, mucho inferior a la divertida quinta temporada que contó con algunos tan memorables como Probable Cause, Significant Others o Still, un regalo a los fans.
Este año no destacan muchos episodios, aunque puede que el anterior a la finale, Veritas, donde resolvíamos por fin la trama de la madre de Beckett, fuera el mejor en mucho tiempo.
Tras cinco años dándole vueltas al asunto (¿Quién mató a mi madre? ¡Fuiste tú! Ah, no, ¡tú! No, no, ¡que al final eras tú!), Kate descubrió que el verdadero asesino era Bracken, senador con el que hace tiempo hizo un pacto de protección mutua. Sin embargo, cuando este hizo campaña para presidente, Kate decidió que nada podía seguir así y tras descubrir mediante a unos emotivos flashbacks que su madre tenía la grabación que inculpaba al senador, Kate averiguó que todo lo que necesitaba estaba mucho más cerca de lo que ella creía (encima de su mesa de la comisaria, vamos).
La finale, sin embargo, no nos dejó satisfechos. No me considero una persona exigente y sé cuándo hacer uso de la polémica 'suspensión de la incredulidad', así que el hecho de que Becket no supiera que llevaba 15 años casada con un idiota a pesar de haber trabajado en la NYPD y en el FBI no me molestó demasiado. Era graciosillo, tenía su toque de comedia romántica y dio lugar a unas cuantas escenas entretenidas. Pero fueron los últimos 5 minutos lo que me descolocó totalmente.
Porque cuando llevas una temporada entera planeando una boda, añadiendo detalles en todos los episodios, comentando sin parar temas como el vestido, el lugar y los invitados, me parece casi una falta de respeto que dicha boda no se llegue a celebrar por lo que ocurre al final de For Better Or Worse.
Todos sabemos que Castle no va a morir (al fin y al cabo, esto no es The Good Wife) y es completamente obvio Beckett y Castle van a acabar juntos, así que no tiene ningún sentido estropear lo que podría haber sido un bonito final con un cliffhanger innecesario (Castle no llega a la boda, coche en llamas, Castle desaparecido) para introducir la duda de si Castle está muerto o no. Cuando lo hicieron con Beckett al final de la tercera temporada funcionó porque ellos todavía no estaban juntos y todo aquello terminó con la confesión final de Rick, pero ahora parece totalmente sacado de la manga para añadir suspense cuando en realidad no lo hay.
Y sí, entendemos la necesidad de los guionistas de abrir otro gran arco argumental después de la conclusión de uno que ha durado más de cinco años, pero eso podían haberlo hecho después de la boda... o en septiembre.
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