Es posible que me precipitara un poco prejuzgando toda la temporada de Awkward habiendo visto solo el primer episodio. Aunque fue muy flojo y no acertó con el tono de las temporadas anteriores tanto el capítulo de la semana pasada como el de esta han estado francamente bien.
Después del debacle de Jenna la temporada anterior, parece que ahora es el turno de Matty, aunque el descubrimiento de que es adoptado le da más razones para comportarse así que el antojo caprichoso de Jenna el año anterior. Va a ser interesante ver al fin a Matty como un personaje independiente, algo más que una extensión de ella y sus dramas. De momento, el intento de Jenna por acercarse a él cuando sabe que está en un mal momento de su vida ha sido un detalle bonito y honesto pero esta trama también tiene el problema principal de Awkward: seguir dándole vueltas a la relación entre los dos y cometer los mismos errores del pasado.
Las demás tramas del capítulo nos han dado momentos muy divertidos. Si vamos a tener que soportar la nueva personalidad bohemia de Jake que, por favor, nos den más momentos como ese 'Tomorrow never comes', que no ha tenido precio.
El universo del instituto en Awkward siempre es muy ocurrente (no olvidemos la mafia asiática o el 'Jenna lives') así que se agradece que estén dando más espacio a los secundarios y sus peculiaridades en su senior year. Así, esa reunión entre estudiantes que están a punto de terminar el instituto emparejadas con novatas para ayudarles a sobrevivir en esa fauna ha sido muy divertida. Sadie convirtiendo a una chica de Ezpaña (según Valerie) es una mini Sadie o Lisa siendo tan inocente e influenciable que está a un paso de convertirse al islam nos han dado grandes momentos.
La única que ha desentonado en el capítulo ha sido la nueva, Eva. Su aire de tía guay es insoportable. No es un personaje suficientemente exagerado o peculiar para que tenga gracia ni lo suficientemente interesante para que nos importe de alguna manera. Y si nos van a aburrir con que sirva para ser un obstáculo para la relación entre Jenna y Matty se la pueden ahorrar.
En definitiva, un capítulo divertido, con gracia y no demasiado centrado en Jenna y su jennismo. La serie necesita respirar y alejarse de su egocentrismo y los secundarios son la balanza perfecta y necesaria para que esto ocurra.
COMENTARIOS