Por fin vamos conociendo mejor a Rachel Duncan y sobre el pasado de nuestros clones. El Doctor Leekie ha reconocido el porqué de las investigaciones y del misterioso origen de todo esto. La información genética sobre la creación de clones se perdió en un incendio, incendio en el que murieron -se supone- los Duncan, los padres de Rachel.
Esta necesita un nuevo monitor y lo sabe, ya que estos vigilan la salud de las chicas, así que Paul ha sido ascendido al puesto que ocupaba Daniel Rosen antes de morir. Este trabajo incluye relaciones íntimas algo inquietantes y perturbadoras. Rachel debería preocuparse de instalar persianas en su apartamento.
Sarah ha intentado tener a Helena cuidada y vigilada dejándola en buena compañía, pero ella no se fía de nadie y ha escapado a la más mínima oportunidad. Decidida a matar a Rachel, ha dejado pistas para que Sarah y Art puedan encontrar su escondite y averiguar sus planes. De paso, ahora saben que Ethan Duncan puede seguir vivo. Justo a tiempo, Sarah ha convencido a Helena para que no mate a Rachel de un tiro desde el edificio de enfrente, sugiriendo que hay otras formas de conseguir su destrucción y mostrando que, quizás, sus sentimientos por su hermana gemela han cambiado. Juntas van a ir en busca del hombre cisne al lugar de los gritos -Helena es muy enigmática para todo- y parece que Sarah sigue confiando en Cal ciegamente. Algo pasa aquí y Cal aún nos tiene que sorprender.
No hemos visto a Alison -suponemos que sigue ocupada rehabilitándose- y tampoco a Mrs. S. A cambio, Cosima ha ganado parte del protagonismo que había perdido. Ha conseguido tener acceso a un nuevo tratamiento gracias a Leekie. Es solo un test superficial para observar resultados y además Rachel ha ordenado parar el tratamiento de Cosima, así que es probable que estos resultados nunca lleguen a darse. Pese a que Cosima y Delphine estaban espiando su laboratorio, no han podido confirmar que el doctor estuviera llevando a cabo una investigación a sus espaldas. De hecho, él se ha mostrado dispuesto a ayudarla y a informarla de todo. Ha sido el doctor quien ha informado a Sarah de la enfermedad de Cosima y tendrá que ser el intermediario que consiga la liberación de Felix.
Mientras tanto, la desgraciada Gracie, qué ironía, ha sido encerrada por negarse a confesar lo ocurrido con Helena. Finalmente, ha admitido haber intentado matarla. Si no encuentran a Helena, tendrá que ser Gracie la que geste al bebé. La mujer de Henrik no tiene corazón. Este bebé sería una nueva Kira pero creada en el laboratorio, es decir, podría hacer cosas inimaginables, más que la propia Kira que, recordemos, puede sanarse en un santiamén.
Nuevos tiempos se avecinan.
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