Cualquiera podría decir que las comedias enfocadas a un público familiar están en horas bajas, y lo cierto es que no andaría muy equivocado. Por un lado, porque la televisión americana actual directamente no tiene hueco para muchas comedias destinadas a todos o gran parte de los segmentos poblacionales —precisamente, imagino, porque la variedad de la oferta ha demostrado una amplia segmentación—. Por otro, porque Modern Family ha acaparado totalmente el concepto, la temática, y todo lo acaparable, y es evidente que todas las series que han nacido para emular su éxito han sido incapaces de lograrlo.
Algo, que por un lado, es razonable. Si bien a Modern Family ya no le quedan muchas sorpresas —ha demostrado muy bien de lo que es capaz... y de lo que no—, a la altura de su quinta temporada todavía ha tenido fuerzas para quemar algunos cartuchos más, provocarnos algunas carcajadas, repartir moralina a espuertas e incluso ofrecer algunos episodios más que memorables (Las Vegas, decimoctavo episodio, épico). Haga lo que haga, es y será la comedia familiar por referencia y cualquier otra que juegue con cánones similares lo tiene muy complicado porque, como se ha demostrado recientemente, el género está prácticamente en declive.
Pocas supervivientes del género han quedado tras los upfronts de hace unas semanas. A bote pronto —recordádmelo en la sección de comentarios en caso contrario—, solo han conseguido una nueva temporada The Goldbergs y Mom, ésta última con demasiados grises y rombos para ser considerada comedia familiar, pero que entra en el saco por eliminación. Ambas realmente han conseguido desmarcarse de los cánones del género ya sea por su toque rancio/antiguo/nostálgico como sería el caso de The Goldbergs, o porque la incontinencia verbal siempre funciona, como ha demostrado Mom —además de que Allison Janney puede rebajarse todo lo que quiera sin perder ni un ápice de dignidad—. About a Boy, otra superviviente a duras penas ya que la NBC no podía cancelarlo todo e irse de rositas, también entra en el género aunque no haya demostrado ninguna nota especial que es, precisamente, la que poseen aquellas pocas sitcoms familiares que todavía siguen en pie.
Back in the Game, Trophy Wife, Michael J. Fox Show, Sean Saves the World, Welcome to the Family, Surviving Jack, Dads... Un puñado de sitcoms familiares que no han durado más de un asalto y que nos hacen replantearnos —pero no a los ejecutivos de las principales cadenas americanas, por lo que parece— cuál es el problema común de este tipo de propuestas. Y yo lo tengo claro: las moralejas. Evidentemente, el acostumbrado desenlace de la sitcom familiar actual —por burra que sea— siempre suele ser una moraleja, una lección a sus espectadores para que sean más familiares, mejores personas, más agradecidos, más humanitarios... Y está realmente bien que una ficción se pare a promover acciones tan positivas —aunque sea, como siempre, discutible— pero, de nuevo, no hay hueco para que todas ellas lo hagan. No es posible que una comedia familiar se pueda resumir siempre en una enseñanza, porque si de ello se tratara solo veríamos Modern Family, la cual al menos conocemos y sabemos que nos dará lo que queremos.
Creo que me explico.
Todavía quedan dos supervivientes sitcoms familiares en antena y con algo más de recorrido que, sin hacer mucho ruido —más bien ninguno—, todavía tienen de lo que presumir. De Last Man Standing poco puedo decir salvo que, con Tim Allen al frente, poco de ella puedo esperar. No obstante, la gran The Middle es evidentemente la gran sitcom familiar a la sombra de la más grande, y que si bien su éxito se debe a que siempre ha ido de la mano de ésta, también es cierto que por sí sola funciona a las mil maravillas; una comedia que ha aguantado el chaparrón de tener que ser bastante limitada en numerosos aspectos pero que con bastante salero y una gran autoestima consigue que nos encariñemos con ella, a pesar de que no deja de ser otro pozo de moralina bastante absorbente.
Pocas sitcoms familiares quedan ya en la parrilla estadounidense, pero si yo fuera ejecutivo quizás me replantearía el seguir dando luz verde a comedias excesivamente costumbristas y moralizantes como han sido el gran porcentaje de las estrenadas en los últimos años. Se puede hablar de familia, contar historias sobre ella y explotar todo el humor que es capaz de ofrecer —que no es precisamente poco—, pero es evidente que el género necesita un lavado de imagen. No todo puede ser Modern Family. Y si no lo es, lo que no podemos hacer es retirarlo a morir a los viernes —como fue el caso de Raising Hope o The Neighbors—. No sé vosotros, pero a mí me encanta la comedia familiar y creo que va siendo hora de que nazca algo que merezca la pena.
* No he mencionado sitcoms familiares animadas como The Simpsons o Family Guy, que como sabemos van por otro camino.
* No he mencionado sitcoms familiares animadas como The Simpsons o Family Guy, que como sabemos van por otro camino.
Yo soy fan de the middle, y se que no es el hilo negro, pero me divierte y me divierte ver a una familia que es mas normal que cualquiera, que no tienen la casa mas hermosa del barrio, con todo bello y perfecto, acomodado, como si el diseñador de interiores estuviera ahí todo el tiempo. Sus problemas son pequeños, divertidos. Me sucede que la moraleja al final (que puede ser moralina) también me identifica y que me parece ese final del día donde analizamos como nos fue. Por otro lado modern family es divertida y también me gusta, con sus trazos reales, las veo las dos pero sin duda les tengo mas aprecio a los Heck.
ResponderEliminarCreo que te falto Arrested Develoment que tuvo nuevos episodios creo (o fue el año pasado?) y es cierto que es una serie "coral" mas que una familiar, pero bueno. Modern Family me parece muy superior al resto y eso es un merito indiscutible. Sinceramente me parece que es la marca de la época a nivel series familiares, que se adapta perfectamente al tiempo este en sus tramas, en el uso de la tecnologia, en las familias disfuncionales, los gays realmente bien tratados (donde lo "raro" no es que sean gays sino su personalidad como con cualquier otro personaje). Yo no sé si se puede pedir más o algo mejor. Creo que tocó un techo (lo cual nunca puede ser malo porque algunas ni siquiera despegan) y puede que se haya vuelto predecible en algunos momentos, pero no creo que por eso haya que quitarle merito. Quizas sea momento de sacudir el status quo, agregar algun personaje o algun cambio en la estructura familar como para lavarle un poco la cara. Pero no me parece agotada por la cantidad de personajes que tiene y por ende la cantidad de posibilidades. Por otro lado me puse a ver Malcolm in the middle por enésima vez y como se extraña no solo por su nivel de comedia sino porque justamente carecía completamente de moraleja.
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