Continuando la historia de la semana pasada, este capítulo ha seguido a Matty y Jake en la cárcel, mientras que Jenna y Tamara intentaban olvidarse de los enfados y fracasos del episodio anterior para centrarse en lo que va a ser su futura vida universitaria.
Jake y Matty se ven, gracias en parte a la insoportable de Eva, pasando la noche en el calabozo. Quizás no le han sacado tanto partido a este momento como habrían podido pero reconozco que el gran conflicto de Jake ha sido divertido. Sin caer en la ordinariez, cosa que no era fácil, ha terminado sacándome las carcajadas en el capítulo. Matty, por su parte, se encuentra a un hombre que le abre los ojos sobre cómo encaminar el futuro y la indignación con sus padres, aunque todo ha terminado siento muy forzado y superficial.
Tamara y Jenna, como hemos dicho, deciden que su noche no ha terminado con el fracaso de la semana pasada y se van al campues donde estudia Luke para terminar la noche por todo lo alto. Tamara, decepcionada por lo hombres universitarios (ese gag del eructo es un momento muy representativo de la decepción que puede ser la universidad), decide salirse de su zona de confort y lanzarse al sexo femenino. Me gusta la naturalidad del momento, el '¿por qué no?' de Tamara y, aunque reflexionando sobre ello me ha parecido lógico (Tamara necesitaba relajarse), al principio no he podido evitar preguntarme si este momento encajaba con ella como personaje.
Jenna y Luke tienen su correspondiente momento de autodescubrimiento. Se ven encerrados en la azotea (un clásico de las series) y deben poner las cartas de su relación sobre la mesa. Por suerte, parece que, de momento, siguen para adelante y su relación podría tener futuro. Al menos, ese fantasma de inseguridades que es la sombra de Matty no se cruza por la mente de Jenna, algo que no puedo parar de agradecer. La serie sale fortalecida cada vez que los guionistas se olvidan de recordarnos la pasada historia de amor entre los dos.
El momentazo del capítulo, obviamente, se lo lleva Sadie, cuando rescata a Jake y Matty de su noche en prisión y su duvertida conversación con el primero. Además, no falta la referencia a Orange is the New Black. Por último y por desgracia, Eva hace su aparición estelar para recordarnos que es insoportable.
Un capítulo entretenido y divertido que, sin pasarse de introspectivo por parte de Jenna, creo que hace una pequeña y necesaria reflexión sobre la situación de los personajes. ¿Qué os ha parecido a vosotros?
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