Las fechas no han acompañado y llevamos varias semanas en silencio. Mal por nuestra parte para/con vosotros, pero vamos a salirnos por la tangente y decir que estábamos de luto. Luto por Oberyn, ese gran personaje que nos dejó de forma tan abrupta tras demostrarnos sus dotes de combate y su excesiva arrogancia; luto por Ygritte, porque pese a sus ganas de acabar con Jon, fue ella la que perdió la vida en brazos de su amado recordándole que no sabe nada; de luto por Grenny y Pyp, y el resto de la guardia que aguantaron como campeones la emboscada por ambos lados del muro; e incluso de luto por el mamut y los gigantes, venga. Pero sobre todo ahora, tras este broche final de temporada, estamos de luto por la serie, por esos interminables meses que tendremos que pasar sin ella hasta que llegue la quinta temporada (y por todos esos que se han unido a la lista de decesos). Pero dejemos por el momento el luto y analicemos la temporada. Que ya sabéis, valar morghulis.
La pasada semana acababa la que se comenta ha sido la mejor temporada de la serie de George R.R. Martin, al menos hasta el momento. Desde mi punto de vista, el show al completo ha sido un crescendo capítulo tras capítulo que espero no termine. Cuando parece que poco puede sorprendernos, sobre todo tras presenciar alguna escena brutal, Game of Thrones demuestra que es mucho más que una serie, es una verdadera historia sin (de momento) fin, que no piensa dejarnos ni un respiro en su crecimiento. Cada temporada ha tenido un capítulo "destacable", en el que se nos deja con la boca abierta por una cosa o por otra. Baelor, Blackwater, The Rains of Castamere... aunque viendo la lista completa de episodios muchos vienen a nuestra mente, las tres primeras temporadas tienen a grandes rasgos esos tres, pero ¿qué ocurre con esta cuarta temporada? Ese episodio "destacable" no existe... no uno al menos. Casi cada capítulo de esta temporada ha sido completamente excepcional, y por fin hemos aprendido que por muchos personajes que mueran, los que vengan pueden ser incluso mejores. A no encariñarnos aprendimos hace mucho, pero sigue sin ser fácil.
Daenerys conquistó Mereen, la tercera ciudad de la Bahía de los Esclavos, para establecerse allí como reina hasta calmar a las gentes, descubriendo allí la traición de Jorah, a quien destierra de su lado, quedándose sin su más fiel vasallo. Del mismo modo, sus dragones empiezan a actuar como tal y, aunque Drogon permanece salvaje en terreno desconocido, sus hermanos son encadenados y encerrados. ¿Qué será de la Madre de Dragones sin sus hijos? Cambiando radicalmente el tiempo, la Guardia de la Noche afrontó una batalla doble en la que perdieron muchos de sus hombres, pero también mermaron las filas del rey Más-Allá-del-Muro, para finalmente vencerles con la inesperada ayuda del gran ejército de Stannis. Melisandre sigue órdenes del Señor de la Luz y nosotros estamos deseando saber cuáles son.
Los pocos Stark que quedan no paran de viajar. Bran consigue tras mucho esfuerzo y dejar atrás a Jojen, llegar al Cuervo de Tres Ojos con la ayuda de Los Niños. Ahora queda saber qué le deparará este destino al que tanto le costó llegar y cómo aprenderá a volar. Arya sigue su camino junto al Perro cada vez más sanguinaria y perdiendo el rumbo al enterarse de la muerte de su tía Lysa. Cuando Brienne deja a su acompañante moribundo, la niña huye tras robarle rumbo a Braavos (mucha suerte era que la llevaran con Jon) gracias a la moneda de Jaquen H'Ghar. Valar dohaeris. La más crecidita de las Stark se une como nadie al juego de tronos al entrar en el juego de Meñique cuando éste asesina a Lysa Arryn tras acabar con Joffrey y salvar a Sansa llevándola al Valle. Lengua viperina, mirada penetrante, más escote y el pelo teñido; la futura señora del Valle promete dar de qué hablar. Alayne Piedra... ay Alayne, cómo te pareces a tu tío.
El meollo de la cuestión está en la capital, en la que tras la muerte del rey en su boda, Tyrion es inculpado sin más pruebas que el odio. Este juicio no traerá más que traición y muerte, pero no precisamente la del condenado. Cersei se entrega a Jaime confesando el incesto a su padre, que poco dura con los ojos abiertos ante el pecado de sus hijos, ya que muere en el excusado a manos del traicionado Tyrion. Con lágrimas en los ojos acaba también con su adorada Shae, que le traicionó por su padre, en la cama del cual muere asfixiada. Bronn, como buen mercenario, acaba aceptando el dinero en lugar de la muerte; muerte que en su lugar toma Oberyn Martell, la estrella de la temporada, que por pasarse en su papel de Íñigo Montoya pierde la cabeza (literalmente) ante la Montaña. Ahora me pregunto, ¿qué será de lo que queda de Clegane tras los experimentos que se le están realizando?
La nueva temporada no sólo nos traerá la repercusión de la muerte de Oberyn en Dorne (¿será terreno español finalmente?), sino la de Twyin en Desembarco, donde la ausencia de Mano del Rey con un monarca tan joven cayendo en brazos de su futura mujer es más peligroso que muchas espadas. Está por ver el futuro de los furtivos Tyrion y Varys, el destino de Arya a su llegada a la tierra de los Hombres sin Rostro, el comportamiento del salvaje Drogon y el despegue de Bran. Que los Antiguos Dioses y los Nuevos nos den fuerza, porque queda mucho que esperar, pero esto promete no parar de crecer.
Y vosotros, ¿qué pensáis de esta trepidante temporada?, ¿qué esperáis para la siguiente?
ESta temporada me ha vuelto a enganchar a la serie, la pasada no me gustó nada de hecho no la recordaba. ESpero que la siguiente sea aún mejor.
ResponderEliminarCoicido con elenoide. Yo sin haber leído los libros me había aburrido en la segunda y tercer temporada. y esta estaba por dejarla pero al final levantó. Creo que la serie pretende avanzar demasiado rápido. Tienen muchos personajes y tramas que no llegan a presentar y desarrollar adecuadamente y sucede que se mueren personajes sin que uno se haya encariñado o despreciado lo suficiente o lo que pretenda el director. Cuenten los minutos en pantalla de Oberyn y vean. No llegas a identificarte con un personaje asi en tan esporádicas apariciones. Ni hablar de la montaña que no se si aparece o es nombrado mas de cuatro o cinco veces en toda la serie. Yo ya ni le conocía la cara. Por poner el ejemplo exagerado de lo que me refiero: A Ned Stark que en la primer temporada pasaba por mil cosas y te identificabas con él antes de su muerte. Yo sospecho que en las novelas Oberyn habrá causado mas empatía con el lector pero no lo sea. Yo creo que la duración de cada temporada en cuanto a capítulos es la necesaria para que no se les desborde el presupuesto, pero creo que falla en que avanza muy rapido. En un mismo capitulo están pasando 10 mil cosas al mismo tiempo y en distintos lugares, en lugar de dedicarle, por ejemplo, un capitulo entero a tal personaje o tal situación (como si hicieron en la batalla del muro). Pero bueno, es lo que me parece a mi. No digo que sea mala, al contrario. Pero creo que se apresuran por llegar cuanto antes a los hechos fanticos de la novela estan esperando en lograr de tomarse su tiempo presentar los conflictos, sobretodo de los "secundarios".
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