Pues llegó el final. Y menudo final. No fue como el año pasado, en el que introdujeron un cliffhanger desde el que necesitaban partir. Esta vez, el (segundo) secuestro de Kira se ha resuelto antes de la season finale y se nos ha abierto otra trama que promete dar mucho juego, pero sin misterios. Aun así, las novedades son muchas. Orphan Black es una de esas series que no tienen una meta durante cada temporada. Nunca sabes cómo puede acabar la historia y los personajes simplemente van evolucionando hasta que llega el giro final. Pero veamos cómo hemos llegado hasta él.
Felix se siente responsable por el secuestro de Kira, por no haber sabido que Sarah no era Sarah. Bueno, en realidad es culpa de Rachel, faltaría más, y puede que de Siobhan, que no terminan de verse sus verdaderas intenciones. No deberías sentirte culpable por no distinguir a dos clones idénticos. De hecho, pronto Felix vuelve a ser feliz con el reencuentro de sus seestras. Así que pasemos al siguiente nivel.
Sarah ha sabido arreglárselas bien dentro de DYAD, en el que se ha presentado voluntariamente para recuperar a su hija. Podríamos pararnos a pensar cuánta gente en esta compañía es del bando enemigo. Quizás Rachel y un par de agentes de seguridad nada más, ya que la ingenua (pero ascendida) Delphine, Paul, Marian Bowles, Ethan Duncan, Scott y, por supuesto, Cosima han demostrado ser miembros del frente de liberación de clones y vástagos. Está bien, por cierto, saber por fin que Marian está de lado de Sarah y no pretende destruirla, puesto que no paran de aparecer bandos enemigos, entre los que podríamos incluir a Siobhan y sus secuaces, que planean colocar un coche bomba sabe Dios dónde. ¿En casa de Marian tal vez? ¿En alguna base militar?
Tanto Cal como Paul han aparecido en el momento exacto para conspirar en favor de Sarah y crear nuevos enigmas que se han resuelto pocos minutos después. Son todavía piezas de decoración. ¿Pelearán por el amor de Sarah en la próxima temporada? ¿Acaso no pueden buscar a algún clon soltero para emparejar a Paul y dejar a la pareja tranquila ahora que se han reencontrado?
Hemos conocido a una Rachel completamente derrotada, incluso sin perder su frialdad, al perder de nuevo a su padre, y también su lado más vengativo, destruyendo las muestras de médula de Kira y toda oportunidad de sanación para Cosima. Por suerte, sabemos que todas las claves que solamente Ethan Duncan poseía están en la novela que el doctor leía a su hija, sea esta quien sea. ¿Seguimos apostando por Sarah? Venga, vale. Lo que nos extraña es que tras quedar tuerta, que no muerta, Rachel esté pensándose tanto tiempo el contraatacar, dejando a todas conocerse y bailar libres y felices en casa de Felix. Porque aunque Helena sea raptada, en principio no tiene nada que ver con Rachel ni con los proletheans, que parecen haberse desvanecido por completo. Reducidos a cenizas concretamente. ¿Para qué quieren los militares a Helena? ¿Planean cruzarla con un Cástor como si fueran animales? ¿Les valdría, entonces, cualquier otro clon o solamente los fértiles?
Tras descubrir el Proyecto Cástor te paras a pensar en que no es un giro tan raro pero, ciertamente, no nos lo esperábamos hasta el momento exacto en que Marian dice que ellos se encargaron de los clones femeninos. Poco se ha hablado del personaje mitológico esta vez. Se explicó muy bien en su momento, creo que de mano de Cosima, que el Proyecto Leda toma su nombre de la esposa de Tíndaro, que fue seducida por Zeus en forma de cisne. Pues bien, Cástor fue uno de los hijos que tuvo Leda al poner dos huevos, mellizo de Pólux y hermano también de Helena de Troya.
Es Marian la encargada de desvelar tanto este como el otro gran descubrimiento: años después del comienzo del Proyecto Leda, consiguieron que otro embrión se mantuviese con vida, y ahora las chicas cuentan con otra hermana idéntica pero de ocho años. Ella es Charlotte y ha crecido como hija adoptiva de Marian, pero sabiendo toda la verdad desde el principio.
En cuanto a los clones masculinos, es de esperar que Mark, casado ahora con la joven Gracie, no sepa nada de la existencia de otros como él (¿cómo consiguieron los proletheans tener una copia de cada sexo? Al final todos cooperan en la sombra, como en política) y que estos nuevos personajes le quiten peso en la trama y minutos en pantalla a ellas, a ella, a Tatiana. Mark, y el resto de clones, son interpretados por Ari Millen, de 32 años, al que hemos podido ver como episódico en alguna serie como Rookie Blue o Nikita pero es relativamente nuevo en este mundo. Hemos echado ya un pequeño vistazo a su talento; esperemos que la trama no pierda ni calidad ni interés, porque la serie goza de éxito basándose principalmente en el poder que tiene Tatiana de convertirse en cualquier persona. De todos modos, hemos disfrutado de la season finale como cada semana y esperamos ver cómo se desarrollan todos los acontecimientos en una tercera temporada aún por confirmar. Estamos seguros de que tenemos ante nosotros una pequeña joya que puede pulirse todavía mucho más. Viva el Clone Club.
Felix se siente responsable por el secuestro de Kira, por no haber sabido que Sarah no era Sarah. Bueno, en realidad es culpa de Rachel, faltaría más, y puede que de Siobhan, que no terminan de verse sus verdaderas intenciones. No deberías sentirte culpable por no distinguir a dos clones idénticos. De hecho, pronto Felix vuelve a ser feliz con el reencuentro de sus seestras. Así que pasemos al siguiente nivel.
Sarah ha sabido arreglárselas bien dentro de DYAD, en el que se ha presentado voluntariamente para recuperar a su hija. Podríamos pararnos a pensar cuánta gente en esta compañía es del bando enemigo. Quizás Rachel y un par de agentes de seguridad nada más, ya que la ingenua (pero ascendida) Delphine, Paul, Marian Bowles, Ethan Duncan, Scott y, por supuesto, Cosima han demostrado ser miembros del frente de liberación de clones y vástagos. Está bien, por cierto, saber por fin que Marian está de lado de Sarah y no pretende destruirla, puesto que no paran de aparecer bandos enemigos, entre los que podríamos incluir a Siobhan y sus secuaces, que planean colocar un coche bomba sabe Dios dónde. ¿En casa de Marian tal vez? ¿En alguna base militar?
Tanto Cal como Paul han aparecido en el momento exacto para conspirar en favor de Sarah y crear nuevos enigmas que se han resuelto pocos minutos después. Son todavía piezas de decoración. ¿Pelearán por el amor de Sarah en la próxima temporada? ¿Acaso no pueden buscar a algún clon soltero para emparejar a Paul y dejar a la pareja tranquila ahora que se han reencontrado?
Hemos conocido a una Rachel completamente derrotada, incluso sin perder su frialdad, al perder de nuevo a su padre, y también su lado más vengativo, destruyendo las muestras de médula de Kira y toda oportunidad de sanación para Cosima. Por suerte, sabemos que todas las claves que solamente Ethan Duncan poseía están en la novela que el doctor leía a su hija, sea esta quien sea. ¿Seguimos apostando por Sarah? Venga, vale. Lo que nos extraña es que tras quedar tuerta, que no muerta, Rachel esté pensándose tanto tiempo el contraatacar, dejando a todas conocerse y bailar libres y felices en casa de Felix. Porque aunque Helena sea raptada, en principio no tiene nada que ver con Rachel ni con los proletheans, que parecen haberse desvanecido por completo. Reducidos a cenizas concretamente. ¿Para qué quieren los militares a Helena? ¿Planean cruzarla con un Cástor como si fueran animales? ¿Les valdría, entonces, cualquier otro clon o solamente los fértiles?
Tras descubrir el Proyecto Cástor te paras a pensar en que no es un giro tan raro pero, ciertamente, no nos lo esperábamos hasta el momento exacto en que Marian dice que ellos se encargaron de los clones femeninos. Poco se ha hablado del personaje mitológico esta vez. Se explicó muy bien en su momento, creo que de mano de Cosima, que el Proyecto Leda toma su nombre de la esposa de Tíndaro, que fue seducida por Zeus en forma de cisne. Pues bien, Cástor fue uno de los hijos que tuvo Leda al poner dos huevos, mellizo de Pólux y hermano también de Helena de Troya.
Es Marian la encargada de desvelar tanto este como el otro gran descubrimiento: años después del comienzo del Proyecto Leda, consiguieron que otro embrión se mantuviese con vida, y ahora las chicas cuentan con otra hermana idéntica pero de ocho años. Ella es Charlotte y ha crecido como hija adoptiva de Marian, pero sabiendo toda la verdad desde el principio.
En cuanto a los clones masculinos, es de esperar que Mark, casado ahora con la joven Gracie, no sepa nada de la existencia de otros como él (¿cómo consiguieron los proletheans tener una copia de cada sexo? Al final todos cooperan en la sombra, como en política) y que estos nuevos personajes le quiten peso en la trama y minutos en pantalla a ellas, a ella, a Tatiana. Mark, y el resto de clones, son interpretados por Ari Millen, de 32 años, al que hemos podido ver como episódico en alguna serie como Rookie Blue o Nikita pero es relativamente nuevo en este mundo. Hemos echado ya un pequeño vistazo a su talento; esperemos que la trama no pierda ni calidad ni interés, porque la serie goza de éxito basándose principalmente en el poder que tiene Tatiana de convertirse en cualquier persona. De todos modos, hemos disfrutado de la season finale como cada semana y esperamos ver cómo se desarrollan todos los acontecimientos en una tercera temporada aún por confirmar. Estamos seguros de que tenemos ante nosotros una pequeña joya que puede pulirse todavía mucho más. Viva el Clone Club.
buenisimo final, que estan esperando para renovarla? nervios
ResponderEliminarmuy buen final, lo de los clones masculinos esta bien siempre y cuando no me quiten tiempo a tatiana en pantalla, que sigue demostrando que es exquisita. Sigo diciendo que Rachel no es la niña de los videos, es mi imaginación o ella dijo que no recuerda nada de eso? Aún no comprendo que papel juegan los saldos del todo. sobre todo Paul, aun sigue interesado en Sarah? o que sucede respecto a eso? esperemos la siguiente temporada
ResponderEliminarMe gustado el último capítulo, pero el bailecito de los clones fue el momento más WTF de la temporada.
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