Para hablar de
Satisfaction, el drama que USA Network estrenó la pasada semana, me gustaría partir del tráiler que nos presentaron hace
un par de meses:
Yo lo hice al
revés, vi esta promo después del piloto y me reí. Puede ser uno de los
trailers menos honestos en años, y eso ya es decir en este mundillo. Mi
deducción: querían pintar Satisfaction como una serie de acción, emociones
fuertes y sexo más allá de los 20. El piloto se aleja bastante de esta concepción. Y mucho mejor que lo que pretendían
anunciar.
Coinciden, eso
sí, en su protagonista como eje de conexión con un público maduro. Empatizar
con Neil Truman (Matt Passmore, The
Glades) es muy fácil. Un hombre que lleva media vida casado con la mujer
que conoció en la universidad, tiene una hija a punto de abandonar el nido y un
trabajo que le permite haber cumplido el sueño americano tan clásico de las “white
picket fences”.
La primera parte
del episodio se estructura absolutamente en torno a él y el cruce de cables que
sufre. Carcomido por su televisión de 80 pulgadas y un libro sobre el estado
zen, da un golpe en la mesa y deja su trabajo de gestor de finanzas para buscar
el sentido de la vida. La crisis de mediana edad como premisa de la serie.
Los guionistas le
intentan dar un toque introspectivo simbolista estilo película indie de las de
los silencios de diez minutos. El salto al agua, la piscina sucia… hay momentos
en los que dudas si estás viendo USA Network (donde desde hace años no ves nada
de drama que no esté protagonizado por un agente de policía/CIA, un médico o un
abogado) o Sundance Channel.
Y luego llegó el
morbo. El principal atractivo de la serie reside en que la señora esposa, que
también debería ser feliz teniéndolo todo, lleva seis meses acostándose con un
escort, como le gusta a él mismo definirse. Y, aquí el meollo del asunto,
tras el enfrentamiento de Neil y el trabajador del amor una vez realizada la
pillada, Neil suplanta al susodicho. Deja
los números y los dólares para meterse a prostituto. Sí.
El resto del
episodio gira alrededor de la incursión de Neil en el mundillo del sexo
remunerado como principal fuente de emociones en su monótona vida. Eso sí, todo
regido por un principio de mujeres maduras
atractivas y buena vida. No va a meterse a ser un chapero anulado que no
llega a fin de mes. Repito: todo para atraer a un público masculino ya entrado
en años, pero aun así con el trasfondo analítico de la psicología del
personaje.
La serie se
plantea equilibrada. Ni absurdamente
frívola ni terriblemente pretenciosa. Pero sin duda más de lo que
vendieron. Una combinación que se deja ver y disfrutar, quedándonos con la incógnita de cómo va a llevar Neil dos vidas, el conflicto con la persona que está fingiendo ser y el que tiene ya de entrada consigo mismo.
Buen piloto, mucho mejor de lo que esperaba
ResponderEliminarRecién comencé a ver los primeros episodios de la temporada uno y creo que la
ResponderEliminarserie va por buen camino, es bastante entretenida y me está gustando. Además me recuerda a la serie O
negocio, cuya historia está basada en el mundo de la prostitución
pero abordada desde el punto de vista del marketing, muy recomendable.