Sí. Las cadenas en abierto de los States están en franca decadencia. Una de
las peor paradas de las últimas temporadas ha sido NBC. Entre Twitter y la
blogosfera, la imagen del pavo real está más que desplumada. Que si han perdido el
rumbo, que si no son más que una guillotina con prime time… Innegablemente cierto.
Pero no es motivo para perder la esperanza de aquí a los restos.
Hoy os vamos a recordar los cuatro títulos que conformaron uno de los
mejores bloques de comedia de los últimos años (por no decir el mejor) y que si
hace un par de temporadas eran las joyas no siempre reconocidas del género, ahora
deberían ser la razón para que aguantemos a la espera de alguna digna sucesora.
The Office
201 episodios de guiones hechos de gloria absoluta. Se llevaron el Emmy y durante
nueve temporadas fueron referencia en la televisión. Ésta sí que fue una
adaptación grande de la NBC. Puso de moda el mockumentary en la comedia
contemporánea y catapultó a la fama a Steve Carell.
Era el día a día de una pequeña sucursal suministradora de papel que nos
enseñaba que se puede hacer reír en base a un oficio más que monótono. El humor del gris. Puso de
manifiesto que tener un reparto amplio de secundarios solventes es una receta
para el éxito, cosa que nadie entiende por qué no ha trascendido. Con más de 15
personajes en 20 minutos, se las apañaron para que todos tuvieran como poco su
one-liner para lucirse.
Y buscarte los medios para sobrevivir a la salida de tu protagonista con bastante arte, que eso siempre es un mérito extra.
30 Rock
Se formó en el Saturday Night Live y un año antes nos dio Mean Girls, una
de las películas de comedia más míticas del género teen. Ella es Tina Fey y con 30 Rock se consolidó como diva máxima de la televisión. Indiscutible y por favor vuelve ya.
Siete temporadas y Emmy a mejor comedia tres años seguidos por representar
la producción de un programa de comedia y variedades que digamos podía sacársele aires autobiográficos. 30 Rock era televisión sobre cómo hacer televisión. Una de las
comedias más brillantes e inteligentes que se ha parido. Entre
guionistas, productores, actores y su decadente vida personal, Liz Lemon (Fey)
nos deleitó con el arte de la sátira y el eyeroll. Una must para aquellos que
dicen que le gustan las series y que si aún no han visto, se les debería caer la cara de vergüenza.
Parks and Recreation
En teoría iba a ser un spin off de The Office, pero al final la NBC llenó
el hueco con una serie completamente original, sin cambiar el equipo detrás de
ella. Con la garantía de tener guionistas que ya habían funcionado con el
mockumentary y además poniendo al frente a otra grande del SNL, ¿qué podía
salir mal? Cierto es que le costó arrancar un poco, pero a día de hoy es la
última superviviente en NBC de esta generación de talentos.
Amy Poehler se metía en la piel de la pizpireta (qué gran palabra) y excesivamente
entusiasta Leslie Knope, alma del departamento de jardines y festejos de un
pueblecito de Indiana. Es toda una crítica a la burocracia y al sistema
político americano a la vista de los piezas por los que la señorita Knope
está rodea.
Tras varios reajustes, la serie por fin encontró su tono y esta midseason
emitirá su séptima y última temporada. Otra dura despedida para 2015.
Community
De las cuatro, Community puede ser la más diferente pero, para muchos,
sencillamente la mejor. Tras los jaleos de cambio de showrunner, polémicas con
actores, idas, venidas, renovaciones al borde del ataque de nervios y rescate
por parte de Yahoo (sí, Yahoo), donde se emitirá la sexta temporada, a nadie le
cabe duda que Community es ya una serie de culto.
Nos mantenemos en el medio oeste americano en otra institución de tres al
cuarto. En este caso una universidad de pandereta en la que los más que
variopintos estudiantes han hecho de todo menos hincar codos. Community es el
absurdo llevado al extremo. Guerras de almohadas masivas, campeonatos de
paintball llevados al límite, realidades alternativas, episodios en
forma de videojuego ochentero, Dragones y Mazmorras… Han hecho
del disparate un arte y un constante descojone, hablando mal y pronto. Y pese a
todo, se la quieren cargan a ella y a su legión de fans a base de disgustos.
Por cancelaciones así tiene NBC la fama que tiene. Necios.
*
Estos cuatro ejemplos dejan claro que si han podido coincidir los jueves noche en
ese decadente lugar que ahora mismo es NBC, ¿por qué no puede pasar otra vez? Que la calidad no se quede sólo en el cable, que las temporadas de 12 episodios saben a demasiado poco.
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