El tiempo pasa, y muy rápido. En televisión, más todavía.
Hoy celebramos dos efemérides que, en el universo televisivo internacional, son clave para entenderlo absolutamente todo. Hoy, 22 de septiembre, celebramos el décimo aniversario del estreno de Lost, y el vigésimo aniversario del estreno de Friends. Ahí es nada.
Diez años separan a una de la otra, pero no por ello dejan de compartir muchas cosas.
Para empezar, comparten el calificativo de “serie de culto”, algo que a día de hoy se atribuye con total ligereza pero que raramente se acerca a la realidad. No obstante, en el caso de estas series, no podría ser más acertado. De hecho, me atrevería a decir que ver Lost y Friends es, en el universo seriéfilo, lo mismo que aprender a leer o a contar números en el colegio, o lo mismo que a aprender a cocinar un huevo frito. Ver ambas series es una clase introductoria para entender la televisión americana, una clase en la que seguramente también estarían The Simpsons, Seinfeld o Twin Peaks. Por ejemplo.
Por otro lado, ambas comparten la curiosa característica de ser el arquetipo cuasiperfecto del género televisivo que representan. Friends es probablemente la sitcom más relevante de la historia y el último gran hito del modelo de comedia coral (no “familiar”) al que también pertenecían Seinfeld, Cheers, Frasier o incluso Will & Grace. Se ha hablado de sustitutas, como The Big Bang Theory o How I Met Your Mother, pero evidentemente la realidad deja en paños menores a esos comparativos.
Mientras que Friends prácticamente fue la última en llegar, Lost en cambio fue el big bang de su resucitado género: el de las series mix de ciencia ficción, acción, misterio e incluso romance. Sus giros de guión, cliffhangers e incluso forma de narración se convirtieron en el modus operandi de numerosas series que, a día de hoy, tratan todavía de heredar el sobrenombre de “la nueva Perdidos” con escaso éxito. Lost, como escucharéis hoy en todas partes, cambió radicalmente la forma de ver la televisión y es el caballo de batalla de la archiconocida generación del 2004. Controversias a un lado y señoras de chaqueta roja a otro, nadie puede negar la importancia que esta serie ha tenido en la televisión actual.
Lo curioso es que, a pesar de todo, los únicos que envejecemos somos nosotros. Friends y Lost también cumplen años, pero se mantienen tan frescas como siempre. ¿Qué otras series pueden decir lo mismo?
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