El fin está cerca, y en su última temporada Sons of Anarchy parece dispuesta a desplegar su artillería más pesada para que su adiós sea por todo lo alto.
Kurt Sutter (creador también de The Shield) ha demostrado que sabe cómo hacer su trabajo, y que SOA no es solo una serie sobre moteros que trafican con armas, sino una forma de sorprender al espectador capítulo tras capítulo.
Un nuevo Jax Teller
Tras la muerte de Tara (a manos de Gemma), tenemos que olvidarnos del Jax Teller que conocíamos hasta ahora. Ese Jax Teller ha muerto junto a su esposa y lo único que nos queda es un fantasma que vaga buscando venganza y violencia.
Venganza que cree haber encontrado cuando Gemma le da un “cabeza de turco” entre las filas de Lin. Una vez más fiándose de las palabras de su madre, esa mujer fuerte a la que todo el mundo recurre en busca de ayuda.
Pero ahora, más que nunca, es cuando ella necesita ayuda, cuando se siente culpable cada vez que ve la cara de Abel preguntándole por su madre o cuando se descubre hablándole a una Tara inexistente en el salón de su casa. Todo llegará y Gemma lo sabe
¿Escapar del Club?
Siempre hemos sabido que Unser era un hombre listo como pocos y que sus palabras nunca están de más, lo que le ha llevado a volver a lo que más le gusta ejerciendo de asesor para la nueva Sheriff. Esto, entre otras cosas, le da acceso al caso de Tara y veremos si acaba atando cabos.
Pero no solo su nuevo “ascenso” ha sido el tema central del antiguo Sheriff en este episodio. Su escena con Juice ha dado a entender algo que probablemente ni siquiera él propio Juice sabía: que su paso por los hijos de la anarquía no haya sido lo más correcto en su vida y que lo más sensato es huir. Si Juice no llega a entrar por la puerta de la residencia Teller en el momento del asesinato de Tara, su cadáver se encontraría en uno de esos 1.000 lugares que conoce Happy para hacer desaparecer un cuerpo.
Huye. Sí. Pero huye herido y con mucha pena por dejar el club al que ha pertenecido durante tanto tiempo y más aún a sus compañeros y así lo demuestra esa silenciosa llamada a Chibs. No vamos a olvidarnos tan rápido de Juice.
Desde la salida de Jax de prisión, parece ser que ningún miembro del club se cuestiona las decisiones de su presidente, ni siquiera Bobby parece quejarse de la espiral de violencia en la que están entrando a pasos agigantados (véase la persecución y tiroteo contra los chinos)
Cuando llevas tanto tiempo viendo SOA, te sientes parte de ella, un miembro más del club. Un miembro de la desestructurada familia.
Y… ¿Quienes somos nosotros para quejarnos del presi?
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