Tras el fuerte inicio de la tercera temporada, esta semana nos hemos tenido que conformar con un capitulo que, exceptuando algunos puntos, nos deja con ganas de más en todo momento, incluso en las escenas de acción.
Buscando venganza
La muerte de Sara has sido un duro golpe para todo el equipo, pero parece que Oliver, una vez más, no quiere demostrar sus sentimientos y prefiere esconderse detrás de su capucha. Buscar al asesino antes que detenerse ni un solo momento a llorar la pérdida de su amiga. Esto le hace darse cuenta de que necesita ponerse en contacto con su hermana, pero Thea sigue sin contestar a sus llamadas.
Diggle descubre que hay un nuevo arquero en la ciudad con unos cuantos delitos a sus espaldas y que podría ser el autor del asesinato de Sara, así que Arrow y el resto del equipo se ponen en marcha para encontrar a Lacroix (o Komodo, para los fans de los cómics).
Laurel está sufriendo mucho por la muerte de su hermana y busca desesperadamente una manera de encontrar al culpable y valiéndose de su puesto en la fiscalía (y algún que otro método ilegal) hace confesar a una de las víctimas de Lacroix cuál es la conexión de todas las víctimas: la construcción de un oleoducto de la empresa Amerteck.
Y aquí es cuando nos volvemos a encontrar con Ray Palmer. Después de comprar la empresa donde trabaja Felicity para que, de un modo u otro trabaje para él, se encuentra totalmente involucrado en la modificación de Queen Consolidated, lugar en el que se encuentra la próxima víctima de Lacroix. En el enfrentamiento con Arrow y bajo la atenta mirada de una Laurel armada, Lacroix dice que él no es el hombre que mató a Sara, que se equivocan de persona.
Adiós Sara, Hola Sara
Esta vez, los flashbacks (que esta temporada se centrarán en la estancia de Oliver en Hong Kong) nos han alegrado el episodio recuperando a Tommy Merlyn. El mejor amigo de Oliver viajó hasta China en busca de nuestro héroe sin saber que éste tenía la misión de matarlo. Obviamente Oliver no accede a matar a su amigo y busca una estrategia para poder salvarlo sin ser descubierto.
El contrapunto dramático, lo pone el funeral de Sara. Un funeral en su antigua tumba y sin la presencia de su padre, que desconoce el trágico final de su hija evitando así que empeore la salud del Capitán Lance. Decimos adiós a Sara Lance pero damos la bienvenida a Sara Diggle, la hija de John, que ha decidido ponerle el nombre de su amiga a la niña que acaba de tener en muestra de agradecimiento a todo lo que hizo Black Canary.
Los últimos minutos del episodio nos transportan a Corto Maltese, y aunque se podría prever al final de la segunda temporada, nos sorprende ver que Thea Queen domina a la perfección las artes marciales (en escasos meses) y ve más que apropiado llamar a Malcom Merlyn “papá”, algo incoherente teniendo en cuenta la relación que tenía con éste en la temporada pasada. Veremos si Thea sigue los pasos de su (ahora) padre.
COMENTARIOS