Ya hemos dejado reposar un poco el final de la segunda temporada de The Bridge, que no olvidemos que es el remake americano de Bron/Broen y que, tras una primera entrega muy ligada a la trama original, la serie de FX parecía tener mucho más que contar dadas las singularidades fronterizas entre México y Estados Unidos.
Los primeros 13 capítulos empezaron a sembrar semillas de lo que podría llegar a ser un gran drama social más allá de un simple buen policiaco. Las diferencias irreconciliables entre el país más avanzado y la ciudad más violenta del planeta pueden dar lugar a infinidades de buenas historias pequeñas, de gente corriente, del mundo real de ambos lados. En efecto, después del final de la primera temporada parecía que The Bridge iba a profundizar en los grandes problemas inherentes a la sociedad, pero al final más que en un quiero y no puedo, parece que se quedó en un puedo y no quiero.
Volviendo a la anterior season finale, se abría una potente historia en la que por fin parecía que se indagaría en el caso de los crímenes contra las chicas en Ciudad Juárez. El rescate de una mujer en territorio mexicano y la desaparición de la hermana de Adriana parecían un gran punto de partida para esta temporada, pero aparte de algunas líneas de guión, no hemos sabido más del asunto. Tampoco la historia de Charlotte Millwright y su túnel transfronterizo se ha explotado lo suficiente.
En cambio, sus creadores han decidido apuntar muy alto, en concreto contra las multinacionales, el jefe del cártel de la droga mexicana y hasta la CIA. Creo que es imprescindible poner el énfasis en unos actores tan importantes, de hecho esta trama me parece muy creíble, pero creo que The Bridge no fue concebido como un drama conspìrativo sino “sólo” un drama policiaco con un importante trasfondo social. Si a esta serie le borramos el componente social, nos queda un policiaco entretenido sin más.
Las tramas abiertas sin desarrollar no ha sido la única carencia de la segunda temporada, también hemos sido testigos de nuevas subtramas que, en mi humilde opinión, no han aportado mucho. Por ejemplo, el escarceo sexual de Sonya con el hermano del asesino de la hermana no ha conseguido ser de mucha ayuda para la serie, salvo el hallazgo del cuerpo de otra víctima, que se zanja con una visita a la madre de la fallecida. Tampoco el reencuentro de la protagonista con su drogadicta madre aportar mucho.
Tampoco a los protagonistas se les ha dejado explotar el carisma y la química que exhibían en la primera entrega. Tanto Sonya como Marco han estado demasiado tiempo separados como para permitirnos disfrutar de ellos. En cuanto a los secundarios, han estado igual de correctos, lo cual tampoco es bueno del todo pues se echa en falta más protagonismo de alguno de ellos. Sin embargo, los antagonistas han estado a la altura, si bien el personaje de Franka Potente prometía mucho más, su contribución ha sido muy interesante. Tampoco ha estado mal el hermano de Demián Bichir, Bruno, que interpretaba al poderoso Sebastián Cerisola. Para el último me he dejado al PERSONAJE, al gran Fausto Galván (Ramón Franco), un tipo capaz de hacernos temblar con sus violentos asesinatos y de sacarnos una sonrisa con su surrealista personalidad, lo mejor de este año en The Bridge, sin duda.
Análisis muy acertado.
ResponderEliminarMuy buena segunda temporada con un decepcionante final.
El último capítulo ha sido el peor de los 13.
De todas formas, confío en que habrá tercera temporada.