En ocasiones, premisas aparentemente vacuas acaban siendo las más poderosas. Y si no, que se lo digan a The Affair, el nuevo gran drama de Showtime que durante las próximas semanas, y de la mano de Homeland, nos contará las diferentes perspectivas sobre un affaire desde los diferentes puntos de vista de todos los implicados: los pecadores… y los cornudos.
Hagai Levi, creador del In Treatment original (BeTipul) y Sarah Treem, productora ejecutiva de la adaptación de HBO, firman esta ambiciosa producción de diez episodios que se estrenaba esta semana pero que, siguiendo el modus operandi de Showtime, se “filtró” una semana antes por aquello de recordarle a los piratas que el barco estaba a punto de atracar.
The Affair tiene todo lo necesario para triunfar: un aval increíble (además de Levi y Treem, en la producción están dos pesos pesados como Jeffrey Reiner y Eric Overmyer) en un canal que apuesta abiertamente por las series de autor; un reparto que hará las delicias del espectador más seriéfilo (el cuarteto protagonista es prácticamente legendario); y una historia con un gran potencial que, a pesar de todo, en el primer episodio no quiere ofrecernos demasiados detalles.
Y ese es el problema: ¿y si no hay detalles suficientes que nos puedan interesar?
The Affair comienza cuando la familia Solloway, liderada por Noah (Dominic West, The Wire) y Helen (Maura Tierney, ER), viajan con sus cuatro hijos a casa de la playa de los padres de Helen para pasar el verano. Aunque su matrimonio marcha bien, los hijos no facilitan en absoluto que la relación entre los padres sea todo lo estable que podría ser. El paso del tiempo, además, ha hecho mella en la relación y Noah, aunque fiel, no puede evitar soñar con otras mujeres.
Es ahí donde aparece Alison (Ruth Wilson, Luther), sempiterna camarera de un diner sin mayores aspiraciones, que se cruza en la vida de Noah cuando la familia Solloway para a almorzar de camino a su destino de vacaciones, especialmente tras un traumático accidente que significa mucho para Alison, quien perdió a su hijo pequeño dos años atrás. La vida de Alison, al igual que la de Noah, cambiará al darse cuenta que lo que había dado por supuesto (su trabajo, su relación con el personaje del culo de Joshua Jackson, etc.) no era más que una elección y no un destino.
La historia es sugerente, atractiva y prometedora, pero más allá de ello es un papel vacío, dispuesto a ser escrito con el paso de los episodios... pero que en una primera lectura realmente no dice nada. No obstante, será lo que veamos en el transcurso de los siguientes diez episodios, lo que nos mantendrá en vilo: una investigación policial, sobre la cual solo sabemos que tanto Alison como Noah están implicados, y una narración realizada desde los dos puntos de vista de estos personajes.
Esta narración es, desde mi punto de vista, lo más interesante de The Affair, no tanto por contar las dos caras de la misma moneda, sino por ofrecer dos interpretaciones que se dan a un hecho objetivo o por los recuerdos, tan distintos, que ambos protagonistas tienen del mismo momento (Alice recuerda con pavor —por la cantidad de niños— su primer encuentro; Noah lo recuerda con excitación e incluso deseo, por poner un ejemplo).
No obstante, tiene su riesgo: ¿puede llegar a convertirse esta narración en un lastre para la evolución de la serie? Tendremos que comprobarlo.
Gran estreno de esta temporada. Allí me tendrán para la segunda. Hoy precisamente le he dedicado un post en mi blog. Os lo dejo por si tenéis curiosidad ;)
ResponderEliminarhttp://seriesanatomy.blogspot.com.es/2015/01/las-diferentes-caras-de-la-moneda.html
Saludos!