El episodio continúa con la trama del anterior, donde esta vez, Alicia y Elsbeth tendrán que hacer piña y pelear duro contra Perotti, que acusa a su cliente de espionaje industrial. ¿El problema? Por lo que parece la compañía J-Serve vendió a China uno de los algoritmos de encriptación usados por el Ministerio de Defensa estadounidense. Y mientras Alicia hace frente también a su campaña como Fiscal del Estado, Elsbeth intentará por todos los medios utilizar su más que notoria influencia en Perotti para ganar el caso. De esta manera, tenemos el combo explosivo: Tascioni + Perotti + Florrick + Jueza In My Opinion. Y a pesar de todos los esfuerzos de Elsbeth por controlar sus emociones, Alicia tendrá que sacarle más de una vez las castañas del fuego al ver cómo su compañera queda totalmente hechizada bajo el efecto de la Old Spice.
Mientras tanto, Diane y Kalinda preparan el que será el salto definitivo de Florrick, Agos & Lockhart a unas oficinas con fundamento (tengo que reconocer que las nuevas tenían su encanto): las de Lockhart & Gardner. David Lee y Louis Canning no se lo pondrán nada fácil y ambos bufetes utilizarán sus mejores armas para conseguir lo que más desean. Finalmente, y mediante chanchullos varios como reclutar al viejo verde de Howard, Diane conseguirá salirse con la suya. Y nos regalará, junto con Alicia, una de las escenas más emotivas del capítulo: la entrada de ambas en el antiguo bufete, y en especial, el momento en el que Alicia acepta como suyo el antiguo despacho de Will. Ojos humedecidos, demasiados recuerdos buenos y la eterna sombra y presencia de Will, que siempre estará con nosotros. ¿Pero quién mejor que ella para ocupar ese despacho?
Finalmente, Cary vuelve a la carga. Y es que su escapada a Harvard le podría haber salido muy cara. Su supervisora le pilla en plena borrachera y después de darse cuenta de que Cary ha violado una de las normas estipuladas, no duda en llamar a las autoridades, quienes preparan su ingreso en prisión. Finalmente, gracias a un informe y unas condiciones bastante duras, nuestro querido abogado se libra de volver entre rejas. Un recordatorio de que Cary, a pesar de estar fuera, sigue estando bajo vigilancia, y que su trama todavía nos puede traer momentos muy intensos. Alicia le reitera su eterno apoyo, y es que, en parte, quizás él sea una de las razones por las que ella se esté presentando a Fiscal del Estado. O quizás no, quién sabe. Y a vosotros, ¿qué os ha parecido el capítulo?
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