Si esperáis una crítica que colme de halagos al último episodio de American Horror Story: Freak Show, titulado Test of Strenght, una vez más podéis ir pasando página. Soy consciente de que, especialmente por parte de sus fans, leer una crítica negativa no es lo más agradable del mundo, pero se agradecería que los que se sientan molestos no se lo tomaran de una forma tan personal.
Al fin y al cabo, solo es una serie. Una demasiado mamarracha.
Padre e hijo
Tachando cosas de la lista, parece que Dell y Jimmy han hecho las paces (temporalmente), con una copa en la mano, saliendo hasta el amanecer, y regresando al circo para cantarle las cuarenta a Elsa. Pero esto es solo un momento de calma dentro de la tormenta que está provocando Dell y de la lluvia que nos deja la voz de Jimmy (pregunta: ¿es necesario que haya un número musical en todos los episodios?).
Dell, coaccionado por Stanley, es cargado con la tarea de capturar a un freak para que Stanley no airee a los cuatro vientos su orientación sexual. Tras pensar en darle a Jimmy, al que odiaba, acaba descubriendo que es hijo suyo y reconciliándose con él tras una serie de escenas bastante bochornosas, por lo que tiene que pensar en una alternativa....
Mala leche
"Vamos a hacer que nos cargamos a Ma Petite para que no se lo esperen, y así nos la quitamos de encima definitivamente en el siguiente episodio". Así, los guionistas decidieron que la víctima final de Dell sería Ma Petite, probablemente el único personaje de Freak Show que me gustaba. Juego sucio contra el rival más débil, con el único aliciente que el odio finalmente se lo gana Dell y no Maggie.
No es que la pequeña mujer tuviera un gran papel, pero esa vocecita era demasiado adorable como para cargársela.
Ojalá se entere Amazon Eve y le dé su merecido.
Por un Freak Show sin Dandy
No quiero ser cruel, o tal vez sí, pero Test of Strength ha mejorado todo lo que podía mejorar (que tampoco era demasiado), una vez que las siamesas abandonan a Dandy y regresan al circo. No es que allí tengan mucho que hacer, pues al fin y al cabo en ese escenario representan a la amenaza del personaje de Jessica Lange, pero sí ha servido para que Dandy nos dé un breve respiro.
Así, Bette y Dot vuelven a inmiscuirse en los asuntos de Elsa, y todo es como si los últimos episodios no hubieran tenido lugar. Elsa se quiere librar de ellas, Dot se quiere librar de Bette (sabiendo, en el fondo, las intenciones de Elsa)... y Bette, simplemente, es la cabecita loca. Lo que está claro es que ninguna va a conseguir lo que desea fácilmente, así que solo nos queda esperar a ver qué problemas aparecen en su camino y cómo los trapicheos de unas y otras empezarán a (previsiblemente) preparar el campo de batalla.
Tramas aleatorias
"Estamos a mitad de temporada y no sabemos cómo continuar, ¿qué hacemos?".
Imagino que esto se lo preguntó Ryan Murphy a sus guionistas, y de alguna forma se llegó a la conclusión de que rescatando al personaje de Grace Gummer (cuyo papel se podría haber reservado simplemente para una pequeña aparición especial) y uniéndolo al de ese secundario venido a más como es Paul, podrían encontrar una trama que ocupase los minutos suficientes como para sacar una temporada completa.
¿El resultado? Una historia confusa e inexplicable sobre una joven enamorada de un freak (después de una noche de orgía, recordemos), que vive con un padre demasiado estricto. Tanto, que cuando Penny anuncia su partida, el padre le tatúa la cara entera.
Pues vale.
Justo con este episodio me di cuenta que empieza a caer esta temporada, durante toda la hora solo pense, "mmmmmm", con todas sus tramas tan bobas hasta me hizo extrañar Carnivale.
ResponderEliminarEsperaba tanto de ésta temporada... Esperaba un Asylum 2.0, y fue otro Coven :(
ResponderEliminarSometimes the scariest thing in the world is a smile.
ResponderEliminarAre you caught up on Freak Show? http://bit.do/ULZq
que corajee! esta temporada es aun peor que Coven, no puede ser!
ResponderEliminarComo fan de la serie, sólo puedo estar de acuerdo con lo que dices. Se ha convertido en una caricatura de sí misma y Ryan Murphy ha terminado de sacar su parte más locaza.
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