Grey's Anatomy S11E07. Could We Start Again, Please?

Hoy nos tenemos que quitar el sombrero porque nos han dado un episodio en condiciones. Equilibrado y con su minutito para todos. Con su trama A, su trama B, su trama C y hasta unas par de tramillas D si me apuras. Empezamos por la A, la más clara y la más digna de aplauso: una presentación en condiciones y en profundidad de Amelia sin la necesidad de saturación con un monográfico como el que hicieron de Maggie y la crisis del Calzona.

Para todos aquellos que no vieron o abandonamos Private Practice, la Mrs. Shepherd era todo un enigma. La habíamos visto en Alcohólicos Anónimos con Webber al principio de la temporada y teniendo algún rocecillo de autoridad con el todopoderoso McDreamy, pero hoy ha sido el Amy Uncovered. Problemas de drogas serios, novios muertos en la cama de sobredosis… Y claro, esas cosas a uno le acaban mordiendo en el culo con el tiempo.

Si mal no recuerdo, hace ya bastantes años que nos hablaron del padre de Derek y cómo murió, pero los flashbacks de ese atraco han sido exactamente lo que la relación de estos dos necesitaba. Esos traumas de la infancia que llevan a Derek y Amelia a dar bandazos en su relación. Sobreprotección, competición, amor, odio… Toda una tensión que nos ha llevado al Doctor Macizo que estábamos viendo venir: Derek Shepherd tocando fondo. La trama del declive de Derek después de 11 años. Por fin y gracias. Queremos más y sin censura.

Trama B: Arizona y Herman al límite. El tumor de la mentora de la Dra. Robbins va a peor y se ha interpuesto en el ejercicio de su profesión, dejando a Arizona y al Dr. Haas de Masters of Sex con un percal fino. ¿Y quién ha sucumbido a la presión y se ha puesto a llorar en mitad del quirófano? Nuestra diva de los patines no, desde luego. Sin entrar en los detalles del caso: Arizona parece que ha encontrado el remedio perfecto para salir del pozo de su divorcio. Ambiciosa y preparada para encubrir a Geena Davis y su enfermedad.

Trama C: Miranda Bailey volviendo a dar una masterclass de enseñar medicina. La primera gran cirugía de Jo en solitario (es verdad, que Grey iba de internos) y la chica va y duda, como el que no sabe si se ha dejado el gas dado al irse de vacaciones. Y todo después de hacer de menos a Bailey en el baño. Normal que luego haya aprendido la lección a las malas. Bailey Style.

Y las tramillas D, de sus dos escenas pero que han dado momentos igual de buenos. A Jackson no le hace mucha gracia vivir en la incertidumbre con el sexo de la criatura que se está gestando en el horno de April. Y Derek recordándole las condiciones apocalípticas del alumbramiento de su hijo. Qué grandes son esas conversaciones de quirófano. Qué grandes.

Y luego están las consecuencias del casquete MerDer y el plantón de la cena de la semana pasada. La pobre Maggie está sola, muy sola. No tiene amigos y eso es lo que más le dolió, que no le dieran una cena en condiciones en casa de su tata. ¿Solución? La escena más emotiva del episodio. Maggie, Mer, Callie y Alex en la casa de Ellis Grey, por donde ha pasado todo el endogámico grupo de internos desde 2005 y por donde se han pasado por la piedra los unos a los otros y a medio personal sanitario. Todo recuerdos. Y llegada de Arizona cual perrillo abandonado para rematar.

Por O'Malley.