How to Get Away with Murder S01E09. Kill Me, Kill Me, Kill Me (MIDSEASON FINALE)

Es increíble cómo, en un segundo, pueden salir tantos improperios de la boca de dos personas casadas desde hace veinte años. ¿Entonces qué, se querían o no? ¿Él tonteó con ella para llevársela a la cama mientras estaba casado con otra mujer y, veinte años después, cada uno se las arregla como puede para seguir adelante?

Tras este brote de sinceridad, Annalise abandona su casa justo a tiempo para que lleguen Rebecca y Michaela, pero no en ese orden. ¿Cómo va a pillar Michaela a Sam intentando matar a Rebecca si llega antes de tiempo? Y la ira que sintió frente a su suegra ya se ha desvanecido, es decir, el contrato prenupcial fue una historia sin importancia. Una verdadera pena.

Todos tienen sus historias independientes -el novio de Laurel, el padre de Asher- y nos ayudan a conocerles. Simplemente, parecía que la de Michaela iba a ir a más.

En cualquier caso, Rebecca decide no inventar una historia poco creíble para entrar en la casa, simplemente corre escaleras arriba alterando a Sam más aún, como es lógico. Es el momento en el que Laurel, Michaela y Connor descubren, de boca de Wes, que Sam ha podido asesinar a Lila. Todos llegan mientras Rebecca se esconde en el baño y copia la información que necesita y, cuando sale, Sam decide coger el flash drive por la fuerza. Tras el forcejeo, Laurel consigue escapar con él y Sam va tras ella pero Michaela le empuja y cae por el hueco de las escaleras. Una caída bien hecha, no como otras que hacen por ahí. Michaela es la presunta asesina. Laurel no ha hecho nada salvo correr, pero Connor las culpa a ambas y podría acabar yéndose de la lengua para librarse.

Todavía falta el golpe con el trofeo. #WhoKilledSam? Wes did it. Qué decepcionante, el chico salvando a su amada, qué momento más frío. Cuando Rebecca se ofrece a confesar el crimen para salvarle, no es una forma de hablar. Ha sido él. ¿Para qué retrasar y anunciar el acontecimiento hasta hoy si ha sido el más probable? Lo más decepcionante es que no ha sido Michaela.

¿Quién pensó que Bonnie necesitaba coartada? Yo, la verdad, días después de publicar la anterior review, pensé que cabía esa posibilidad, pero me parecía deshonesto cambiar el texto a mitad de semana. No me cuadraba su presencia en la casa pero, bueno, todo es posible en Shondaland. Simplemente, Bonnie no quiere que nadie sepa de sus idas y venidas. Pero algo oculta, así que sigo apostando por Bonnie en la nueva apuesta #WhoKilledLila?.

Annalise llora frente a la comisaría de policía. Lágrimas verdaderas, por el momento. Durante el resto de la noche, no tanto. Qué actriz está hecha, no sé cómo le dio por la abogacía. Mientras tanto, y que no se nos olvide nada, Asher llega a la casa aporreando la puerta y preguntando por Michaela pero se marcha de fiesta, Wes se lleva a Rebecca al motel y ella se ofrece a protegerle, Wes vuelve a la casa a disculparse con el cadáver -una cosa muy extraña- y recoger el trofeo para limpiarlo, se reúne con los otros tres, lanzan la moneda, se pasan por la hoguera para tener una coartada, vuelven a la casa, limpian el suelo y el trofeo, se llevan el cuerpo, un agente les ve saliendo de la casa con una alfombra (esto lo tienen muy olvidado), queman el cadáver -impresionante cómo se aprecian las marcas de la alfombra en la cara de Sam, los pequeños detalles son importantes-, buscan el anillo de Michaela y tiran los restos a un contenedor, digamos, de restos orgánicos.

¿Qué hacía Annalise? Reencontrarse con Nate y contarle la pelea marital, prometerle que no volverá a casa, llamar a Sam, acostarse con Nate, volver a casa, dejar un mensaje en el contestador de Sam y llamar a Bonnie pidiendo ayuda. Bonnie, a estas alturas, acababa de acostarse con Asher pidiéndole discreción. Por cierto, a estas alturas de la película no se puede negar que es posible que Bonnie haya presenciado algo de lo ocurrido esta noche y se esté protegiendo como puede. Bah, no creo. Mató a Lila y fin de la historia.

Wes mató a Sam, predecible podríamos decir, cuando en realidad podría haber sido cualquiera y nada era seguro. Pero todavía podríamos pensar que se le podía sacar más jugo a la situación. Entonces, llega la escena final, en la que todo cobra sentido. Se desvela que, cuando Wes va a disculparse con el muerto, Annalise está presente. Una vez más, Annie y Wes forman el Team Secret. Muy probablemente, ella le ha dado la idea de que quemen el cadáver y limpien la estatua. Por su parte, ella se ha creado su propia coartada durante toda la noche. ¿Llegó a entrar Annalise a la comisaría? Suponemos que no, puesto que, si han seguido un orden cronológico, fue a hablar con la policía antes de saber que Sam había muerto. Su coartada no tendría mucho sentido si había ido a denunciar a su marido un par de horas antes. Además, descubrimos que Wes destruye el flash drive por la mañana y que ni Laurel ni Connor cuentan lo que ha ocurrido a sus partenaires, mucho menos Michaela, que decide firmar el prenup para asegurarse un buen futuro. Laurel sí pide a Frank que devuelva el trofeo y él se inventa una excusa pésima para cubrirla, y Connor se saca de la manga una adicción a las drogas para justificar su comportamiento.

Es hora de llamar a la policía y contar todo lo que saben. Lo único que sacamos en claro es que Annalise siempre está metida en todo. ¿Habrá matado a Lila? Quedan seis episodios en los que veremos cómo se las arreglan todos para librarse del asesinato. How to Get Away with Murder regresa del parón el 29 de enero.

Promo S01E10. Hello, Raskolnikov