Supernatural esta semana nos ha traído un capítulo que nos recuerda a los inicios, donde los hermanos se dedicaban a ir juntos resolviendo casos concretos; es decir, que volvemos a ver a los Winchester juntos de caza. El episodio también nos ha servido para alejarnos del monótono tema principal que tenía la serie y descansar de tantos ángeles y demonios.
Estos se ponen a investigar un caso de hombres lobo, o más bien, mujeres lobo, pues se encuentran con una conocida, una loba que ya nos sonaba a los seguidores de temporadas anteriores. La chica es Kate, la cual anteriormente había sido convertida y los hermanos habían perdonado la vida, ya que les prometió que no iba a matar humanos. Y así lo había hecho durante todo este tiempo, pero su hermana había tenido un accidente de tráfico y quiso darle una oportunidad transformándola en loba. Aunque la chica se descontrola y su hermana acaba matándola.
Con el caso han intentado identificar a nuestros protagonistas, ya que ambos han vivido varios cambios en su vida y se han intentado ayudar mutuamente. Pero con mucha hipocresía no han dejado que estas hermanas intentaran hacer lo mismo.
En resumen, los hermanos se han tomado un descanso, aprovechando la recuperación de Dean. Ahora falta ver con qué nos sorprenden la semana que viene, que la serie cumple su episodio 200.
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