Tras el largo parón que provocó la semana de Acción de Gracias, que lo para absolutamente todo en Estados Unidos, volvió Homeland por donde nos habíamos quedado, con ese tremendo cliffhanger que nos ha tenido en vilo dos semanas. La serie sigue en alza y ya, más que de resurrección, deberíamos empezar a hablar de confirmación. 13 Hours In Islamabad debería ser ejemplo, no sólo de la idiosincrasia de la serie, sino también de todo el género de espías.
El capítulo vuelve a estar estructurado en dos mitades bien diferenciadas. La primera parte está centrada en las consecuencias del atentado que sufren Carrie y Saul, y la entrada triunfal de los terroristas en la embajada. El plan de Haqqani ha salido a la perfección, puesto que consiguió desviar la atención de los marines hacia el convoy. Una jugada que ni siquiera la espabilada Station Chief vio venir. Al menos para paliar las devastadoras consecuencias del ataque estaba allí Quinn, que hace lo que puede para evitar el desastre pero no puede evitar la muerte de Farah. Me detengo aquí porque se trata de la desaparición de un personaje que esperábamos seguir viendo evolucionando, si bien en dos temporadas no había tenido demasiada relevancia. Junto a ella, el episodio nos ha dejado otra víctima, John Redmond, un tipo que al principio parecía estar metido de lleno en la conspiración contra Bachman pero que demostró lealtad cuando las cosas se pusieron feas.
Tampoco puede impedir el bueno de Peter que Haqqani se haga con la celebérrima lista de Sandy Bachman, cedida en bandeja por el siempre incompetente Andrew Lockhart, al que los guionistas han decidido humanizar un poco para que ésa sea su principal característica y no la maldad en sí misma. Cabe destacar de nuevo al personaje de Quinn, que vuelve a ser interesante de esta manera después de su errático inicio de temporada, mitad enamorado, mitad alcohólico atormentado. No, él es una máquina de matar y es precisamente por eso por lo que empezamos a adorarlo en anteriores temporadas.
La segunda parte del capítulo bien podríamos llamarlo el epílogo de la tragedia o bien evaluación de daños. Carrie se intenta reponer física y psicológicamente de todo por lo que ha pasado, adoptando una actitud muy sumisa y derrotista que no habíamos visto antes. Es posible que el hecho de tener una hija la haya hecho entrar en razón y volver a Washington y estar con ella no parece tan mala opción ahora.
Los Boyd habían quedado en una situación muy complicada tras la confirmación de traición del marido de la embajadora. En este momento se produce una de las escenas más intensas de toda la temporada, con muy buen trabajo de ambos actores. Entre rejas, Dennis Boyd le pide a su mujer que le permita suicidarse, una opción con menos sufrimiento que afrontar su culpa y ser juzgado por traición en Estados Unidos. Es muy interesante cómo Martha, tras pensárselo, accede a su loca petición, ella sabe que es lo mejor para ella y su hijo. Ya vemos cómo al final, Dennis demuestra otra vez su cobardía y no cumple con su parte del trato, para sorpresa de su mujer.
Por último, Quinn, que parece haber adoptado la actitud de Carrie, no piensa rendirse y quiere encontrar a Haqqani lo antes posible, aunque tras la evacuación de la embajada se quedará sin ayuda sobre el terreno. Su plan por ahora resulta, pues tras una trampa muy bien orquestada, consigue hacerse con Farah Ghazi, un viejo conocido nuestro. Con la sala de tortura a punto, no podemos esperar a ver si los americanos consiguen devolver el golpe a los terroristas.
Homeland se sigue superando capítulo tras capítulo. Cuando pensamos que ya no puede ser mejor, semana a semana nos demuestra lo contrario dejándonos con la boca abierta y, claro está, con ganas de más. Quedan dos capítulos para el final de una temporada sobresaliente y la pregunta es qué veremos en estos dos episodios que no hayamos visto ya.
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De acuerdo con todo menos que la historia de Quinn al principio era un error, todo lo contrario, solo los psicopatas pueden ser maquinas de matar sin consecuencias y remordimientos. Quinn es muy humano a pesar de ser un asesino y toda esa historia ayudo a ejemplificarlo, incluso su interraccion con la mujer del hotel.
ResponderEliminarPues mira, sí que es verdad. Tienes razón. Ha sido una buena forma de darle profundidad al personaje. Eso sí, su enamoramiento de Carrie sigue sin parecerme bien, ni desde el punto de vista narrativo, ni del de fan de la serie.
ResponderEliminarProbablemente le mejro capítulo de toda la temporada, estoy mal de la cabeza si confiezo que me dolio mas la muerte de Farrah que la de Brody en la 3r temporada? lol
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