Hace unas semanas leía un artículo de Alberto Rey en El Mundo sobre la influencia limitada que tenemos los que hablamos de series de televisión en páginas como esta. Pese a que recibimos una cantidad importante —y difícilmente ignorable— de visitas a cada uno de nuestros artículos, generamos debate y ponemos luz sobre series completamente desconocidas para el público aficionado a las series de televisión, seguimos siendo ignorados por la industria televisiva de nuestro país.
Trabajar como crítico en España
es complicado. Las cadenas no ponen nada fácil escribir sobre sus series porque
apenas envían información, limitan los pases y el acceso preliminar a la serie
solo se materializa en un preestreno en algún cine de Madrid. Y les funciona,
porque los que escribimos sobre series de televisión acudimos encantados a
estas citas y no solemos presentar queja alguna. Publicidad más que amortizada.
Sin embargo, todavía hay voces
que se alzan para afirmar que las páginas televisivas despreciamos el trabajo de
las cadenas españolas, las ninguneamos y “fusilamos” sus estrenos porque
hablamos de las series de televisión que se emiten al otro lado del charco al
ritmo de emisión que realiza su cadena original y no al ritmo que se emite en
nuestro país.
Hay que reconocer, por supuesto,
que las cadenas han contribuido sobremanera al estado actual en el que se
encuentran las series de televisión de nuestro país. Canal+ con su Festival de Series en Madrid, con sus eventos fuera de la capital de España, el esfuerzo
del resto de cadenas por traer las series cuanto antes, por traer actores y
gente implicada en el proceso de creación de las mejores ficciones internacionales.
Tenemos que estar agradecidos por ello, pero no tenemos por qué rendir
pleitesía ni adaptarnos a su agenda.
Evidentemente, cada dueño de su
medio tiene la capacidad para decidir si espera a la emisión aquí o no. Los
seriéfilos, como está demostrando el consumo de series de manera poco legal, no
quieren esperar ni un solo minuto más de la cuenta y existe una demanda de
información y análisis inmediato que las páginas televisivas deben satisfacer.
¿Obviamos series como 30 Rock, Parks and Recreation u Orphan Black simplemente porque nadie ha querido traerlas (o mantenerlas) a España?
El ejemplo es Breaking Bad. La serie de Vince
Gilligan, aunque muchos no lo recuerden, no fue tan famosa hasta, al menos, dos
años después de su estreno en el canal AMC. En nuestro país adquirió sus
derechos Paramount Comedy, que no la supo vender cuando no la conocía nadie y
no la quiso cuidar cuando ya era un fenómeno de masas. Cuando se emitió el final
de la serie, en España, de forma legal, solo se podía haber visto hasta la
cuarta temporada (última emitida por Paramount hasta ese momento). Sin embargo,
eso no evitó que todos los periódicos y los que claman contra el respeto por las
cadenas españolas vieran el episodio y le dedicaran extensos espacios en sus
soportes. Curioso.
Si nos ofrecieran los episodios
de las series con una semana de antelación podríamos tener las críticas preparadas
para el momento en el que termina la emisión del capítulo, en aquellas series
que se emiten con un plazo asumible entre su estreno original y su estreno en
España. También nos ayudaría con las series de producción propia, esas que
muchas veces olvidamos porque estamos tan metidos en la rutina de producción
estadounidense que no tenemos tiempo para echar un ojo a nuestra industria. Y
eso es en gran parte culpa nuestra, sin ninguna duda. Pero facilitar el acceso
por parte de los medios a tu serie hace que sea más fácil hablar sobre ella.
España empieza a andar hacia
delante en lo que a producción propia se refiere. Sin ir más lejos, El Ministerio del tiempo es tan buena
que hasta en este mismo medio, en el que solemos abordar la ficción extranjera
en lugar de la patria, le hemos hecho un hueco. Porque merece la pena, al
menos, ver el piloto. Otras producciones también empiezan a despuntar y, con un
poco de colaboración entre productoras y prensa, podemos contribuir a mejorar
el sistema televisivo, aunque sea solo un poco.
Por partes, primero estamos muy influenciados por las producciones de calidad, especialmente la estadounidense, detrás están las británicas, las irlandesas o las danesas que están emergiendo. Por ello estamos malacostumbrados a la hora de ver ficción nacional, inferior a éstas pero nunca sabemos (más bien los blogs que tienen más influencia) hacer crítica constructiva, sí las destructivas ("fusilar").
ResponderEliminarSegundo, da igual la ficción extranjera de calidad en la TV española, a corto plazo siempre fracasan. Por ejemplo Arrow, Game of Thrones, que estrenaron en Antena 3 en prime time, ambas reciben pocas audiencias exigidas por parte de la cadena. De hecho, con GoT la segunda temporada se traslada en Neox, de Arrow mejor ni hablamos.
Tercero, Breaking Bad ya se estrenó mucho antes de Paramount, en Telemadrid ya empezaba desde la primera temporada hasta el final, no sé las audiencias pero emitieron todas las temporadas. Ciertamente solo se ve en la comunidad de Madrid y alrededores (en Ávila por ejemplo se puede ver Telemadrid o en Talavera de la Reina)
Muchas veces la crítica tiene que recurrir a los análisis destructivos porque no queda otra, es el caso de las ficciones de hace unos años. En los últimos, estamos viendo como se critica mucho menos porque, en general y salvo horrendas excepciones, cada vez se hacen mejor las cosas.
ResponderEliminarEl caso de Game of Thrones no vale por el simple hecho de que, cuando se estrenó en abierto en España, todo su público potencial ya la había visto, bien en Canal+ o bien descargándola de manera poco legal. Pero sí, en general la ficción en abierto en España fracasa porque cuando llega lo hace mal, con horarios muy muy malos y tras haberse estrenado en tele de pago y estar disponible desde su estreno en USA en los torrents y sitios de descarga directa.
Es cierto que Breaking Bad se estrenó antes en las cadenas de la FORTA, pero no lo he mencionado porque en el caso de Andalucía, que es dónde yo tuve acceso a la serie en abierto, maltrataron la serie de una forma cruel: horarios de madrugada, sin orden de episodios y sin un ápice de información sobre qué capítulo emitían o cuándo iban a poner otras temporadas. Por eso hablo de Paramount, que encima es de pago, como ejemplo de maltrato a una serie de éxito bastante reconocido.
Un saludo,
Javi
100% de acuerdo. Un comentario muy simoniano ;-)
ResponderEliminarLo de GoT vale pero no te olvides de Arrow o The Walking Dead que no lo ha mencionado es de juzgado de guardia. En fin, tampoco los españoles espactadores de la Tv hace ningún favor a la ficción extranjera. Igual que paginas especializadas en series y en TV como las que aparecen en la lista de la derecha, pocos apoyan públicamente la serie española. Lamentablemente los españoles estamos acostumbrados a atacar sin criterio consecuente a cualquier producto español, sea cine o serie de TV, como si fuese un deporte pero insano. Como ha dicho el de arriba, hacemos más critica destructiva que constructiva (eso tambien dice mucho de la mentalidad de los autores de la crítica de series de TV).
ResponderEliminarMe alegra por la difusión de El Ministerio del Tiempo, es una pena que en su tiempo Isabel no tuviese apoyo, que es superior a The Tudors. Con el comentario que acabo de hacer, seguramente algunos irán a Filmaffinity a votar con puntuacion mas baja posible a las series españolas, incluso las buenas como Crematorio, Matalobos, Polseres Vermelles.
Se ve que Javier Ramirez (autor de la entrada) se dio por aludido y no ha sabido defenderse, es más, da la razón a la idea y postura de Alberto Rey eso de que los blogs influyentes no apoyan a la ficcion española. por lo demás, completamente de acuerdo con Alberto Rey, Lukkasy Rodrigo Terc.
ResponderEliminarEn ningún momento me doy por aludido o atacado por las palabras de
ResponderEliminarAlberto Rey, es más, las expongo aquí y las uso como apoyo a mi
reflexión.
Tampoco se señala, en mi
artículo seguro y en del señor Rey opino que tampoco, que los blogs
televisivos pasamos de la ficción española porque es mala o que solo
hablamos de ella para destrozarla. La crítica que desde aquí hago está
diriga a las cadenas, las que imposibilitan el fácil acceso a sus
producciones a los que trabajamos con series de televisión. Ya sea no
ofreciendo pases a críticos, o haciendo imposible el visionado del
capítulo en otro soporte que no sea su emisión en televisión. Solo hay
que ver la jugarreta que Telecinco le hizo a los periodistas con una de
sus series para probar mi punto de vista.
Gracias por tu comentario. Pero me parece no has entendido, o no has querido entender, el fondo de lo que expongo en el artículo
Las serie que menciono son solo un ejemplo. No puedo mencionar todas. The Walking Dead es el mismo caso que Game of Thrones: serie de éxito que se estrena en España mucho más tarde que su estreno original y tras haber pasado por la tele de pago (ergo, ya la ha visto todo su público potencial cuando llega a la tele en abierto).
ResponderEliminarCriticas constructivas o destructivas? Pues no te puedo ayudar, porque nunca he escrito sobre ficción nacional. Pero sí que tengo una opinión: la crítica destructiva es apropiada para series como 'Gym Toni u otras producciones horribles que se han hecho aquí. Otras como Velvet, El tiempo entre costuras... son decentes y no merecen ser fusiladas por el mero hecho de ser españolas. Aunque, no confundamos, eso no exime de que se señalen todos los fallos que puedan tener.
gran articulo
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