Ayer se estrenaba en PlayStation Network, la plataforma digital de Sony, esa propuesta que nos trae de cabeza desde hace años: Powers. En su día hablamos de ella, cuando en el 2011 era una propuesta de FX con Kyle Chandler como su rumoreado protagonista. No ha sido hasta ahora cuando Brian Michael Bendis y Michael Avon Oeming (creadores del cómic original) han conseguido encontrarle un nuevo hogar, PlayStation, tal vez no el más ambicioso pero sí el más adecuado.
Powers está ambientada en un mundo en el que conviven superhéroes y supervillanos con gente de a pie. Poseedores de todo tipo de poderes, los "powers" pueden convertirse en un riesgo para la sociedad, por lo que algunos profesionales de la ley tratan (cuando pueden) de ocuparse de los casos relacionados con ellos. Así nos adentramos en la división de Powers y conocemos a nuestro protagonista, Christian Walker (Sharlto Copley, Distrito 9), un antiguo superhéroe que perdió sus poderes y que ahora se encarga de estos casos en compañía de su nueva compañera, Deena Pilgrim (Susan Heyward, The Following).
Su primer episodio nos adentra en un mundo con una mitología muy amplia a la que no es siempre fácil seguir la pista. Walker en sí mismo es un antiguo superhéroe, Diamond, que ha perdido los poderes y vive en una continua crisis existencial y profesional por culpa de esta situación. ¿Cómo se va a enfrentar a villanos con poderes si no tiene esos recursos? La misteriosa muerte de uno de los legendarios Powers pondrá a una joven "wannabe" llamada Calista (Olesya Rulin) en el punto de mira de los detectives, que temen por la reaparición de Johnny Royalle (Noah Taylor) y tienen que acudir al antiguo mentor de Walker, "Big Bad" Wolfe (Eddie Izzard) para conseguir respuestas... de momento, sin éxito. Michelle Forbes también hace acto de presencia, lo que también hay que considerar.
Si la mitología de Powers, que aquí se impone y no se desarrolla, es algo que sirve de lastre en su primer episodio, el segundo fallo que golpea a la producción es un conjunto de efectos especiales que definitivamente no están a la altura de una serie de ciencia ficción (esos muñecos haciendo de superhéroes con capas y rayos de luz provocan dolor). Ni de esta, ni de ninguna otra.
Por otro lado, creo que los puntos fuertes de Powers son muy obvios y suficientes como para darle una oportunidad: la pareja protagonista tiene química desde el primer momento (gracias, en parte, al salero de Heyward) y no podemos obviar que se trata de una serie de superhéroes en un momento en el que el fenómeno Marvel se encuentra en su punto álgido, por lo que Powers puede servir de alternativa televisiva a un conjunto de propuestas que ni son tan oscuras ni tan clásicas como esta.
PlayStation ofreció su primer episodio gratuito y los tres primeros para los usuarios premium de su plataforma, donde emitirá un episodio cada semana. En España, Movistar Series se encargará de su distribución, donde a partir de hoy podremos ver sus tres primeros episodios y uno cada semana a partir de la siguiente. Y es importante, porque está claro que en un universo con tanta historia, hace falta ver esos tres episodios para decidir si Powers merece la pena o es como su protagonista: un agente sin poderes.
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