Entre 1975 y 1977, un gran aluvión de espectadores se reunía alrededor de sus televisores para disfrutar de una de las grandes propuestas de ficción en la televisión británica, que por aquel entonces contaba con muy pocos canales.
Esa serie era Poldark y contaba la dura historia de un Capitán que de regreso a su casa en Cornwell tras luchar en la Guerra de la Independencia, veía como todo lo que creía tener se desmorona.
Cuarenta años después de aquella serie que triunfó en numerosos países (entre ellos España), la BBC ha decidido volver a adaptar las novelas de Winston Graham en las que se basa y contar con Aidan Turner (conocido sobre todo por ser uno de los enanos de The Hobbit) para el papel principal.
Cuando Ross Poldark regresa a su Conwell natal después de la guerra, descubre que su padre ha muerto dejándole unas tierras infértiles, dos minas abandonadas, deudas y únicamente una casa que los sirvientes han dejado descuidada. Sus terratenientes necesitan dinero para arreglar sus casas y ahora Ross no tiene ingresos con los que ayudarles.
Pero lo peor para Poldark no es haber perdido su fortuna, sino perder al que creía el amor de su vida. Dado que todo el mundo le daba por muerto, su entonces novia Elisabeth (Heida Reed) ha rehecho su vida y se casa con el primo de Ross en una ceremonia que oficia el reverendo del pueblo interpretado por Robin Ellis, el Poldark de los 70. Un duro golpe para ambos, pero principalmente para él, que en tres años ha perdido todo lo que esperaba encontrarse a su regreso a casa.
Al estilo de las novelas de las hermanas Brontë, Poldark comparte con Heathcliff y Rochester una vida dolorosa y un carácter duro que le impide demostrar en gran parte sus sentimientos, ni tan siquiera es capaz de hablar con Elisabeth de lo sucedido en un primer momento.
Quizás Poldark no sea la serie que los amantes de este tipo de serie histórica buscábamos pero Aidan Turner consigue enganchar al espectador, con su cuidada interpretación de hombre al que no le queda nada que perder pero que sigue luchando. Conectas con ese personaje oscuro y callado pero también amable y sexy gracias a su interpretación y eso es un gran punto a su favor teniendo en cuenta que es el personaje principal.
No puedo decir lo mismo de su amada Elisabeth, personaje que me parece de lo más plano y soso de la serie y más si la comparamos con Demelza (Eleanor Tomlinson, The White Queen), la chica que Poldark rescata del pueblo y convierte en su cocinera. Las imágenes de Eleanor jugando y cantando junto al perro en el prado, le dan una belleza al personaje de Demelza que en ningún momento consigue Elisabeth (pese al exceso de maquillaje para la época).
Creo que han hecho bien en retomar a este soldado herido y que, pese a no ser una de las mejores series de contexto histórico, la propuesta entretiene y nos deja ver a un más que correcto Aidan Turner en paisajes dignos de las mejores galerías de arte.
Te has quedado a agusto, si vas a hacer un análisis de un serie en concreto por lo menos échale ganas.
ResponderEliminarPara empezar la historia de Poldark es famosa sobre todo por su fidelidad histórica. Solo hay que ver el conflicto social entre la burguesía emergente (los Warleggan) con la nobleza rural en en decadencia (los Poldark). A los más ricos del pueblo, los Warleggan, los Poldark, incluido Ross, los miran por encima del hombro porque los consideran inferiores por ser "hijos de herreros".
Elisabeth no es plana, es una egoísta que solo busca su propio bienestar, está hecha así a posta, para que la odies desde el primer momento.
Y por último, hay que tener ganas de comparar a personajes como Heathcliff y Ross Poldark. El primero es un amargado que se dedica a amargar la existencia de todos los que le rodean, mientras que el segundo es un idealista que lucha por su gente y salir adelante.
Con semejante análisis cualquiera se anima a ver la serie.
Más documentación, más analásisis, menos ínfulas.