La quinta temporada de The Walking Dead ha finalizado con un capítulo sensacional, que ha tenido de todo lo que se espera de la serie y más tratándose de una season finale. Conquer nos ha preparado el terreno para lo que veremos en octubre, con Rick alzándose con el liderazgo de Alexandria, pero con muchos cabos sueltos que habrá que solucionar en los próximos capítulos.
Empecemos con Glenn, que se ha convertido en el objetivo número uno de Nicholas. Siempre lo digo, no hay nada más peligroso que un cobarde acorralado con un arma y por poco le cuesta la vida pero hizo caso omiso cuando le dijimos que se lo cargara hace un tiempo. La de problemas que se habría ahorrado, pero él no es así, ni siquiera fue capaz de apretar el gatillo cuando lo tenía a punto. Yo comprendo su actitud, de verdad, y creo que yo hubiera hecho lo mismo pero llegados a ese punto creo que la mayoría de nosotros habría cortado por lo sano. Por suerte, sigue vivo cuando ya nos temíamos lo peor. Ahora Nicholas volverá a un pueblo cuyas normas han cambiado, quizás ahora reciba justicia.
El Padre Gabriel ya no sabe qué hacer para caernos peor, sigue atormentado por haber dejado a sus feligreses morir fuera de la iglesia y, en lugar de arrepentirse y cumplir penitencia como todo cristiano se supone que ha de hacer, intenta que maten a más gente. De todas las tramas de Conquer, ésta ha sido la que peor sabor de boca me deja sin duda. Primero no ha tenido valor de suicidarse, después ha dejado las puertas abiertas con cara de malo, por lo que ya me esperaba que hiciera algo más. Ir de frente nunca fue su asunto pero he echado en falta algo más en ese personaje tan absurdo. Si Sasha hubiera acabado con él estaríamos todos más contentos.
Al contrario de lo que podríamos pensar, Rick está en cierto modo avergonzado por lo que pasó al final de Try. Su estado de locura transitoria quedó en eso y ahora ve la vida con otra perspectiva. Carol tiene muy claro que hay que usar la fuerza para tomar Alexandria caiga quien caiga, qué miedo me da su personaje. Cada minuto que pasa se muestra más oscura. Pero la serie parece empeñada en demostrar que los que tienen mano dura llevan la razón. Si hubieran acabado con Pete a su debido tiempo, el marido de la lideresa Deanna seguiría vivo. Al final el sheriff hizo las cosas bien y no tuvo que actuar por las malas, lo que hubiera supuesto una ruptura total con los habitantes del pueblo.
Durante todo el día Rick ha recibido palabras de ánimo de parte de Carol, de Carl y, sobre todo, de Michonne, con quien finalmente se sincera y comparte su plan. Para su sorpresa encuentra su apoyo y sabe que tiene el de todos los demás. Para él, Michonne y su hijo son muy importantes, personas que jamás le darían un mal consejo. Por eso creo yo que actúa de esa forma y se desmarca de la idea que Carol había intentado inocularle desde su llegada. Pero, ¿puede cambiar las cosas la aparición de Morgan, cuyo lema es “Toda vida cuenta? Un reencuentro que me parece muy interesante y que ya veremos qué da de sí.
Aaron y Daryl siguen tras la pista de nuevos habitantes para Alexandria cuando se topan con un cercado lleno de camiones que resultan ser trampas llenas de caminantes. Durante la secuencia no nos quedan dudas, si alguien las tuviera, de que Aaron es un buen tipo y realmente cree en el ser humano. Sobre todo tras ser salvado por Morgan, cuya presencia por fin se justifica desde que apareciera en los créditos del primer episodio, No Sanctuary. El cold opening nos muestra por primera vez a los nuevos archienemigos de los protagonistas, que amenazarán el paraíso de Alexandria la temporada que viene. Por lo que hemos podido ver, son gente que disfruta matando sin un objetivo claro y el desmembramiento de los zombies parece obedecer a que sean máquinas para ejecutar personas, justo lo contrario que hacía Michonne. Quieren que maten, aunque los inutilizan para que no puedan moverse.
Conquer ha sido una gran season finale, muy al estilo de siempre de The Walking Dead, lleno de tensión, giros y muertes, aunque en este apartado puede que algunos se sientan decepcionados pues ningún miembro del reparto ha mordido el polvo. Nunca llueve a gusto de todos, pero sí que se ha echado un poco más en falta un momento de shock a modo de cliffhanger que nos haga mordemos las uñas hasta entonces. En general creo que ha sido una temporada buena, con capítulos geniales como No Sanctuary, Coda, Spend o What Happened and What's Going On, este último es casi una obra maestra, y otros más densos, más pausados para potenciar a los personajes y que no han tenido tanto acierto desde mi punto de vista como si tuvieron algunos de la cuarta temporada, que sí consiguieron su propósito.
Por último me gustaría hacer una crítica a la propia serie en sí, en concreto en el tema de los personajes. Siempre me ha gustado el enfoque pero creo que hay demasiados personajes principales como para prestarle la atención que merecen. Hay algunos de ellos que apenas han tenido protagonismo esta temporada, como Maggie y Glenn. En el caso de la primera, la muerte de su hermana quedó empañada porque apenas se había referido a ella en un buen puñado de capítulos, simplemente porque no hay tiempo para centrarse en ella. De esta forma, cuando un personaje muere, apenas lo sentimos porque realmente no hemos llegado a conocerlo como deberíamos. No como cuando murió Hershel, Lori, Shane o Andrea. Por eso, abogó por un recorte de plantilla, pues con un número más manejable se pueden hacer cosas más interesantes.
totalmente de acuerdo, son tantos personajes que no se sabe para donde mirar, y cuando te encariñas con alguno, zas!! lo matan de la nada...
ResponderEliminarHa sido muy bueno. Mucho. La temporada en general.
ResponderEliminarPienso lo mismo que tú respecto a la cantidad de personajes. Se han ido acumulando demasiados y cuesta seguirle el hilo a todos. Además de que lod episodios no son tan largos para profundizar en todos de manera adecuada. Saludos 😆😆
ResponderEliminarEstoy de acuerdo. El exceso de personajes de The Walking Dead es un hándicap cada vez más pesado. A mí la season finale me pareció excesivamente larga para lo que pasó. Y qué favor nos hubiesen hecho si se cargasen al cura, pero nada, ahí sigue el hombre ocupando minutos en pantalla que a nadie le interesan.
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