¿Cuando empezó Cougar Town a perder el rumbo? Es complicado señalar el momento exacto en el que la serie de Bill Lawrence dejó de ser tan brillante como al principio, porque lo suyo ha sido más bien un desgaste progresivo: en su primer año en TBS, que la rescató después de que ABC decidiera cancelarla, ya se les notaba demasiado cómodos en su universo metarreferencial. Personalmente, creo que fue en aquella cuarta temporada cuando la sitcom emezó a vivir de las rentas, aprovechando el cariño que los espectadores sentíamos por sus protagonistas y esa pequeña comunidad que habían creado.
Desde entonces, la cosa no ha hecho más que ir a peor. Travis y Laurie, cuya tensión manejaron de forma genial antes de que estuvieran juntos, perdieron toda la gracia al convertirse en pareja (una sin nada de química, además); y la marcha de Brian Van Holt, que interpretaba al mejor personaje masculino de la serie, fue el golpe de gracia que ha hecho que esta temporada haya sido, a ratos, poco menos que un suplicio.
Porque una cosa es tener episodios poco inspirados y otra muy distinta escribir tramas que no pasarían el corte ni en una sitcom de Chuck Lorre: Grayson y Ellie peleándose por el barco de Bobby, el episodio del baile de graduación, las escapadas de Grayson para actuar con un grupo de humoristas... Momentos de vergüenza, de esos que nos hacen dudar si Cougar Town fue buena alguna vez o es que la veíamos con buenos ojos.
Por supuesto, esto se arregla poniéndose algún capítulo de las tres primeras temporadas, porque Cougar Town fue una grandísima comedia, con un plantel de actores no demasiado buenos (siendo sinceros) pero perfectos para sus personajes y que habían logrado una gran química grupal. La maldad de Ellie, el bromance entre Andy y Bobby, running gags como el Penny Can, el imaginary hat o los copazos de vino de Jules que iban cayendo como moscas seguidos de un solemne entierro, el lado de creepy de Tom (que han acentuado este último año, convirtiéndolo casi en lo mejor de la temporada), los cameos de casi todo el reparto de Friends y las anécdotas locas de Laurie quedan para el recuerdo de los fans, que la echaremos de menos a pesar de todo.
Estos detalles han ido cobrando de nuevo relevancia en una recta final que apelaba a la nostalgia y que ha subido ligeramente el nivel. El último episodio, de hecho, es conceptualmente impecable y no podía llegar en mejor momento. En lugar de recurrir a los flashforwards para contarnos cómo a todos les va bien en la vida, como han hecho la mayoría de series que han acabado este año, los personajes deciden engañar a Jules fingiendo que avanzan en sus vidas y la dejan atrás. Por suerte, todo es una broma para celebrar su cumpleaños y ninguno de ellos se va a ninguna parte (de hecho, Travis y Laurie se mudan a la casa de Grayson).
¿Quién querría marcharse cuando la vida en el cul-de-sac es tan maravillosa? Beber con los amigos todo el día, no aparecer por el trabajo, irse de vacaciones a Hawaii o Los Angeles con cualquier excusa, aprovechar un huracán para organizar un botellón en casa, hacerle a tus hijos el caso justo... No tenemos de qué preocuparnos, porque es lo que Jules, Grayson, Ellie, Andy, Laurie, Travis, Tom y Bobby (vía Skype) van a hacer el resto de su vida.
Y si por casualidad sus caminos se acaban separando en el futuro, han tenido la decencia de no contárnoslo. Brindemos por ello.
Yo opino lo mismo, a pesar de ser un gran capitulo final, la serie ya estaba desgastada desde hace varias temporadas. Pero como pasa muchas veces, te encariñas con los personajes y la sigues viendo
ResponderEliminarMas alla de cualquier detalle de estas ultimas temporadas en tbs, CT es y será una gran comedia, como community, P&R, 30rock.. Comedias de culto para un publico culto y otra cosa buena que nos queda ademas de todo lo que has mencionado, es que esta serie tuvo dos grandes finales (3x14,15 y 6x13), obvio con Bill Lawrence escribiendolos.. en fin si que me hará falta esta serie :'(
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